Cerro se viste de candidato

Atrás en el tiempo quedó la eliminación de la Copa Libertadores, la fiesta en el barrio que se empañó en los últimos minutos y el golpazo de un equipo que había invertido en jugadores e infraestructura para alimentar el sueño.

Sin embargo el presente de Cerro lo tiene a pura sonrisa, como un equipo sólido, contundente y que definió un estilo que le permitió sumar 13 de los 15 puntos que el equipo tiene en el torneo Apertura.

Racing, El Tanque Sisley, Sud América y Liverpool fueron los rivales tachados con victoria luego del trago amargo internacional ante Unión Española. En el medio, un empate con Defensor Sporting es testigo de la igualdad de ambos al frente de la tabla de posiciones.

El mérito mayor estuvo en la contratación de Diego Alonso Barragán, el entrenador colombiano que llegó para tomar las riendas de un equipo que hace varias temporadas dejó de pensar en el descenso para sumarse a pelear con los dos arriba.

"Son dos competencias diferentes. La Copa Libertadores actual, con el formato luego de que la Conmebol hiciera sus cambios, es un torneo más complejo y con un calendario impredecible.

Nosotros jugamos dos partidos juntos y no tuvimos la fortuna de pasar una serie, pero toda la suerte o la planificación la tenés que defender en 180 minutos. El campeonato local es distinto, se trabaja más espaciado y hay 15 fechas para mejorar. Es un torneo de largo aliento y la planificación es otra. Día a día pretendemos una evolución del equipo", dice el estratega, consultado por Referí luego de un pausa para almorzar en el hotel donde se aloja.

A la hora de hablar sobre la evolución del equipo y el buen presente en la competencia doméstica luego de quedar eliminado, el entrenador dio un concepto desmitificador: "No creo en las curvas de rendimiento. Mis equipos tienen que estar prontos desde la primera fecha, no entra dentro de mi sistema de evaluaciones especular con el tiempo de trabajo. Nunca dije que mi equipo alcanzaría su mejor rendimiento en tal o cual partido. Trabajo para tener un equipo pronto el fin de semana y que mis jugadores sepan resolver las situaciones".

Con experiencia en selección de Colombia, ganador de la Copa Libertadores y un pasaje por Atlético de Madrid, a Alonso Barragán no lo asustó la rudeza del fútbol uruguayo para aceptar el desafío: "Uruguay tiene una característica especial en su juego. El jugador uruguayo es peleador y pretendo un equipo mixto, que sepa pelear cuando el partido lo exige pero que tenga claro que hay que respetar al hincha que paga la entrada, que esto es un espectáculo y que debemos jugar un buen fútbol".

¿Cuál es la receta?

Alonso Barragán lo tiene claro: "Mis trabajos en la semana son todos con pelota, intentando recrear siempre situaciones del juego reales, para que los jugadores puedan resolver situaciones. No me gustan los equipos que juegan al pelotazo ni los jugadores que se quedan quietos. Mi equipo debe tener una intención, respetar una filosofía y apostar a la movilidad".

Cerro, que en la próxima fecha visitará a Juventud de Las Piedras en el Parque Artigas y ya mira de reojo también el partido como local ante Boston River por la séptima jornada, sabe que su repunte es fruto de una estrategia empresarial, de un entrenador con conceptos claros y un grupo de jugadores con hambre de gloria.