AFP

Brasil prepara el terreno para afianzar vínculo con Argentina

Varios manifestantes recibieron al canciller brasileño con gritos anti impeachment

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24 de mayo de 2016 a las 05:00

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El nuevo canciller brasileño, José Serra, se reunió ayer con su par argentina, Susana Malcorra, en un primer encuentro oficial que simboliza la sintonía que buscan dos gobiernos afines en América Latina. A su vez, Serra fue recibido más tarde por el presidente Mauricio Macri.

A las afuera del Palacio San Martín, sede de la cancillería argentina, varios manifestantes entonaron cánticos y gritos contra el canciller del gobierno interino de Michel Temer. "Fuera Temer, fuera Serra", exclamaron en portugués cerca de un centenar de personas en las afueras de la cancillería en Buenos Aires.

Con carteles que mostraban la foto de Serra con la leyenda, "Se Busca - Golpista", los manifestantes esperaron al canciller brasileño desde temprano. En la protesta había varios brasileños residentes en Argentina y otros militantes de agrupaciones de izquierda del país anfitrión.

Serra es una de las figuras prominentes del gabinete del exvicepresidente y actual jefe de Estado interino Michel Temer, quien estará en el poder hasta que el Senado juzge a la presidenta suspendida Dilma Rousseff.

Durante el desarrollo de la crisis política brasileña, Argentina expresó confianza en la solidez de la democracia del país vecino, su principal socio comercial en la región, y en medio de su postura sobre todo cauta, consideró que el cambio podía ser una "oportunidad" para refundar el Mercosur.

La reacción del gobierno del presidente Mauricio Macri frente a la crisis brasileña le valió críticas de los frentes opositores de izquierda, que vieron en las declaraciones oficiales lo que consideran "un reconocimiento al golpe institucional" contra Rousseff.

El nuevo canciller brasileño, José Serra, anunció el miércoles pasado un cambio de rumbo en la política exterior que priorizará los intereses económicos del país y no estará anclada en afinidades ideológicas o partidarias.

"La diplomacia volverá a reflejar de manera transparente e intransigente los legítimos valores de la sociedad brasileña y los intereses de su economía al servicio de Brasil como un todo, y no más las conveniencias y las preferencias ideológicas de un partido político y de sus aliados externos", explicó Serra en su discurso de asunción.
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