Los primeros movimientos de Cosse como intendenta: qué dijo y qué señales dio

Carolina Cosse dejó lo fuerte para el final. La ingeniera mantuvo un bajo perfil en los días previos a la asunción y limitó sus apariciones públicas. La intendenta empezó el gobierno con una serie de medidas a ejecutar en las próximas semanas, luego de una extensa campaña, aunque frugal en propuestas, a excepción del Plan de Apoyo Básico Ciudadano (Plan ABC). 

Durante la transición, Cosse designó a un equipo –coordinado por Mariella Mazzotti– para bajar a tierra todas las medidas previstas en los cinco ejes del ABC: vivienda, salud, trabajo, apoyo alimentario y violencia de género. 

Ese plan de emergencia –que fue su caballo de batalla en la campaña y que será el buque insignia de su administración– comenzará el próximo martes 7 de diciembre en los barrios Marconi y Padre Cacho. En esos lugares de Montevideo la intendencia desplegará un plan de obras destinado a mejorar las condiciones de vivienda, pero también de iluminación y caminería. 

“Vamos a intervenir en mas de 30 barrios durante 2021”, aseguró Cosse desde el estrado de Las Pioneras, luego de enfatizar en que ésta es “una era de urgente necesidad”. La flamante intendenta afirmó que las policlínicas comenzarán a atender también los días sábado, al igual que se extenderán los horarios de atención de las Comuna Mujer a partir de marzo. Cosse puso fecha a la promesa de campaña sobre la conformación de un equipo especializado en violencia basada en género que opere en territorio: este quedará formado para junio del 2021.

La ingeniera también informó que ya se puso en contacto con la coordinadora de ollas populares para apostar por el apoyo alimentario, tras reconocer su “profundo respeto al esfuerzo ciudadano”. 

En su discurso remarcó como uno de los hitos de esta época a “una brutal revolución en el mundo del trabajo”. Uno de sus estandartes de campaña había sido la creación de 2.000 puestos de trabajo temporales, iniciativa que comenzará a partir del primer semestre de 2021. 

Cosse dedicó un fragmento de su discurso a la Unión de Clasificadores de Residuos (Ucrus), a los que prometió llegar a la cifra de cien motorizados, profundizando la iniciativa de la gestión de Daniel Martínez. A los 128 trabajadores de las cuatro plantas de clasificación de la capital les prometió garantizar condiciones de “trabajo digno”. Valoró además una propuesta del colectivo para recuperar los residuos de mobiliario y artefacto, a la que denominará Montevideo Integra y llamará a los vecinos a ayudar. 

A los operadores del Mercado Modelo les anunció que el próximo martes les comunicará la fecha de la mudanza hacia el nuevo Parque Agroalimentario. El traslado, que en un principio estaba previsto para el 3 de noviembre, fue postergado a pedido de Cosse el 21 de octubre –y según supo El Observador en base a fuentes municipales– la intención de la nueva administración es que se haga en febrero. 

En su oratoria de 20 minutos Cosse también criticó al gobierno de Luis Lacalle Pou. "Cuando uno atraviesa una crisis y puede mover perillas, lo puede hacer porque las perillas están, fueron creadas”, apuntó. 

"Nunca voy a creer que cuando pasan cosas buenas en Montevideo es gracias al gobierno de Montevideo y que cuando pasan cosas malas es por culpa de la gente. No es así", sostuvo la intendenta en relación a la gestión de la emergencia sanitaria por parte del Poder Ejecutivo. 

El paso a paso de Cosse

Cosse llegó a la plaza cerrada Las Pioneras sobre las doce del mediodía y fue caminando hasta el estrado, mientras saludaba a todo aquel que se le cruzaba por delante. Pero el encuentro más especial se produjo cuando saludó a su madre, Zulma Garrido, y a sus dos hijos: Ángeles y Rodrigo. 

Con su madre se dio un largo abrazo, mientras intentaba arreglarle el tapabocas, algo corrido. Ambas se tomaron de los brazos y se miraron por unos segundos. Después vino su hija, a quien le dijo que estaba “preciosa” y luego su hijo, a quien abrazó y dijo “te amo”.  

Además de su familia, en primera fila estaban las autoridades salientes –el ahora exintendente Christian Di Candia y Fernando Nopitsch–, otros exintendentes de Montevideo y algunos jerarcas del gobierno de Luis Lacalle Pou, como el ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, y la subsecretaria de Educación, Ana Ribeiro. 

