Cámara de la Construcción está “preocupada” por falta de acuerdos para aprobar obras de intendencias

En diálogo con El Observador, el presidente de la Cámara de la Construcción (CCU), Diego O´Neill, sostuvo que en la gremial “hay preocupación” por esta situación. “Nos parece necesario en este momento particular que atraviesa el país, de salida de la pandemia y con una situación económica que ya venía golpeada, generar inversión en obras para crear trabajo y reactivar la economía”, afirmó.

“Tenemos  180 mil desocupados, en el interior falta inversión, faltan obras, y estos fideicomisos de las intendencias nos parecen instrumentos válidos para llevar adelante obras necesarias para los departamentos en que los recursos presupuestales no alcanzan”, añadió

Para aprobar fideicomisos que suponen deuda más allá de los límites del período de gobierno, los intendentes requieren 21 votos en la Junta Departamental, por lo que precisan votos opositores.

En Canelones la intendencia encabezada por Yamandú Orsi presentó ante la Junta Departamental un proyecto de fideicomiso por un monto total de US$ 80 millones. Alrededor de US$ 20 millones se reservarían para el proyecto de corredor metropolitano y los restantes US$ 60 millones para otros rubros, entre ellos obras en barrios de ese departamento. Para aprobarlo se necesita solo un voto que blancos y colorados no han dado.

Unos kilómetros más al este del país, el intendente blanco de Rocha, Alejo Umpiérrez, también tiene entre sus planes la conformación de un fideicomiso para obras. La propuesta por unos US$ 25 millones a pagar en 15 años fue rechazada en primera instancia por el Frente Amplio, pero la oposición departamental está dispuesta a volver a estudiarla una vez discutido el presupuesto de la intendencia que está en consideración por estos días. “Pensábamos generar un shock de infraestructura vial en el departamento", había señalado el intendente rochense.

En Río Negro, el intendente nacionalista, Omar Lafluf, presentó en marzo una propuesta para un nuevo fideicomiso, que tiene por objetivo cumplir con proyectos de vivienda y hacer frente a pasivos bancarios y deudas con proveedores, entre otros. Hasta ahora no pudo avanzar.

“Sabemos que hay negociaciones políticas. Exhortamos a que se hagan los máximos esfuerzos para que se pueda avanzar en ese sentido, porque nos parece que la inversión es muy necesaria. (…) La construcción tiene un impacto multiplicador en la economía. Cada dólar que se invierte se multiplica por cuatro en  la economía global y entonces es un efecto realmente importante, además de los puestos de trabajo directos”, afirmó el empresario.

La CCU ya había señalado semanas atrás su preocupación por la retracción de la obra pública. La segunda planta de UPM y obras como el Ferrocarril Central, sumadas a algunos proyectos viales y educativos de participación pública privada son hoy los motores de la industria. Hay también buenas perspectivas asociadas a la construcción de vivienda promovida con varias iniciativas de inversión ya presentadas que pueden concretarse en el mediano plazo. Sin embargo, se advierte que cuando obras importantes que están en curso se vayan terminando comenzará a sentirse el efecto sobre el empleo.