Inés Guimaraens

Dos ONG y una triangulación para abastecer las ollas populares que el Mides defiende

Empatía Uruguay recibe los fondos del Estado pero los gestiona Uruguay Adelante

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16 de mayo de 2021 a las 05:00

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El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) hizo público el 15 de abril el convenio de cooperación con la organización Uruguay Adelante, a la que destinaría $ 65 millones para asistir a ollas populares y merenderos del área metropolitana. El entonces ministro Pablo Bartol lo valoró como “un apoyo histórico del Estado uruguayo a las ollas populares”, en el marco de su visita al depósito –por el Hipódromo de Maroñas– desde el que se distribuyen los alimentos.

El acuerdo ya estaba cocinado desde hacía casi un mes atrás. El 17 de marzo, Bartol había firmado la resolución para autorizar la compra directa por excepción. Pero, como informó Brecha el viernes 7, el acuerdo no se firmó con Uruguay Adelante sino con Empatía Uruguay, la asociación civil responsable del proyecto CanastasUY. Por eso, lleva la firma del presidente, Juan Martín Balsa, y el secretario Joaquín Izuibejeres. Lo hicieron a modo de favor hacia Uruguay Adelante que, al no tener personería jurídica, no podía asumir los derechos y obligaciones de un convenio con el Estado.

Ese mismo día, Empatía Uruguay –con personería jurídica desde el 23 de abril de 2020– había ingresado de manera formal al Registro Único de Proveedores del Estado, una condición requerida para cualquier emprendimiento que presta servicios para el Estado. Así consta en un chat entre Javier Fischer –contador a cargo de los números de Empatía desde su incursión en el rubro de las canastas alimenticias– y el hoy titular de Uruguay Adelante, Santiago Pérez Gazzano, según constató El Observador.

El trámite había comenzado la semana anterior, según demuestra la acreditación requerida por el banco Itaú. El 17 de marzo se oficializó el convenio, que se venía conversando desde diciembre. Pero al ser la persona jurídica responsable, tal como consta en la resolución firmada por el exministro Bartol, la destinataria de los montos del Mides fue Empatía Uruguay (Canastas UY). 

Esto significa que el Estado transfirió millones de pesos a una asociación civil a la que no hizo referencia el día del anuncio público.

Las autoridades del Mides no quisieron hacer declaraciones, pero varias fuentes consultadas defendieron la legalidad del convenio y señalaron que tiene férreos controles.

¿Quiénes tienen acceso a esa cuenta? Según explicó Fischer, él es el encargado de hacer las transferencias por los montos y a los proveedores que le detalla al cierre de cada semana el administrador de Uruguay Adelante, Gabriel Jauge. La cuenta es una caja de ahorro en Itaú, cuyo primer movimiento fue la transferencia del Mides de $ 32,5 millones el 25 de marzo, según consta en los datos proporcionados por Fischer.

Inés Guimaraens
El paso a paso de un convenio con el Mides: origen, cuentas y papeles de Uruguay Adelante

Al ser presidente y secretario respectivamente, Balsa e Izuibejeres podrían acceder a la cuenta si lo desearan, dado que la caja está a nombre de la persona jurídica que administran. No obstante, los dos aseguraron que no ingresan a la cuenta, y que quien queda a cargo de cada movimiento es el contador. El jueves aún quedaban por ejecutarse $ 2.386.000 de la primera partida. El segundo ingreso se hará dentro de dos semanas por otros $ 32,5 millones.

El plan de Uruguay Adelante era obtener su personería jurídica de modo de que Empatía Uruguay –vinculada al convenio para hacer un favor– pudiera retirarse. La organización elaboró el acta el 5 de marzo. Juntaron las firmas –se exigen 13 entre titulares y suplentes de comisiones Directiva y Fiscal–, y el trámite ingresó el 22 de abril a la Dirección General de Registros del Ministerio de Educación y Cultura. Sin embargo, debido a los plazos del trámite y a que la resolución de Bartol está vigente hasta el 31 de julio –hasta que se ejecute la totalidad de los $ 65 millones– parece difícil que Empatía salga del medio.

La forma que eligió el Mides de entregar los alimentos a las ollas de Montevideo, a través de una ONG –o dos– a diferencia de lo ejecutado en todo el territorio nacional, donde lo hace por convenios del Instituto Nacional de Alimentación (INDA) con las intendencias, fue punto de debate entre el oficialismo y la oposición.

Además, generó cuestionamientos del sindicato de funcionarios del Mides y de la Coordinadora de ollas populares, otra de las ONG que trabaja en el tema que sostuvo que “no hay razón de entender por qué tiene que tercerizarse” el aporte “a una organización que ni personería jurídica tiene”, tal como informó El Observador el 8 de mayo.
ONG amigas

La relación entre ambas organizaciones comenzó a través de Santiago Oitabén, secretario de Empatía. El empresario hizo de nexo entre los referentes de Canastas Uy y Pérez Gazzano. El último fue uno de los impulsores de la iniciativa para su creación en julio de 2020, aunque ya desde las primeras semanas de la pandemia puso a disposición su número para recolectar donaciones para ollas. En 2016 fue uno de los referentes del movimiento Todos por Dolores ante los destrozos del tornado.

El primer contacto entre ambas ONG fue en diciembre de 2020. Ese mes, Pérez Gazzano había presentado al Mides por tercera vez una propuesta de surtidos para ollas y merenderos. En las dos anteriores, la respuesta había sido negativa. La tercera captó el interés de la cartera. La directora territorial del Mides en Montevideo, Carolina Murphy, había destacado “el expertise y la capacidad logística” de Uruguay Adelante para lograr una “muy buena” relación calidad-precio.

“Logramos transformar lo cualitativo de que una olla llevara lo que tenga a mano de papas, más lo que consiga de arroz, lo que pueda encontrar de zanahorias, a empezar a lo cuantitativo”, dijo Pérez Gazzano. “No había una estructura lineal de decir: ‘Mantener una olla con los insumos básicos cuesta ‘tanto’”, explicó. Recurrió para ello a un método en que había incurrido en Todos por Dolores: “no usar plata sino proveedores”, apostando al volumen para conseguir precios más baratos.

Según consta en las planillas de transferencias semanales a las que accedió El Observador, los proveedores son Tienda Inglesa –a donde se canaliza el grueso de los montos–, Tres Arroyos, Exóticos Ltda., Molinos del Sol y Aserradadero del Sur –que brinda los palés para el almacenamiento–. “Ahí empieza lo de centralizar las compras que llegan a las ollas populares. No por un tema de que a Santiago (Pérez Gazzano) se le ocurrió decirle a todo el mundo qué comer, sino porque era viable”, aseguró.

Relación con Bartol

Santiago Pérez Gazzano trabajó en 2012 como docente en la Fundación Los Pinos, dirigida entonces por Pablo Bartol. “Te soy hipersincero. Fue de los mejores jefes que tuve y yo de los peores docentes que tuvo “, dijo a El Observador y aseguró que “nunca hubo una relación más allá del vínculo personal”. “Era un niño, tenía mucho ímpetu y vocación de colaborar, pero no era el docente que terminé siendo”, sostuvo el ahora referente de Uruguay Adelante. 
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