Calfani, el gladiador del Ciclón

Jugó al fútbol y corrió en postas antes de hacerle caso a su tío y dedicarse al básquetbol en la plaza de deportes de su natal Artigas. Y por allá lo descubrió Alberto Rico buscando talentos por el interior. Tenía 14 años y tres clubes de la capital se interesaron en sumarlo a sus formativas. Eligió Biguá. Y así comenzó una historia de sueños y muchas conquistas.

Mathías Calfani hizo el bolso y dejó Artigas, junto a su madre y su primo futbolista, Jhonathan Ramis, quien hizo juveniles en Peñarol hasta llegar a Primera.

"Todavía me acuerdo y no lo puedo creer cómo Chiqui Scorza, Pancho Castellanos y Horacio Roldán, dirigentes de aquel Biguá, se la jugaron por mí: nos dieron un apartamento y le consiguieron trabajo a mi madre", contó Calfani a Referí.

El argentino Néstor "Che" García lo hizo debutar en mayores y lo llevó al Campeonato Sudamericano de Guayaquil 2008, donde el elenco de Villa Biarritz fue campeón. Aquel equipazo también firmó un bicampeonato en la Liga Uruguaya (2007-2008 y 2008-2009).

Calfani además fue campeón del Metropolitano 2011 con Tabaré y de las Ligas 2013-2014 y 2014-2015 con Malvín.

"Cuando salí de Artigas a buscar este sueño y ver qué pasaba en Montevideo, nunca me imaginé estar donde estoy hoy", afirmó.

Y el presente es San Lorenzo, club al que llegó a mediados del año pasado y con el que se consagró hace unas semanas campeón de la Liga Argentina.

Los contactos comenzaron después de que Calfani la rompiera ante Argentina en el Preolímpico de México 2015 con 20 puntos y ocho rebotes.

"Cuando me ofrecieron la oportunidad faltaba poco para el arranque de la Liga con Malvín y sentí que todavía no era el momento", recordó.

Pero al año el tren volvió a pasar y se subió: "Fue un año notable, todo el grupo estuvo a gran altura y mejoró en función de las necesidades del equipo. Hicimos un buen papel en la Liga de las Américas, ganamos el Súper 4 y cerramos el año con el gran objetivo que era ganar la Liga", dijo el ala-pívot de 2,02 metros y 25 años.

"La Liga Argentina es otra exigencia: son más partidos, es más competitiva, hay muchos equipos que pueden ser campeones, las localías son muy fuertes, estás continuamente viajando y conociendo lugares nuevos", comentó Calfani.

"Al principio tenía un poco de miedo y ansiedad sobre cómo iba a ser jugar afuera por primera vez. Fui con mi señora y eso me ayudó a adaptarme y estar acompañado. Después hice un buen relacionamiento con todo el grupo y nos juntamos a comer o tomar mates", agregó el basquetbolista.

"Terminé siendo un jugador importante porque le pude aportar cosas en ofensiva además de la defensa", confesó. Con su espíritu combativo debajo de las tablas se ganó rápidamente el cariño de los hinchas, además de convencer a un técnico exigente como Julio Lamas.

"Él armó el equipo con sus jugadores y lo supo llevar muy bien: nos hizo sentir a todos importantes", dijo el uruguayo.

Durante su gran temporada, su nombre apareció en el radar de la mismísima NBA. ¿Cómo? "Argentina es una vidriera muy grande, se mira mucho y se sigue a sus jugadores porque hay mucho talento. En un partido fueron varios scouts de la NBA, me vieron, y antes de irse hablaron con el jefe de equipo y el preparador físico preguntando cómo era como compañero, cómo entrenaba, y dijeron que les gustó mi desempeño y que ya me venían siguiendo con la selección notando un crecimiento. Dijeron que iban a seguir mirándome y para mí es un orgullo muy grande y un envión motivacional importante".

En su primera temporada en Argentina dio un salto de calidad y a sus 25 años le queda mucho por recorrer. Calfani nunca soñó con ganar tantos títulos ni con convertirse en el gladiador del Ciclón. Y ahora es el primer uruguayo en obtener la Liga Argentina.

174 dobles de 272 intentados anotó a lo largo de sus 60 partidos en la Liga Argentina 2016-2017. Esa eficacia de 64% lo dejó segundo en el torneo detrás de Gabriel Deck. Calfani tomó impulso luego de recuperarse de un desgarro.

1,2 tapones por partido promedió en una brillante temporada defensiva siendo sexto en ese rubro en el certamen. En pelotas recuperadas terminó décimo con un promedio de 1,4. San Lorenzo solo perdió un partido en todos los playoffs.

"A Tinelli me lo crucé en el primer entrenamiento; yo estaba muy nervioso, pero él rompió el hielo y nos pusimos a hablar como si nos conociéramos de siempre. Ama el básquetbol y siempre marcó presencia para alentarnos. Además nos acompañó a Toronto a jugar con los Raptors que fue una experiencia impresionante (hizo 10 puntos) y también a la Liga de las Américas y compartió asados con el grupo".

"Arrastré una lesión durante cinco o seis meses en el tendón rotuliano de la pierna derecha que me genera mucho dolor e incomodidad. Hice dos tratamientos distintos para recuperarme pero sin parar de jugar. Cada ve que tenía cinco días para entrenar de cara a un partido hacía dos prácticas y un día antes del partido no entrenaba. Sentía mucho dolor y tenía riesgo de sufrir una lesión más grave y estar nueve meses parado. Por eso, al final de la temporada llegamos a una resolución con mi representante (Claudio Pereira) de parar, descansar y hacer un tratamiento para que se recupere la rodilla", dijo. Calfani no jugará la AmeriCup en agosto pero estará pronto para disputar las Eliminatorias con Uruguay.

Gabriel Deck, crack argentino de 22 años, fue elegido como el mejor jugador de la serie final ante Regatas de Corrientes. "Es un talento excepcional. Con 22 años, en muchos partidos se hizo cargo solo. Es presente y futuro del básquetbol argentino y además es terrible persona: con todo el entorno que lo rodea y la NBA sondeando jamás nunca dejó de ser el tipo humilde que es". Selem Safar, Nicolás Aguirre y Marcos Mata son los otros tres pilares locales. La Liga Argentina no tiene tope para jugadores extranjeros, pero San Lorenzo utilizó tres (con recambios por lesiones) afrontando los playoffs con Jerome Myinsse y el mexicano Alex Pérez. Calfani tiene un año más de contrato en Boedo con opción a otro.