Conaprole invirtió más de USD 30 millones en los últimos 10 años en proyectos medioambientales y ahora obtuvo la Certificación Grass Fed, que garantiza la producción en base a pasturas, a cielo abierto y el bienestar animal.
La alimentación de las vacas a base de pasturas y a cielo abierto, el no uso de hormonas ni antibióticos como promotores de crecimiento, la trazabilidad y el bienestar animal son los principales factores que fundamentan este reconocimiento internacional.
Este programa de certificación se focaliza en la sustentabilidad del sistema de producción y la obtención de productos de calidad diferenciada, que permiten valorizarlos por perfiles lipídicos más saludables o la presencia de antioxidantes naturales, protectores de la salud humana, por citar algunos de muchos ejemplos.
La validación del proceso de producción primaria se lleva a cabo a través de un esquema de auditoría grupal (realizado por LSQA-Latu), donde cada tambo adhiere de manera individual y básicamente se verifica que la alimentación de las vacas está compuesta, al menos, en un 85% por pasturas, debiendo ser el resto de los alimentos exclusivamente de origen vegetal. Adicionalmente, se verifica la ejecución de buenas prácticas de producción que aseguren el acceso diario al pastoreo, óptimas condiciones nutricionales y sanitarias, y el bienestar de todos los animales del rodeo.
Es un nuevo proyecto que, en co-financiación con el Banco Mundial se está llevando adelante para fortalecer la competitividad de la cadena láctea en su conjunto, a través del incremento de la productividad, y con especial énfasis en el cuidado del medio ambiente.
Se promueve la incorporación de tecnología y generación de soluciones escalables y alcanzables, asesoramiento técnico al productor y transferencia de conocimiento en áreas estratégicas: gestión de efluentes, de residuos sólidos, eficiencia energética, caminería interna, agua para el ganado y áreas de alimentación. Para ello se ha designado un equipo multidisciplinario que acompañara al productor en el logro de dichos objetivos.
A lo largo de los 85 años de vida, Conaprole ha manejado un producto noble con nutrientes únicos, y como la principal exportadora del país, la Cooperativa ha logrado adaptarse sistemáticamente a nuevos requerimientos industriales y exigencias internacionales respecto no solo de la seguridad y calidad de sus productos, sino también de nuevos requisitos ambientales.
”Esta actitud es la que nos ha llevado a producir innovación a cada paso, manteniendo siempre el respeto por la naturaleza, con foco en la sustentabilidad y con el más extremo cuidado de nuestra materia prima”, señaló el CEO de Conaprole, Gabriel Valdés.
Conaprole se encuentra finalizando la instalación de una nueva línea de evaporación y secado de leche en polvo en Villa Rodríguez, para la elaboración de fórmulas nutricionales (para niños, adultos, personas con temas de salud específicos y otros) para el mundo, generando valor agregado para sus socios cooperarios y para el país. Esta inversión incluye un cambio en su matriz energética y una nueva planta de tratamiento de efluentes de última tecnología, a fin de alcanzar los más altos estándares internacionales en la materia.
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