El 4,3% de los niños uruguayos menores de 3 años pasa hambre

Cerca de la mitad de la población sufre algún tipo de inseguridad alimentaria en cuanto a la cantidad y a la calidad de los alimentos

Tiempo de lectura: -'

13 de mayo de 2015 a las 09:59

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

El 4,3% de los niños uruguayos de entre 0 y 3 años pasa hambre y el 41,5% padece algún tipo de inseguridad alimentaria, según la Encuesta Nacional de Salud, Nutrición y Desarrollo infantil (ENDIS), que se presentará la semana próxima.

En la tarde de este martes comenzó el ciclo de conferencias en la Intendencia de Montevideo en el marco de Día Municipal del Alimento Saludable. Allí se presentaron los primeros datos de la encuesta, cuyo informe completo accedió El Observador días atrás.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) define la seguridad alimentaria como la situación en que las personas tienen acceso tanto físico como económico alimentos nutritivos suficientes como para satisfacer sus necesidades y sus preferencias.

En Uruguay, el informe revela que el 28,3% de los niños de 0 a 3 años padece de inseguridad alimentaria leve; el 8,9% tiene inseguridad alimentaria moderada, y el 4,3% pasa inseguridad severa o hambre, señala el informe. Esto implica que cerca de la mitad de estos niños (el 41,5%) tiene dificultades para acceder de forma segura a una cantidad y calidad suficiente de alimentos.

El censo de 2011 señala que en Uruguay hay 44.613 niños de entre 0 y 3 años. Por lo que, el hambre afectaría al 1.918 menores; otros 3.970 sufrirían inseguridad alimentaria moderada y otros 12.625 tendrían inseguridad alimentaria leve.

La inseguridad alimentaria leve implica que la familia debe hacer ajustes en el presupuesto del hogar y lo que disminuye en primer término es la calidad de lo que se consume, ya que empiezan a conseguir alimentos menos variados. Cuando pasan a tener inseguridad moderada, empiezan a limitar también la cantidad de alimentos, diminuyen las raciones o se saltean comidas.

La FAO explica que cuando se alcanza la inseguridad severa el hambre ya no se puede satisfacer, y afecta a los niños luego de que ya afectó a los adultos, debido a que los menores suelen ser protegidos por sus madres.

El porcentaje de familias con inseguridad alimentaria aumenta conforme disminuye el nivel socioeconómico. Si se toman en cuenta los hogares pobres, el 67% de las familias tiene algún tipo de inseguridad alimentaria. En los hogares que no son pobres la cantidad disminuye a 32%.
Luego, en los niveles de indigencia, el 82% de los hogares registró algún tipo de inseguridad alimentaria.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.