Diego Battiste

Conocé cómo será el proyecto educativo que impulsa Pedro Bordaberry en Durazno

El exsenador planea un internado rural en el poblado Carlos Reyles que complemente al liceo de la zona con formación extracurricular

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20 de febrero de 2020 a las 19:47

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Luego de dejar su cargo como senador de la República y al mismo tiempo que trabaja como asesor en el grupo inglés City, Pedro Bordaberry comenzó a poner manos a la obra en un proyecto educativo que lo desvela. El colorado, junto a un equipo de trabajo de su confianza, comenzó a diseñar un internado rural en el centro del país para “dar oportunidades” a cientos de jóvenes de la zona que, por la lejanía de las grandes ciudades, ven limitado su impulso de progreso académico.

La idea ya tiene nombre: se llamará DAT Carlos Reyles. La sigla da cuenta de lo que esas aulas buscarán impartir: Disciplinas Aplicadas al Trabajo. Lo que le sigue es el nombre del pequeño poblado del departamento de Durazno (de apenas mil habitantes, según el último censo) que vio nacer al abuelo de Bordaberry y donde estará ubicado el centro.

Lejos de ser una competencia para el liceo de la zona, este internado –que pretende ser gratuito– buscará complementarlo con actividades extrahorario. Bordaberry, para explicar de que se trata el proyecto, toma como ejemplo dos centro educativos: Los Pinos, ubicado en Casavalle (Montevideo), y el instituto salesiano Beningo Paiva Irisarri, en Sarandí del Yi (Durazno).

Armando Sartorotti

Pero además de ser un centro de apoyo para los estudiantes que van al liceo de Reyles y viven en esa localidad, la iniciativa busca ser una solución para adolescentes que viven en el campo, alejados de ese poblado. Según contó Bordaberry a El Observador, estos jóvenes no llegan a ir al liceo por las complicaciones que les genera trasladarse todos los días a Reyles y retornar a su casa, en plena ruralidad. El internado se convierte, entonces (y además de un refuerzo educativo extracurricular), en una solución habitacional para que nadie se quede sin aprender. 

Aunque aún están en busca de financiamiento para la construcción del edificio, el terreno ya está pronto. Son cinco hectáreas del lado del pueblo y 32 hectáreas más del lado de la carretera, en la intersección de las rutas 4 y 5. 

El colorado contó que se trata de una donación y calificó el lugar como “estratégico”, en referencia a la opciones laborales que se encuentran en la zona. A 10 kilómetros de dónde estará el internado, se ubica Esturiones del Río Negro, una empresa dedicada a la producción de caviar. A 25 kilómetros estará la nueva planta de UPM. Y a 35 kilómetros está la capital del departamento, con sus frigoríficos, hoteles y megatambo.

A pesar de que aún Bordaberry y su equipo no tienen el monto necesario para pagar la construcción del edificio, ya comenzaron a recaudar fondos para solventarlo. Este martes organizaron una cena recaudación que tuvo la participación y oratoria de tres futuros ministros: el de Trabajo, Pablo Mieres; el de Transporte, Luis Alberto Heber; y el de Ganadería, Carlos María Uriarte.

Según contó Bordaberry, con ese evento ya recaudaron el 10% del total. Para conseguir lo que falta, el colorado y su equipo piensan realizar más acontecimientos de ese tipo, además de aportar de sus propios bolsillos a la causa.

Además del exsenador, quiénes impulsan este proyecto son la exdirectora de Primaria, Teresita González; la contadora María Elisa Etchemendy, el empresario Luis Pedro Valdés; y la prima del político, con llegada en el territorio, Gabriela Bordaberry.

Currícula

El internado no tendrá su propio liceo, funcionará como apoyo de aquellos chicos que ya van al liceo de Carlos Reyles. González, que además de haber dirigido uno de los organismos educativos más complejos del sistema fue asesora de Bordaberry en asuntos educativos, es la encargada de planear la currícula de este centro que comenzará a dar clases en 2021, con los alumnos de primer año.

Cómo a la docente le gusta decir que para comenzar a construir una casa “primero hay que poner los cimientos”, este primer curso hará hincapié en formar a los adolescentes en cuatro grandes temáticas: matemática, lengua, inglés e informática.

Será una vez culminado ese primer ciclo que los jóvenes comenzarán a insertarse en esas disciplinas que le ponen nombre al centro educativo. “La idea es que el joven que llegaba a completar un escalón, que aspire al escalón siguiente”, resumió Bordaberry, en diálogo con El Observador.

A su vez, contó que los talleres se adecuarán a los perfiles de cada alumno y mencionó algunos temas que no podrán faltar por la demanda de la zona: emprendedurismo, genética ganadera, turismo y deforestación. La idea es llegar hasta el final de bachillerato.

Cuando el colorado se pone a pensar en el esfuerzo que conlleva este proyecto, recuerda esa máxima de la siembra y la cosecha. “Creo que todos los que recibimos mucho de la vida, estamos obligados a devolver más”, dijo. Y remató: “Yo tuve la suerte de poder estudiar, de ser universitario, de poder trabajar en una cantidad de cosas. Ahora tengo que ayudar”.

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