Con una fiesta en el Cívitas, el Atlético borró al Real y fue dueño de Madrid

El Cívitas Metropolitano estuvo repleto: 69.082 espectadores marcaron la cifra récord de personas que se acercaron a vivir el apasionante clásico madrileño.

Partido muy completo el del equipo del Cholo Simeone. En el amanecer del encuentro, cuando todo se estaba acomodando, Samuel Lino metió un gran centro a Morata, quién se desmarcó muy bien y cabeceó para abrir el marcador. Golpeó desde el arranque el Atlético de Madrid.

El cuadro local comenzó a replegarse en defensa tras adelantarse en el marcador y apostó a contraatacar. Samuel Lino en ataque hizo desastre por la banda izquierda ya que le dieron tiempo y espacio. El brasilero abrió en la banda con Saul que la pinchó al área, superó a David Alaba y Fran García no cerró a tiempo, lo que aprovechó Antoine Griezmann que apareció en soledad en el corazón del área y otra vez de cabeza marcó el 2-0. 

El Atlético de Madrid tuvo menos gente en ataque pero mejor ubicada. El Madrid intentó romper por dentro el muro defensivo del "Atleti", que cubrió muy bien las amenazas ofensivas por las bandas, por lo que el equipo visitante tuvo que recurrir a los remates de larga distancia.

El equipo de Ancelotti no logró profundizar con pelota dominada y optó por los pelotazos largos a Jude Bellingham, que fue consumido por los tres centrales del Atlético. El elenco del Cholo estuvo mucho más determinante y punzante por las bandas tanto con Nahuel Molina como con Samuel Nilo.

Griezmann manejó todo en ataque. El partido se jugó como quiso el Atlético. Generó ataques de calidad y aprovechó la falencia defensiva de Fran García. El Madrid estuvo muy vulnerable en defensa y a su vez no pudo atacar con claridad ya que no tuvo un dueño y líder en ofensiva. No apareció en acción Bellingham, quién estuvo muy bien marcado, y tampoco Luka Modric.

Ante esta situación, el Real apostó a los tiros desde fuera del área para intentar atacar y le fue efectivo: tras el rechazo de un centro, Toni Kroos recortó en la puerta del área y sacó un bombazo para descontar. El equipo visitante encontró un gol de oro que le brindó más confianza y aumentó el ritmo en el cierre de la primera mitad para intentar el empate

No obstante, el Madrid comenzó el segundo tiempo de la misma manera que el inicio del partido: dormido. Apenas 40 segundos de la segunda mitad, se repitió la misma fórmula de los dos goles. Fran García otra vez no cerró en defensa y Morata apareció a espaldas de Alaba para poner el 3-1 de cabeza. Llamó mucho la atención la nula reacción de García ante la aparición del delantero.

El equipo de Simeone contó con una buena actuación de Saúl, quien estuvo muy preciso con la pelota y se asoció muy bien con Griezmann. El plan del Atlético fue claro: que el Madrid no juegue por dentro y que no se meta en el área. El Real apostó a los tiros de larga distancia, vía por la cual llegó el gol de Kroos. 

Con el correr de los minutos, los de Ancelotti comenzaron a acorralar a su rival y empezó a encontrar pases para poner a Bellingham y Rodrygo de cara al arco, en parte también por el cansancio del Atleti. Sin embargo, siguió intentando con los tiros de larga distancia porque se hizo impenetrable la barrera defensiva compuesta por Mario Hermoso, Josema Giménez y Stefan Savic. 

Los cambios efectuados por el Cholo fueron muy efectivos, tanto el de César Azpilicueta en defensa como los de Memphis Depay y Ángel Correa en ataque.

El Atlético estuvo muy sólido en defensa e impidió que el Madrid juegue con comodidad. Tapó todos los huecos y lastimó mucho en ataque ante las falencias del Real Madrid atrás. Fue paliza táctica de Simeone en los primeros minutos y después se equilibró un poco, pero terminó con un triunfo más que merecido para el Colchonero.

Los del Cholo Simeone se quedaron con el clásico de Madrid en el Cívitas Metropolitano y le dejó vía libre al Barcelona y al Girona para que lideren LaLiga en soledad.