El
gobierno conservador británico sufrió una derrota este miércoles cuando varios de sus diputados se sumaron a la
oposición y apoyaron el imponer que el
Parlamento tenga la última palabra sobre el acuerdo de separación final de la UE.
La Cámara de los Comunes lo aprobó con 309 votos a favor y 305 en contra. Theresa May y su gobierno habían prometido al Parlamento que votaría sobre el acuerdo final, pero se resistía a poner por escrito que se trataría de una votación legalmente vinculante.
"Someteremos a votación de las dos cámaras del Parlamento el acuerdo antes de que entre en vigor", había dicho May.
Conservador. precisamente el diputado conservador Dominic Grieve fue quien presentó la enmienda a la ley que exige una votación "verdaderamente significativa" de este acuerdo final.
Fines de 2018. "El gobierno nos dijo que a finales del año que viene habrá un proceso en el Parlamento para validar y dar el visto bueno al acuerdo", explicó Grieve.
Cláusula 9. El temor de los parlamentarios es una cláusula que permite al gobierno británico saltarse los pasos previos y decidir por decreto las condiciones.