Gente enojada. Socios pidiendo asamblea. Gritos a los jugadores, insultos a dirigentes y entrenadores. La casa era un completo desorden. Danubio ardía. Las bromas en las redes sociales eran intolerables. Una semana después el hombre encargado de devolverle la paz a la tribuna abandona la cancha al trote. A su alrededor gente vestida de blanco y negro lo despide como un verdadero héroe al canto de "olé, olé, olé, Leo, Leo".
Día de paz en la franja
Danubio goleó 3-0 a Liverpool y su técnico Leo Ramos se retiró bajo el canto de la hinchada