Ejemplos como dLocal

A Uruguay –quién diría– no se le da tan mal eso de criar unicornios. Hay mucho por hacer para aprovechar todo su potencial

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04 de junio de 2021 a las 05:00

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Y por fin sonó la campana. La empresa dLocal, nacida en nuestro país hace solo cinco años, ganó en la mañana del jueves su lugar en la historia. Abrió sus acciones al principal mercado financiero y se llevó mucho más de lo que fue a buscar. El ticker DLO con el que cotiza en Nasdaq no es una acción más. Es Uruguay en su mejor versión: el que quiere, puede y logra lo impensado. Es el esfuerzo de profesionales con visión y audacia, que no se creyeron los mitos de la escala, las distancias, las fronteras y demostraron que es posible, desde acá, formar empresas que aspiren al liderazgo en mercados globales hiper competitivos. Y tiene mucho para enseñarnos.

Desconocida por el grueso de los uruguayos, la empresa dLocal está más presente en la vida cotidiana de lo que muchos imaginan. Su plataforma facilita a gigantes como Amazon, Spotify y Uber, superar una de las barreras más difíciles a la hora de pensar en operaciones globales –en particular en países emergentes–, el cobro a los clientes con medios de pago provenientes de sistemas financieros muy diversos y con distintos niveles de desarrollo. Tres clics, unos cuantos números de tarjeta de crédito y listo, ese servicio de streaming está listo para ser disfrutado.

En setiembre del año pasado, se coronó como unicornio –empresa valuada en más de US$ 1.000 millones– , como un hito intermedio para el lanzamiento este jueves en la bolsa de Nueva York. Levantó US$ 200 millones de capital privado y alcanzó una valuación de US$ 1.200 millones. En poco más de ocho meses logró demostrarle a los mercados que no valía eso, sino cerca de US$ 9.500 millones al precio al que cerró su acción en su primer día de operaciones. 

No es el único unicornio uruguayo. PedidosYa, hoy propiedad de la alemana DeliveryHero, es una empresa nacida en Uruguay cuyas operaciones están valuadas en más de US$ 2.000 millones. No eligió el camino de la oferta pública, pero eso no le quita relevancia como caso de éxito. En aquel momento no se hablaba de unicornios, pero Starmedia fue un gigante que con su sede en Uruguay, en 1999 tocó también la campana de Nasdaq y se llevó los aplausos del mundo entero con una valuación que antes de entrar en su fase de declive, alcanzó los US$ 4.000 millones.

A Uruguay –quién diría– no se le da tan mal eso de criar unicornios. Tiene una industria tecnológica pujante y muy bien conceptuada en los principales mercados. Tiene talento, muy bien calificado y a precios competitivos. Y ha logrado generar cuadros directivos con visión global y hambre de mundo, capaces de insertarse en ecosistemas complejos, incluso desde el punto de vista cultural –un ejemplo es el desarrollo del mercado japonés por parte de GeneXus–. Como en otras disciplinas, en tecnología, Uruguay tiene éxitos que no se condicen con su tamaño ni con su autopercepción.

Hitos como el de dLocal arrastran consigo a todo el ecosistema tecnológico y el emprendedor del país. Es una tarjeta de presentación con externalidades positivas para todos los actores que juegan en el mismo equipo. Quizás las más favorecidas puedan ser las startups locales que puedan captar la atención de inversores dispuestos a buscar en las gateras nuevos dLocal por los cuales apostar. “¿Uruguay? ¿Qué empresa de clase mundial salió de Uruguay?”, me preguntó una vez el director de un fondo de capital de riesgo canadiense. Los casos de éxito atraen miradas y dan confianza a quienes desesperadamente buscan señales en medio de tanto riesgo e incertidumbre.

Uruguay tiene mucho para mostrar hacia afuera, pero también muchísimo que mostrar hacia adentro. Y ese es el principal aporte que puede darle dLocal a nuestro país. Para aquellos que hoy pelean las primeras etapas de su proyecto tecnológico, o aquellos que dudan entre la comodidad de un sueldo fijo y la temeraria decisión de emprender. El caso de dLocal debería llegar a oídos de todos. No solo de quienes tienen el perfil para la creación y el riesgo, sino principalmente de aquellos en su entorno, que en muchos casos son decisivos a la hora de acompañar o desalentar a los nuevos emprendedores.

Para que un proyecto salga de la fase de ideas y madure, no solo se necesita un equipo que se lo ponga al hombro. Debe contar con recursos que le allanen el camino en sus primeras etapas, cuando todo es más difícil, cuando experimentar, errar, pivotar y seguir probando, es un ejercicio necesario. Para eso se necesitan capitales, que no son los mismos que salió a buscar dLocal o los que consiguió PedidosYa.

El capital semilla es fundamental para aumentar el número de potenciales dLocal. Y en eso Uruguay está rezagado. Agencias como ANII y ANDE se convirtieron en actores centrales para el ecosistema emprendedor. Pero el financiamiento de nuevos proyectos no puede recaer por completo en subsidios públicos. No solo porque no hay recursos para todos –o los hay, en menor o mayor medida, en relación a la etapa del ciclo económico–,  sino porque un inversor privado puede darle a un proyecto muchísimo más que capital y puede ser crucial en sus etapas tempranas para viabilizar su crecimiento.

Los inversores locales tienen el desafío de aprender a identificar oportunidades en el ecosistema emprendedor y lidiar con los desafíos particulares –y las expectativas asociadas–  que implica acompañar esta clase de proyectos.

La salida en bolsa de dLocal también nos recuerda la importancia de contar con un mercado de capitales capaz de brindarle oportunidades, ya no a los proyectos que nacen sino a los que buscan expandirse en sus etapas más avanzadas. Uruguay no cuenta con una bolsa de valores pujante, que invite a las empresas –no solo locales sino también de la región– a abrir su capital. Hay desafíos regulatorios que atacar. Pero sobre todo, falta voluntad política.

El Estado no lo puede hacer todo, pero sí puede hacer mucho. Puede fomentar y empujar a los privados a que asuman el riesgo de crear. Propiciar los espacios de encuentro entre los múltiples agentes involucrados en el ecosistema. Y convertirse en un aliado en lugar de un obstáculo más para las empresas que nacen. Entender que un proyecto exitoso empuja al país, generando empleo de calidad y trae consigo nueva inversión y oportunidades para todos.

Uruguay tiene mucho que demostrarle al mundo. A veces, es cuestión de levantar la cabeza y animarse a mirar más lejos. Ejemplos como dLocal demuestran que desde acá, se puede.
 

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