Diego López tiene muy claro que este clásico es diferente porque se juegan mucho. Más allá de que falta todo el Clausura, Peñarol ha dado demasiadas ventajas en este Intemedio que –por suerte para sus intereses–, no siempre fueron aprovechadas por sus rivales quienes ya lo podrían haber pasado incluso en la Tabla Anual.
Aquellos cinco puntos de diferencia al terminar el Apertura sobre el rival eterno, hoy son dos y de perder el clásico, ya la diferencia quedará a favor de Nacional.
Los futbolistas de Peñarol conocen de memoria lo que les plantea desde hace más de un año el técnico Diego López.
En ese contexto, han sabido ganar mucho en lo local, y el gran debe –una temporada más– pasó por lo internacional en donde quedaron eliminados de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana.
De todas maneras, en el plantel son conscientes de que últimamente el equipo no ha dado en la tecla por más que se ha trabajado a destajo en las práctias de Los Aromos.
El gran fuerte que tuvo Peñarol en su andamiaje táctico han sido las bandas. Brian Rodríguez e Ignacio Lores lograron hace la diferencia en varias ocasiones en el Torneo Apertura que fue ganado por los aurinegros.
Ya sin el primero de los nombrados, el planteamiento de los aurinegros fue diezmando en cuanto a rendimiento. Su ausencia se siente mucho porque le daba un vértigo especial de mitad de cancha hacia arriba.
Si bien no se trataba de un futbolista goleador, jugaba y hacía jugar a sus compañeros. Tanto él como Gabriel “Toro” Fernández son los que más se extrañan.
Uno de los fuertes del año pasado de este equipo dirigido por Diego López, también se vio reflejado en el Apertura: los goles de pelota quieta.
En ese torneo en el que Peñarol dio la vuelta, el equipo convirtió nueve tantos por esa vía, incluyendo tres de penal.
Ya en el actual Torneo Intermedio esos guarismos bajaron muchísimo. Peñarol no jugaba igual, y en varios encuentros no contó con su figura fundamental: el capitán Cristian “Cebolla” Rodríguez.
Ande bien o mal, una cosa es Peñarol con el Cebolla y otra muy distinta sin él en la cancha.
Debido a ello es que hizo un trabajo que duró exactamente un mes para ponerse a punto físicamente y mejorar de su lesión del sóleo.
No en vano, los tres encuentros en los que no estuvo (Defensor Sporting, Juventud de Las Piedras y River Plate), el equipo no ganó ninguno de ellos y solo consiguió dos unidades de nueve.
El gran debe que tiene este equipo de López que antes no tenía, son los goles que ha recibido en esta temporada de pelota quieta.
En el Apertura recibió seis –contando un penal–, tres más llegaron en las copas internacionales, y otros dos en el Intermedio, casualmente, en el mismo partido ante Defensor Sporting. Fueron 11 en total. Demasiados.
Aunque suene raro o parezca mentira, por más experiencia y buenos nombres que tiene Peñarol en la zaga central con Fabricio Formiliano y Rodrigo Abascal (o incluso el juvenil Enzo Martínez quien ya jugó tres clásicos de los que ganó dos y empató uno), a quienes hay que incluirle a Kevin Dawson, de gran seguridad en el arco, ese es uno de los puntos débiles de este equipo que antes no existía y que de no cuidarlo ante Nacional, puede ser el gran canal por el que puedan llegar los goles del rival.
López lo ha trabajado mucho, pero como sucede a veces, las cosas no siempre salen como están previstas y eso es lo lindo que tiene el fútbol.
Los rendimientos de Ignacio Lores –como volante externo–, el doble cinco de Guzmán Pereira y Walter Gargano, el peso específico en ofensiva de Lucas Viatri, más lo que apuedan aportar –seguramente en el segundo tiempo– el Cebolla Rodríguez y Gastón Rodríguez, más las atajadas de Dawson, son los puntos altos de este Peñarol.
Depende de cómo se dé el partido, se puede dar el debut clásico del Facundo Pellistri, quien puede desnivelar con su velocidad.
López puede sorprender con Giovanni González como volante. ¿Lo pondrá allí? En su mente está el hecho de no perder y eso puede ser un búmeran.
¿PUEDE HABER UNA SORPRESA TÁCTICA?
Diego López ha probado en el equipo titular a Giovanni González como volante por derecha, aunque también en su puesto habitual de lateral derecho. Ya en el Torneo Apertura, utilizó a Rodrigo Rojo como volante por afuera aunque por izquierda. No sería extraño que el DT carbonero finalmente se decante por esta fórmula un poco más defensiva que lo habitual.
6 clásicos ha dirigido Diego López en los 14 meses que lleva en el club: ganó tres, empató tres y no perdió.
LA VUELTA TAN ESPERADA DEL CEBOLLA
Después de un mes exacto fuera de las canchas, para este domingo estará pronto para retornar Cristian “Cebolla” Rodríguez. Le falta competencia, pero la puede suplir con su oficio en un partido al cual está muy acostumbrado a jugar. De todas maneras, Diego López no lo colocará de entrada y el capitán aurinegro deberá esperar ansiosamente en el banco.
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