Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 serán recordados como aquellos en que 3.000.000 de uruguayos remaron a la par de dos jovencitos, que en su estreno olímpico superaron las expectativas y clasificaron a una final olímpica como no ocurría desde 1952.
Bruno Cetraro (23 años) y Felipe Klüver (21), dirigidos por el entrenador argentino Osvaldo Borchi (68), generaron una cercanía con los uruguayos –con su actuación del otro lado del mundo– como no se recuerda en el remo.
Muy poquitos podrán mantener presentes lo que ocurrió en Helsinski 1952 cuando Uruguay conquistó las últimas medallas en este deporte, y la repercusión se resumía a fotos y títulos en diarios. Un grupo más numeroso, lo que consiguió Jesús Posse en Seúl 1988 (11° en el mundo) que llegó a través de la televisión, otros podrán decir que siguieron la campaña de Rodolfo Collazo (tres veces olímpico en 2004, 2008 y 2012 e inspiración para los remeros actuales), pero la mayoría podrá afirmar que durante tres noches se sentaron frente al televisor, el teléfono, la computadora o algún dispositivo en el que podían ver un video o una transmisión en vivo para sentir que remaban con Cetraro-Klüver, en el repechaje, en la semifinal A/B y en la final A.
Las repercusiones del éxito del doble par peso ligero de Uruguay se puede medir en números. El post que escribieron en sus redes sociales (Twitter e Instagram) tras la última carrera, recibió más de 25.000 me gusta, y también fueron saludados por Luis Suárez y otras figuras del deporte uruguayo.
Cetraro y Klüver dejaron el anonimato del deporte amateur, consiguieron un diploma olímpico y corrieron la final en su especialidad. Elevaron el listón del remo y generaron un nuevo escenario.
La primera reacción de Cetraro, después de bajarse del bote tras correr la final fue: “Este es el inicio del camino rumbo a París 2024 de este bote y vamos a tratar de hacer grandes cosas en París”.
El impulso que genera el camino que recorrieron hasta ahora los lleva a imaginar que después de Tokyo 2020 vendrá algo mejor. Para que eso ocurra ya no alcanzan las ganas, sino la forma en que continúan con su preparación.
“La evaluación es muy buena, porque haber llegado a una final de los Juegos, especialmente hoy (ayer) cuando voy a ver otras finales y me encuentro con que Australia queda sexta, Estados Unidos fuera de la definición, que Inglaterra alcanza una sola medalla, que Alemania que iba en fija a ganar la medalla de oro con su singlista termina corriendo la final B... Hay que valorar un montón de situaciones, porque es súper difícil estar aquí. Fijate que nos metimos en la final A por una centésima. Eso nos cambió todo”, resume el entrenador Borchi.
“Fue fantástico lo que vivimos”, explica. “Fuimos, lejos, el mejor equipo de Latinoamérica, y con un décimo o menos de la inversión que puede hacer el resto. Fue increíble el reconocimiento del mundo, y mucho más increíble el gran premio que recibimos de la gente en Uruguay. Porque ese premio de haber movido a un país, que durante cuatro días habló de remo, es algo que nunca pasó”, agrega.
Borchi tiene 19 medallas de oro a nivel panamericano en más de 30 años como entrenador, campeones del mundo juvenil y sub 23, con Uruguay consiguió 15 oros en Sudamericanos, pero a nivel olímpico, con este bote celeste logró su mejor actuación con el sexto puesto. Antes contaba un séptimo lugar en Barcelona 1992.
El tema es el día después. ¿Cómo sigue? “Llegamos el lunes y en una semana hay que ponerse a entrenar porque el programa general de entrenamiento continúa. Con Felipe (Klüver) y otros 11 remeros (seis mujeres y seis hombres), vamos a los Panamericanos de la Juventud, en Cali, en noviembre. Bruno seguirá en single y doble para el Sudamericano del 19 y 20 de diciembre, en Paraguay”.
“Ahora empezamos a trabajar en single, porque debemos iniciar una etapa de preparación individual para mejorar. Tenemos que crecer individualmente para luego crecer en el equipo”, dice.
Quien crea que Cetraro y Klüver se ganaron el bote para los próximos Juegos, no conocen a Borchi. “La idea es mantener este equipo para París 2024, pero si aparece alguien mejor que Bruno o Felipe se sienta ahí (en el bote). Acá nadie está atornillado a un bote, por tanto si en la próxima evaluación, el que viene es mejor, estará en el bote. En esto todo los saben muy bien: si te acomodás, perdés”.
El entrenador apunta a algunos detalles que tienen que marcar lo que viene.
“Tenemos que sentarnos a organizar y planificar, mejorar un montón de condiciones. No podemos seguir barriendo con la escoba, tenemos que utilizar una aspiradora, y esto lo digo en sentido figurado. Necesitamos mejorar las condiciones. Eso no garantiza que vas a ser medallista o llegar a la final de los próximos Juegos porque hay países que con inversiones millonarias quedaron afuera. Solo te garantiza recorrer el camino adecuado”.
Borchi explica que necesitan respuestas ya. “Respuestas tan elementales, algunas que están en marcha, como hacer un galpón en el lago (Calcagno, donde está la sede de la Federación de Remo). Necesitamos cuidar los materiales, que tenemos y que tanto cuesta conseguir. Hoy los botes los tenemos bajo un techito de zinc (a la intemperie), y se deterioran. También necesitamos que la federación tenga su propio gimnasio, su propio ergómetro. Para que podamos crecer, que esto no se reduzca solo a Bruno y Felipe”, dice.
Finalmente apunta una anécdota. “El otro día, después que terminamos, había dirigentes y otras personas y dije: ‘Vengan, vengan’. La primera pregunta fue: ‘¿Para la foto?’. ‘No, para la foto no’. Yo no tengo pelos en la lengua, me tiene sin cuidado si me corren o no me corren, porque diciendo la verdad no estás insultando ni faltando el respeto a nadie. ‘Las necesidades básicas se deben mejorar ahora mismo, no después. No estoy para ‘todo se va a arreglar’, porque no tengo edad para que se solucione en cinco años. A mí me gusta que las cosas salgan, pido más, pido más, y damos lo mejor. Le agradezco a la Secretaría Nacional del Deporte y al Comité Olímpico Uruguayo, pero necesitamos continuidad, que no sea una solución parcial. Esto debe tener continuidad porque es allí donde está el éxito. Por eso digo, basta con barrer con una escoba, utilicemos una aspiradora. Demos el paso”.
Borchi, quien está radicado en Carmelo, y se instaló en Montevideo para dirigir a la selección, profundiza en su proyecto de selecciones de remo para que lo que ocurrió en Tokyo sea más frecuente en su deporte.
Para estos Juegos Olímpicos, la Secretaría Nacional del Deporte aportó $ 17.000.000 (US$ 378.000) para todos los deportes, informaron desde el gobierno. Además, los 11 deportistas olímpicos de Uruguay recibieron dinero en efectivo por el acuerdo que la Secretaría firmó con INAC, el BROU le dio una tarjeta con efectivo para los deportistas. Antel un celular y línea libre en Japón . Banco de Seguros apoyó a algunos deportistas. También tienen becas militares y becas olímpicas que ayudan a los deportistas en su preparación.
Al remo, la Secretaría le regaló el bote con el que Uruguay compitió en Tokyo 2020, cuyo costo es de 20.000 euros. Además, el gobierno había acordado que Cetraro-Klüver irían directo desde Tokio al Mundial de remo de China para prepararse durante un mes y medio, pero el torneo se suspendió.
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