Cómo un profesor de matemática se transformó en un popular youtuber de videojuegos "incógnito"

Su ficha técnica en la plataforma de Google ostenta cifras elocuentes. Su canal: Kamikaze. Suscriptores: más de 1,23 millones. Promedio de visualizaciones: 4 millones. El que tuvo más: 15 millones.

Es un youtuber de Brawl Stars, un videojuego de acción en internet y multijugador. El objetivo es conseguir gemas y repartirlas por un territorio lleno de problemas. Antes lo fue de Clash Royale, también de batalla. Ambas son creaciones del estudio Supercell.

“Lo que hago es crear videos mostrando estrategias para jugar mejor y que los usuarios saquen mayor provecho del tiempo que le dedican al juego”, además de crear contenidos exclusivamente de entretenimiento, cuenta Oviedo en entrevista con Cromo. En las plataformas no se le ve la cara ni el rostro. De hecho, no sale su nombre por ningún lado.

Detrás de su canal hay mucho trabajo. No es que haya nacido de un día para el otro. Fue un largo proceso en el que se motivaba para ganarse un lugar en la plataforma.

Tampoco fue un proceso de “ensayo y error”. Es decir, no subió ningún video hasta hacerse conocido. Su intención siempre fue tener un plan y ejecutarlo para cautivar a la gente.

Para Oviedo, nació como un hobby, pero no lo quería ver como un tiempo solo de ocio, sino como forma de vida. Para eso miraba muchos videos de Youtube y se preguntaba incansablemente si una u otra idea le gustaría a la gente. Finalmente, encontró una manera de plasmar el contenido que pretendía y ahí nació el canal.

El proceso

El youtuber explica que desde niño fue creativo, curioso y autodidacta, y que siempre le interesó la informática y la tecnología. También cuenta que su misión era hacer un proyecto a largo plazo que lo identificara y que perdurara. Esto, sumado a las motivaciones de sus amigos que le decían que tenía mucha facilidad para aprender programas informáticos, lo impulsó.

Desde el principio Oviedo planificó el contenido de sus creaciones sin importar si llegaría lejos o no. Pero le entusiasmaba crear por crear. A medida que subía videos, los usuarios los comentaban positivamente. “Cuando mi canal comenzó a tener millones de usuarios interesados en nuevo contenido, compartir mis creaciones, a hablar y opinar sobre ellas, y a apoyar mi dedicación, este sentimiento se intensificó”, comentó.

Oviedo dedica aproximadamente 10 horas diarias a crear y editar videos. “Me exijo mucho y no me permito procrastinar. Hay videos que me han llevado más de una semana de trabajo intenso”, confiesa.

Incluso en sus días de descanso está pensando ideas y organizando su trabajo posterior. También se dedica a leer las valoraciones de los usuarios que miran sus contenidos, para mejorar y saber en qué falla.

“Sé que para muchos suena como una labor muy demandante, y de cierta forma lo es, pero creo que si realmente te gusta y disfrutas lo que haces no hay un límite de tiempo que pueda detenerte”, agrega.

Entre los cambios de YouTube y el valor de uno mismo

Estar a la vanguardia de los cambios en la plataforma y de los intereses de sus seguidores es parte de su rutina diaria. “Me atrae la idea de que el éxito o el fracaso del canal dependa solo de mí, de la habilidad y voluntad que ponga, ser el responsable de todos los resultados. Es la única variable de la ecuación. No hay excusas ni objeciones con uno mismo”, indica.

Oviedo explica que, en parte, el éxito de su canal obedece a la originalidad de su propuesta y a la manera de presentar sus contenidos. 

De todas maneras, tiene que estar pendiente de los cambios del algoritmo de la plataforma. Hubo meses en los que sus reproducciones mostraron una baja irregular preocupante, por lo que tuvo que investigar cómo modificaba a sus apariciones en los resultados de búsqueda y estar al tanto de qué querían ver los usuarios consumidores de de noticias y tutoriales sobre videojuegos.

“Hagas lo que hagas, si estás enfocado en alcanzar el éxito de alguna forma, tenés que considerar que el tiempo es lo único que no vuelve una vez que lo desaprovechaste”, indica.

Contra la condena a la comunidad gamer

Es un campo con potencial, cree. Oviedo opina que aún hay mucho por mejorar a nivel tecnológico porque el acceso a buenos equipos es todavía restringido.

Uruguay “está en pañales”. Considera que recién en los últimos años hubo un cambio de paradigma sobre los videojuegos y ahora se consideran un entretenimiento importante. Según Oviedo, permiten desarrollar la creatividad, el pensamiento crítico y la toma de decisiones por la dosis de dopamina que libera el cerebro en cada partida.

Antes, jugar era perder el tiempo, considera. Ahora, no tanto. “Esa concepción errónea que tienen algunos sobre los gamers lo que logra es inhibirlos, y podríamos estar perdiendo jugadores excelentes potencialmente”, opina quien no quiere dejar su vida de profesor de matemática, pero que recibe dinero por ser youtuber y podría vivir solo de ello.