Diego Battiste

El centro que la oposición no cabecea y que el FA sí aprovecha

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17 de mayo de 2019 a las 09:55

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Mi nombre es Gonzalo Ferreira, soy editor jefe de El Observador y, como sos suscriptor Member, te envío esta newsletter Decisión 2019 que busca analizar lo que pasó en la semana al ritmo de la campaña electoral.

 

La gente “vota con el bolsillo” y los números empeoran, pero la oposición no juega allí

 

“A la oposición la economía le levantó un centro y está por verse si lo va a cabecear”

Guillermo Tolosa, director ejecutivo de Ceres

 

Todas las encuestas marcan que las principales preocupaciones de la ciudadanía son seguridad y educación. La mayoría de los candidatos opositores centraron su discurso en esos dos temas. Jorge Larrañaga lidera una reforma constitucional por el primero; Ernesto Talvi, Pablo Mieres, Larrañaga y otros tantos no paran de hablar de la necesidad de un acuerdo educativo entre todos los partidos antes de las elecciones de octubre.

Es verdad que en esos dos asuntos se va la vida del país. Pero, ¿las elecciones se ganan con pedidos de mejorar la enseñanza y críticas a las políticas de seguridad del gobierno?

La evidencia empírica de cientos de elecciones, en Uruguay y en el mundo, demuestra que –como bien instaló en el imaginario colectivo la frase de la campaña presidencial de Bill Clinton de 1992– es “la economía, estúpido” lo que define las elecciones.

En la última presentación de Ceres, su director ejecutivo, Guillermo Tolosa, dedicó tiempo a analizar este asunto. Su razonamiento parte de la base de que la economía uruguaya está estancada, que el próximo dato del PIB probablemente confirme el ingreso en una etapa de recesión, que desde 2014 el empleo está cayendo en forma sistemática (el jueves se conoció un nuevo dato en ese sentido) y que la inversión ha descendido a niveles muy bajos.

“Se ha instalado en Uruguay una psicología de pesimismo, de cautela. Una psicología de recesión”, dijo. Además, recordó que los ciclos negativos demoran en cambiar porque “es muy difícil cortar el círculo de expectativas” y mucho más en Uruguay, donde las recesiones demoraron muchos años en revertirse porque no existe la posibilidad de usar “cortafuegos tradicionales”, como la política fiscal o la monetaria.

Con ese escenario se podría pensar –y de hecho así lo muestran todas las encuestas– que el Frente Amplio la tiene difícil para las elecciones de fin de año. En Uruguay nunca un candidato oficialista logró ganar estando el país en recesión. “Lo más importante es cómo la gente percibe la situación económica”, dijo Tolosa.

Con esta serie histórica sobre confianza en la economía (con base en Equipos), el director de Ceres reforzó esa tesis.



Esta semana se conocieron varias encuestas, que más abajo repaso. Pero una placa que presentó Cifra en canal 12 refleja parte del problema para la izquierda, que hoy tiene 14 puntos menos de intención de voto que a la misma altura hace cinco años.


Sin embargo, blancos y colorados tampoco logran capitalizar esa situación (de caída del FA y problemas económicos) en intención de voto para el bloque opositor sumado.

La gran pregunta es si el FA podrá, por primera vez, romper con la regla de que ningún candidato gana con la población percibiendo una economía deteriorada.

Lejos de esconderlo, el Frente Amplio lo encara y se apropia del tema económico. En una columna, a comienzo de año, abordé lateralmente el asunto por un afiche en el que el FA marcaba como un diferencial propio la “estabilidad” para “seguir creciendo”.

Lo que hace 15 años era una debilidad para la izquierda (Tabaré Vázquez tuvo que acercarse a su archienemigo interno Danilo Astori en 2004 y mostrarlo como su futuro ministro de Economía para dar tranquilidad a los mercados) hoy es una fortaleza. Es real que el FA logró demostrar que dio estabilidad y potenció el crecimiento de la economía, que ya había comenzado a levantar cabeza durante el final del gobierno de Jorge Batlle.

Y en esta campaña, al igual que en las anteriores, lejos están las consignas históricas de la izquierda más radical o las propuestas para “sacudir las raíces de los árboles”.

En la charla de Ceres, Tolosa mostró un cartel más reciente que por estos días puede verse en las calles, sobre todo en las zonas de la costa capitalina:

¿Por qué es el FA el que se apropia de la economía como eje de campaña? Parece una movida muy inteligente. Llegaron antes al asunto y lo tomaron como propio para darlo vuelta. La gente percibe que la economía está cayendo, pero en la izquierda sienten que tienen espalda para sostener el tema en campaña.

Es verdad que la oposición se la está haciendo fácil. Hablan poco del asunto, o lo abordan solamente desde las cuentas públicas y el cuidado fiscal, algo que al ciudadano común no le llega. No es un tema central, salvo excepciones.

Una de ellas es Juan Sartori, que abordó con fuerza el asunto con su propuesta de los 100 mil puestos de trabajo. Es demagógica en muchos aspectos, pero efectista para buena parte del electorado que está preocupado por el empleo. Según lo que muestran (ahora casi todas) las encuestas, mal no le va con ese discurso.

