El miércoles había movimiento de vendedores en los alrededores del Estadio Atahualpa, pero pocos compradores. El jueves amaneció diferente, con multitudes, en su mayoría vestidos con la camiseta de Ecuador, que le dieron a los alrededores del escenario del partido un marco diferente.
Fueron miles de aficionados que llegaron a lo largo del día a las boleterías del Atahualpa para retirar la entrada para el partido Uruguay-Ecuador, para el que tenían un ticket provisorio. Esto motivo que en la esquina del hotel de Uruguay, que está ubicado a 200 metros del estadio, se observara por primera vez un camión de la Policía y mayor seguridad en los alrededores.
El periodista de El Observador se sorprendió cuando la Policía intimidaba a uno de los vendedores callejeros. Ante la consulta de por qué la actitud, otros de los vendedores explicó: “Lo que sucede es que los que revenden entradas están camuflados como vendedores de banderas y camiseta”.
En Ecuador no está prohibida la reventa de entrada, lo que no está permitido es que la ganancia del intermediario supere el 10% del valor del boleto.
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