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Cipriani: las fallas "estructurales" y las situaciones que "pueden pasar" detrás de la muerte de niña de Rivera
Una cadena de circunstancias fortuitas mezcladas con severas carencias en el Estado para asegurar una correcta atención sanitaria en todo el país desembocaron en la imposibilidad de atender a una niña de ocho años, que falleció a principios de este mes en Rivera, mientras esperaba ser trasladada a Montevideo para ser atendida.
La niña, que vivía en Abrojal, una pequeña localidad riverense, había sido llevada al médico a consecuencia de “crisis asmáticas”. Primero fue a la policlínica del pueblo y luego a Vichadero.
Sin mejoría, sus padres decidieron llevarla a la capital departamental. Allí, luego de examinarla, se concluyó que la niña tenía un tumor mediastinal, por lo que se decidió su traslado inmediato al Hospital Pereira Rossell de Montevideo para que fuera examinada por un cirujano pediátrico especialista en tórax. Así fue el relato que hicieron en su momento las autoridades sanitarias.
Allí comenzaron a notarse las carencias del Estado, que este martes fueron admitidas en el Parlamento por el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, quien describió la situación como un “problema estructural” que lleva ya muchos años.
Según afirmó, en el norte del país, especialmente en Rivera y Artigas, no hay posibilidad de realizar traslados pediátricos vía terrestre porque no existe allí “ni una sola ambulancia de esas carecterísticas”.
En el caso de la niña de ocho años, se había optado por recurrir a un avión de la Fuerza Aérea, pero la nave sufrió un desperfecto en pleno vuelo y debió retornar al Aeropuerto de Carrasco, de donde había partido. “Es como cuando choca una ambulancia –dijo Cipriani–, son situaciones que lamentablemente pueden pasar”.
Como segunda opción, se manejó que una ambulancia del Hospital de Salto fuera a buscarla. Sin embargo, ese móvil estaba realizando otro traslado hacia Montevideo y no llegó a tiempo. El martes 1, la niña falleció luego de un paro cardiorrespiratorio.
Fuera de los eventos relatados, Cipriani dijo que, desde el punto de vista médico, el traslado fue coordinado correctamente. El jerarca informó a su vez que la investigación interna sobre la muerte de la niña está avanzada. Un equipo de ASSE se trasladó a Vichadero para desarrollar una serie de estudios médicos y legales, además de recabar la declaración de 14 testigos.
Este martes en la Comisión de Salud Pública de Diputados, Cipriani aseguró que esta administración ya venía trabajando en soluciones para la falta de insumos en el norte. Según relató, se está instrumentando una base de salida del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME), tanto pediátrica como de adultos, en la ciudad de Rivera.
La misma situación, apuntó, se replica en la ciudad de Artigas. Allí la solución pasa por garantizar el traslado a través de una ambulancia que llegue desde Brasil.
A nivel general, Cipriani destacó que existen ambulancias especializadas de adultos en los 19 departamentos del país. Así, dijo, la actual administración logró aumentar ocho veces el número de traslados desde el 1° de marzo de 2020. De acuerdo a las cifras de ASSE, el uso pasó de 0,2 a 1,75 por hora. Antes de esa fecha, dijo, solo funcionaban nueve móviles, mientras que hoy son 20.
Otro problema pasa por la radicación de recursos humanos y materiales en esa zona del país. En Vichadero, señaló Cipriani, recién en esta administración se abrió un llamado para proveer un equipo de rayos X.
El avión presidencial
Cipriani se refirió también este martes a las alusiones al avión "multipropósito" adquirido adquirido durante la última administración de Tabaré Vázquez, y la hipótesis de que hubiera sido de ayuda para el caso particular.
El jerarca, sin embargo, dijo que el avión “no habría tenido ninguna finalidad”. “Cuando se sube a un paciente intubado y a cargo de un equipo médico, tiene que entrar como por la caja de una ambulancia”, relató. Así, según Cipriani la niña jamás podría haber sido ingresada por la “puerta chiquita” del avión presidencial ya que, entre otras cosas, habría sido imposible hacer maniobrar la camilla. El avión de Vázquez, dijo, “no tenía funciones para trasladar a un paciente de estas características”.
El ente sanitario recurre a aviones militares en los que, en promedio, realiza dos traslados aéreos por mes. Lejos de adjudicarle responsabilidad a la Fuerza Aérea por la muerte de la niña, Cipriani remarcó su actuación. “Le estamos muy agradecidos”, aseguró.
Según dijo, desde 2017 la fuerza viene realizando los traslados “sin cobrar un peso” del combustible gastado. La razón tiene que ver con otro problema burocrático en el Estado: un convenio que regulaba esa colaboración venció ese año y nunca fue renovado, pese a que la Fuerza Aérea siguió prestando el servicio.
