El desafío de ser el recién llegado en la oficina de la nueva normalidad

Se vuelve imprescindible mejorar la comunicación para no afectar la productividad

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23 de septiembre de 2020 a las 05:04

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Comenzar en un trabajo nuevo, por lo general, causa inseguridad acerca de cómo será la empresa, la comunicación con los jefes y el relacionamiento con el resto del equipo. Pero si a esto se le suma la pandemia y el trabajo remoto, la incertidumbre puede llegar a niveles caóticos tanto para el nuevo colaborador como para los mandos medios.

“El riesgo más grande que corren ambas partes, es el tema de la incertidumbre”, comentó Cinthia Elizaer, socia de capital humano de BDO. Para evitar esto, la experta consideró que es vital poder “encuadrar” la incorporación dentro de la realidad actual, que sigue incluyendo el teletrabajo para muchos. Sin embargo, Elizaer rescató que es normal que se sienta inseguridad dado que en muchos casos aún es imposible volver a una actividad 100% presencial.

Para tratar de que la virtualidad no implique demasiada lejanía entre el empleador y el jefe, Elizaer afirmó que la comunicación resulta vital. En este punto, es el jefe quien tiene que llevar las riendas. “Está en cada empresa y en cada encargado ver cómo se da esa comunicación. Pero no puede faltar”, agregó.

Además, las charlas que se den entre la nueva incorporación y sus jefes, resultan vitales para entender aspectos clave acerca de cómo funcionan las herramientas tecnológicas que se brindan para trabajar. “Cuál va a ser el canal de comunicación, qué va a necesitar el empleado, si se le va a dar un equipo o no”, puso como ejemplo Elizaer.

Asegurar estos aspectos es imprescindible para hacer que el trabajador se sienta cómodo, pero sobre todo funcionan como una guía para teletrabajar de manera ordenada y efectiva. 

Si esto no se da de esta forma, algo que puede suceder  es la afectación de la productividad del nuevo empleado. Elizaer comentó que en este caso la responsabilidad no radica tanto en el trabajo remoto o en el propio empleado, sino en los jefes que deben realizar un seguimiento para ver cómo evoluciona el colaborador en la nueva normalidad. “Esto es necesario las primeras semanas, luego sí es esperable que el colaborador sepa cómo seguir y a partir de allí trabajar sobre resultados”, agregó.

Llevar adelante un seguimiento de los empleados nuevos resulta vital pero no solo a nivel de productividad, sino que también forja confianza con los mandos medios y los jefes. Si bien esto se suele dar en la medida que pasan los meses, en el marco de la pandemia es vital que se dé desde el primer momento. Sobre todo porque da libertad a las dos partes para que puedan hacer consultas y evacuar dudas a la hora de trabajar. “Este punto es necesario tanto para los nuevos colaboradores como también para los que ya están desde hace algún tiempo”, dijo la experta.

La socia de Capital Humano de KPMG, María Laura Volpi coincidió con las recomendaciones de Elizaer y sostuvo que si esto se hace de manera correcta, no genera ningún tipo de incertidumbre. “Pensando en la persona, al contrario, genera más certezas que inseguridades”, subrayó.

“Hay que poner la integridad y el cuidado de las personas en el centro de la escena”, afirmó en sintonía con Volpi, la gerenta general de Manpower, Inés Arrospide. Agregó que, a su entender, la mayoría de las empresas locales entendieron este punto y se han implementado protocolos para que los nuevos ingresos no sufran mayores frustraciones. “La mejor forma de combatir la inseguridad es a través de una comunicación auténtica, clara y transparente”, argumentó.

Procesos de inducción

Volpi agregó que –en esta época de pandemia- las empresas deben pensar un proceso de inducción que se adecúe a cada uno de los nuevos empleados. “Al ser virtual, es difícil llegarle a todo el mundo de la misma manera”, argumentó.

La experta comentó que esto implica “reacomodar algunas cosas”. De igual modo, sostuvo que no es algo imposible, sino que la mayor dificultad radica en cómo transmitir los valores clave que tienen las compañías. Para poder hacerlo, Volpi recomendó hacer alguna visita a la oficina y también poner casos que logren “bajar a tierra” lo que se quiere comunicar.

Añadió que las instancias virtuales por fuera del horario de trabajo también son clave, ya sean para hablar de temas de trabajo como momentos de interacción en donde lo laboral quede de lado. “Esto hace que el nuevo empleado se sienta parte, y ayudarlo a entender que no todo radica en lo técnico”.

Al igual que Elizaer, Volpi dijo que los jefes son clave para que se den este tipo de momentos. De igual modo, recordó que suelen estar apoyados por el área de recursos humanos, quienes le brindan herramientas prácticas y teóricas para recibir a la nueva incorporación.

En este marco, añadió que hay un elemento clave: escuchar. Para poder lograrlo, los jefes deben realizar preguntas sobre trabajo pero también sobre situaciones ajenas a lo laboral. “Cómo está transitando la pandemia, en qué lo puede ayudar el jefe. Son algunas de las recomendaciones ideales”, sostuvo Volpi.

Arrospide también habló en esta línea, y agregó que impulsar este tipo de instancias suele mitigar algunos riesgos del teletrabajo, que pueden afectar a la productividad al corto y mediano plazo.  “En muchos hogares sucede que, al mismo tiempo que trabajamos tenemos que atender múltiples frentes, desde ayudar a los hijos con sus deberes, hasta atender la puerta. Este tipo de interferencias y también la ausencia de espacios apropiados para ejercer el teletrabajo, pueden afectar la productividad”, explicó.

Para la experta esto es un desafío desde el punto de vista del liderazgo, porque requiere que los líderes encuentren una nueva manera de llevar adelante la empresa, teniendo en cuenta que de aquí en más los desafío cambiaron. “Se vienen nuevos desafíos que lo que tienen en común es que la clave es la construcción de confianza”, señaló.

En tanto, la consultora senior en Gestión Humana de BM & Asociados, Claudia Peña añadió que también es un reto para los nuevos empleados. Afirmó que es vital saber cómo cada uno de las personas interpreta esta nueva realidad y qué tanto se pone en juego sus habilidades para desarrollar la tarea.

De igual modo, Peña especificó que va a depender del rubro en el cual se encuentre la compañía. “Hay negocios que se han reinventado, otros avanzan con su plan de crecimiento aún en pandemia, otros descubrieron nuevas posibilidades de crecimiento, y otros no”, sostuvo.

 

El caso de Mercado Libre
La plataforma de e-commerce hace foco en realizar un fuerte proceso de inducción a los nuevos colaboradores. Desde marzo han tenido que trasladar este proceso a una forma virtual, priorizando el acompañamiento por parte de los líderes para que los nuevos empleados se adapten lo más rápido posible. "Los primeros momentos son claves para la experiencia", comentó a El Observador la gerenta de Recursos Humanos, Soledad Delfante. 
Añadió que desde la compañía han tenido especial cuidado con la experiencia de los nuevos ingresos. Para eso, llevaron adelante un proceso de adaptación, en donde se le dio a cada uno de los empleados un kit para teletrabajar. "En esta modalidad (totalmente digital) reforzamos la necesidad de mantener rutinas de comunicación establecidas tanto con su nuevo líder como con su equipo", explicó. 
Por otro lado, ofrecieron beneficios adaptados al nuevo contexto, midieron "el pulso" en el equipo de trabajo para saber cuál era la percepción sobre los líderes y cuidaron la conexión social por fuera del horario del trabajo.  
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