Talvi, con su cambio de estrategia, empezó a priorizar este asunto y se muestra como “economista”. Lo que le falta es una idea potente que prenda con más fuerza en algunos sectores a los que por ahora no llega su discurso y que no lo conocen.

El que la tiene más difícil es Luis Lacalle Pou. No es que haya esquivado el asunto de la economía, por el contrario su propuesta más sonada es el “shock de austeridad”. Pero como es el favorito dentro de la oposición le pesa más la responsabilidad de construir un clima favorable que el impulso a criticar al gobierno por el deterioro de la economía. Su filosofía es que el crecimiento va de la mano de “la confianza en el futuro”, según declaró. “Si hay una onda de que el futuro no va a ser mejor, entonces, ¿qué estímulo tiene para un tipo que labura, que emprende, si le decimos que los próximos cinco años van a ser chaucha?”, dijo en una entrevista con El Observador en febrero.

Si hay algo que es casi unánime en el discurso opositor es tratar de minar la idea de que el Frente Amplio seguirá otorgando “estabilidad”. Para eso se agarran del concepto –un tanto mentiroso– de que Danilo Astori no estará más. Julio María Sanguinetti (pero también Mieres y Talvi) insiste en la idea de que el FA, con un Astori disminuido, deja "un misterio y una aventura audaz”. Martínez aseguró que si gana, aunque Astori no será el ministro, seguirá su línea de gestión.

¿Por qué, pese a todos estos matices, blancos y colorados no enfocan más su campaña en la economía? Para Tolosa, “es entendible que la oposición no hable del crecimiento económico” porque “hay una crisis mundial y regional de la marca liberalismo”.

En Uruguay, además, la izquierda no solo ha ganado en las urnas. También ganó varias batallas culturales, entre ellas la de tener la autoridad moral para poder cuestionar (y hacer mella con sus cuestionamientos) a quienes hagan o propongan cosas que no le gusta.

Pero la evidencia parece clara: si blancos, colorados y otros eventuales aliados no logran mostrar propuestas económicas –pero sobre todo un proyecto– que le dé a la gente la seguridad de que enderezarán un barco que hoy parece empezar a torcerse, les será mucho más difícil ganar la elección.

Monitor de encuestas: lo importante son las tendencias

Esta semana el monitor de encuestas viene cargado de novedades. La interna blanca está sacudida por los sondeos. Si bien hay estabilidad en el primer puesto, la pelea por el segundo lugar es un cabeza a cabeza entre Jorge Larrañaga y Juan Sartori.

Pero, como te digo siempre, más que la foto que tome cada encuesta en particular, lo importante es la tendencia.

 

En el gráfico de aquí 👆 podés elegir cada encuestadora y ver la evolución de cada candidato. Luego de una pequeña caída a principios de año Lacalle Pou se mantiene estable y despegado del resto.

No hay muchos elementos para concluir que el líder de Todos haya perdido votos a manos del empresario.

Tampoco se ve aún una caída abrupta de Larrañaga. Todo está dentro de los márgenes de error de cada encuestadora.

Pero el sacudón está dado por el crecimiento de Sartori que, según todas las encuestas, ya empató a Larrañaga en el segundo lugar. ¿Se frena o sigue de largo? Para seguir creciendo tiene dos opciones: quitarle votos a Lacalle y/o a Larrañaga o aumentar la pecera blanca. Por ahora ninguna de las dos se está dando.

En el resto de los partidos políticos no hay grandes cambios (salvo en el caso de Radar, que da a Talvi por encima de Sanguinetti). Todos esos datos están en el monitor.

¿Y mirando hacia octubre? Hay algunos cambios, pero ninguno estadísticamente significativo. Lo que sí se ve tanto en Equipos como en Cifra es una pequeña caída del FA y un pequeño crecimiento del Partido Nacional. Eso lo ves en la pestaña “Evolución” del monitor.

 

Campañas sucias y asesores extranjeros

Marcelo Morillas

Hace un par de semanas tuvimos el episodio de las noticias falsas sobre un libro de Lacalle Pou que analizamos acá.

Esta semana nos enteramos de que la cosa se puso más sucia y el enchastre llegó a Whatsapp, de la misma manera que pasó en otras campañas del mundocomo en las de Estados Unidos y Brasil.

En esta otra nota te contamos cómo se construye una campaña sucia y queda claro que es muy difícil llegar a quien está detrás de esas operaciones de enchastre.

Candidatos de todos los partidos firmaron hace dos semanas un compromiso contras las noticias falsas, pero la desconfianza crece entre algunos de ellos.

En ese sentido, durante varias semanas, los periodistas de El Observador Guillermo LosaNatalia Gold y Santiago Soravilla investigaron qué asesores están detrás de la campaña de Sartori y lograron comprobar que el asesor que su comando quiere ocultar es Juan José Rendón, un peso pesado de la comunicación política latinoamericana y conocido como el “mago de la propaganda negra”. Rendón no ha venido a Uruguay, pero sí lo hizo su mano derecha, Avidel Villarreal. Rendón se negó a hablar sobre cómo ve a Sartori.

 

La Mesa Chica y un ping-pong con Antía

El podcast que Gonzalo Charquero realiza para analizar la campaña política esta semana sumó una espacio distendido con los candidatos: el primero en participar del ping-pong de preguntas y respuestas fue Enrique Antía. Escuchá acá La Mesa Chica.

 

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