También estaba el cardenal y arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla. 

Cosse se sentó al lado de su secretaria general, Olga Otegui, ingeniera agrónoma quien también la acompañó en el Ministerio de Industria (2015-2019), cuando ejerció como directora nacional de Energía y luego como subsecretaria, cuando Guillermo Moncecchi quedó al mando. 

Mientras todo eso sucedía, la organización se acercó a Di Candia para instalarle el micrófono de vincha con el que daría su discurso. “Parezco un presentador”, bromeó con Nopitsch. 

Di Candia se despidió de su cargo recordando sus inicios en la política, con un reconocimiento especial a Constanza Moreira y Daniel Martínez. También afirmó que había sido un honor ser intendente de Montevideo y despertarse todos los días “sabiendo que podía tomar decisiones que mejoraran la vida de la gente”. 

“Me voy orgulloso de que cada vez que estuvo esa línea delgada –que a veces en una firma es muy delgada– siempre tuvimos bien claro dónde pararnos”, reivindicó, mientras gran parte de los jerarcas de la administración Martínez lo escuchaban entre el público. 

Hasta ese momento una ausencia destacada era la del exintendente de Montevideo, Daniel Martínez. 

Cosse se transformó en intendenta luego de que Di Candia y Nopitsch firmaran las actas del traspaso de mando, bajo la supervisión del escribano de la comuna, Miguel Sturla. 

Ya investida, bajó del escenario y recibió el fuerte abrazo de Óscar Andrade, su socio en la alianza electoral con la lista 1001 –Partido Comunista y aliados– que la llevó al Senado. 

La cantante Cristina Fernández abrió el espacio artístico, seguida Eli Almic y Christian Cary, mientras que Ruben Rada y Gustavo Montemurro se encargaron del cierre. Quizás la canción más emblemática de la ceremonia fue Brujas (de Almic), con un mensaje reivindicador del feminismo y aguerrido contra el patriarcado. “Somos las nietas de todas las brujas que nunca pudieron quemar”, cantó y recibió varios aplausos de Cosse. 

Mientras la Christian Cary cantaba, Martínez llegó a Las Pioneras. Con tapabocas, vestido de jean y camisa de manga corta, entró al lugar y se paró al fondo, al lado de una tarima colocada para los medios de comunicación. 

El exintendente de Montevideo estuvo varios minutos parado solo, casi irreconocible luciendo una barba tupida debajo del tapabocas.

Según contó a El Observador, era el primer día que salía de su casa, después de hacer la cuarentena posterior a su llegada de Estados Unidos, donde estuvo de viaje en las últimas semanas visitando a una de sus hijas que vive en Washington. 

Martínez dijo que llegó tarde porque tuvo que llevarle el almuerzo a uno de sus nietos. Y una vez que terminó se demoró buscando lugar para estacionar. 

Cuando la organización se percató de su presencia, lo fue a buscar para llevarlo a un asiento –en primera fila al lado de Ricardo Ehrlich–. “De pesado no me iba a meter”, bromeó cuando lo invitaron a pasar. 

Ya sentado, recibió el saludo de varios jerarcas de su administración y otros dirigentes del Frente Amplio. Con Pablo Inthamoussu, por ejemplo, bromeó sobre su nuevo look. 

Martínez también tuvo la oportunidad de saludar a Mercedes Clara, su primera opción para acompañarlo en la fórmula presidencial en 2019. “Te veo bien, con barbita, todo”, le dijo ella entre risas y ambos se fundieron en un abrazo. 

Antes de despedirse, Martínez se puso a su disposición y ella le agradeció por la confianza. “Gracias por confiar en mí”, le dijo. “Sos buena persona, eso es lo importante”, recibió como respuesta por parte de Martínez. 

Ya de salida, el exintendente de Montevideo buscó a Cosse para saludarla. La encontró en un costado de la plaza, conversando con algunos integrantes de la Orquesta Filarmónica. Cuando lo vio, Cosse interrumpió a un hombre con el que estaba hablando para saludarlo. Ambos se dieron un abrazo. 

“¿Descansaste?”, le preguntó la flamante intendenta. “¡Fua, sabés lo qué!”, le respondió y se despidió con su clásico “vamo’ arriba”.