Cuidado turistas: en Buenos Aires opera “la mafia de los taxis”

"La mafia de los taxis" en Buenos Aires sigue activa. Una técnica de estafa que funciona desde hace años continúa cobrándose víctimas desprevenidas en algunos puntos de la capital argentina. Y con el boom de uruguayos viajando a la capital por vacaciones de julio debido a las diferencias cambiarias que existen entre ambos países, en los últimos días algunos turistas se vieron afectados.

Un ejemplo es el caso de dos uruguayos que contaron a El Observador su experiencia con taxis de la terminal Retiro. Este miércoles a las 7 de la mañana los jóvenes llegaron a la estación de ómnibus porteña provenientes de Rosario, y subieron a un taxi ubicado a la salida. Tras una maniobra cinematógrafica, que incluyó dos taxis y una tercera persona desesperada pidiendo un viaje al hospital, los estafadores terminaron robándole alrededor de 700 pesos argentinos a los dos turistas uruguayos.

"Al subirnos al taxi, el chofer nos dijo que había varios cortes en las calles por lo que tendría que tomar un camino alternativo y dejarnos a dos cuadras de Buquebus", explicó uno de los jóvenes. Y agregó que el taxista tomó una calle poco transitada. "En un momento, empezamos a sentir un ruido (un pitido como el de una alarma de celular), y el chofer nos dijo: 'Voy a tener que frenar porque me está avisando que recalentó, sino se va a fundir el motor'".

El conductor frenó, apagó el auto y dijo que solo cobraría la bajada de bandera (4 pesos argentinos). Los jóvenes le dieron un billete de 10 pesos, como gentileza ante lo que creían era un gesto del chofer. "Lo miró y nos dijo que como no tenía la 'R', no nos podía aceptar el billete", contó uno de los viajeros, haciendo referencia a que los billetes de los turistas ya no estaban en circulación.
Enseguida que bajaron del coche apareció otro taxi y en él se dirigieron a Buquebus. El chofer utilizó el mismo que el anterior: que había cortes en las calles y que debería dejarlos a dos cuadras. Finalmente el taxista paró a seis cuadras de la terminal portuaria. "Ante esta situación nos empezamos a poner nerviosos porque nos dimos cuenta que algo raro pasaba", dijo uno de los muchachos.

El precio del viaje era 20 pesos argentinos. Sin embargo, el fichero no estaba encendido. Cuando pagaron con dos billetes de 10, el chofer dijo que esos billetes eran viejos. "Nos explicó que el gobierno había impreso billetes nuevos que se distinguían de los viejos por tener una R antes del código del billete". En ese momento, los turistas sacaron más dinero y empezaron a buscar billetes con la letra R. "No encontramos ninguno, y mientras tanto, el chofer nos enloqueció porque empezó a decirnos que teníamos que fijarnos, en vez de en la R, en los últimos tres números del código. Ese número tenía que ser alto, de 900 para arriba". Tampoco encontraron billetes con esas características.

El taxista se enojó un poco y se mostraba un tanto nervioso cuando dijo: "Muéstrenme sus billetes y yo les muestro los míos". Según uno de los jóvenes, "sacó un billete de 100 pesos argentinos que antes del número de serie tenía una R. Entonces, cometimos el gran error de, ante su pedido, darle nuestros billetes de 100". El chofer recibió 700 pesos, los dobló al medio y le puso una banda elástica "para revisar mejor los números".

"Mientras contaba, alguien golpeó el vidrio de la puerta muy fuerte y preguntó desde afuera si el taxi queda libre. Nosotros dijimos que sí desde adentro y para nosotros fue un alivio que aparezca alguien". El taxista, que había preguntado si tenían dólares, finalmente dijo: “Bueno, bájense y no me pagan, todavía me van a hacer perder este viaje”. Y devolvió los billetes con la banda elástica.

Cuando llegaron a Buquebus, los viajeros uruguayos constataron que los habían estafado, ya que solo uno de los billetes era de 100 y el resto eran de 2 pesos.

Antecedentes

Según un artículo del diario argentino Perfil, esta práctica de estafa en los taxis ya se realizaba en el año 2008, y tiene como principales víctimas a turistas o personas mayores, tanto en la terminal de Retiro como en el aeropuerto local de Aeroparque.

No es cierto que en Argentina haya billetes "viejos". Por lo tanto, el cuento del dinero vencido es falso y solo tiene como objetivo robar.