El barrio tira. Inspira, llama. El Desarrollador Inmobiliario Tanco -con una trayectoria de cuatro décadas- abordó dos proyectos en este último tiempo en el Prado, barrio en el que se criaron los tres socios que sentían un debe con esa zona de Montevideo. Así nació Cuaró, el proyecto recién terminado y que está comenzando a ocuparse.
“Acá en el estudio se dio una casualidad un poco curiosa: tanto Juan Pedro Tanco, Marcelo Guillermo Scorza como yo, somos del Prado. Siempre estuvo ahí latente hacer alguna cosa por el barrio y se fue dando la posibilidad. Hace un par de años empezamos a desarrollar dos proyectos: uno terminado y 100% entregado a principio de este año, y el otro, que lo terminamos hace unas dos semanas y empezamos las entregas (Cuaró)”, explicó Juan Francisco Cabrera, el más joven de los asociados. “Tenemos un lema que es hacer que el Prado sea más Prado; fortalecer las características que ya tiene”, ahondó.
El edificio Cuaró está ubicado en calle Carlos Solé, a una cuadra de Juan Carlos Blanco, donde funcionaban unos galpones al que acudían continuamente camiones en búsqueda de mercadería. La construcción cuenta con 30 apartamentos, de uno a tres dormitorios, “con mucho verde y mucho vidrio que le da un toque de modernidad y rejuvenecimiento”.
En ese sentido contó que quien no tenía terraza “aprendió a pedirla, porque en el imaginario colectivo quedó que viene bien una por si hay otra pandemia. Ojalá que no, pero la gente te pide una por si tienen que pasar encerrada. A su vez, hay quienes hacen su trabajo desde la casa y una terraza te da un poquito más de variedad de ambientes”, explicó Cabrera.
Una larga trayectoria
El arquitecto Juan Pedro Tanco formó el estudio en 1975 bajo el nombre Tanco Errea, Arquitecto; más tarde, en 1990, devino en Tanco Errea – Guillermo Scorza, Arquitectos, tras la incorporación de Marcelo Guillermo a la firma. En tanto, en 2008 se sumó Juan Francisco Cabrera: en la actualidad, él y Marcelo Guillermo son los socios directores, mientras que Tanco -tras su retiro de la actividad profesional- trabaja como socio consultor.
De su lado, Cabrera aseguró que su colega fue “uno de los primeros” en completar los estudios de MBA en el IEEM (Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo), camino que más tarde él mismo siguió. “Un poco a instancia de Marcelo me metí a hacerlo y la verdad que es un diferencial grande porque te da una visión empresarial que nosotros, viniendo de Facultad de Arquitectura, no tenemos. Es un complemento bárbaro para la profesión que te permite obtener una visión más de la empresa”, dijo.
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