El comercio con China, los Derechos Humanos y la posición de los candidatos

Pero el principismo y el pragmatismo no siempre corren en paralelo. De cuando en cuando, surgen debates que cuestionan hasta dónde se puede ser principista en un mundo en el que la billetera manda. El caso paradigmático durante los últimos años ha sido la fecunda relación con China.

En los últimos años China se convirtió en el principal socio comercial de Uruguay, condición que mantuvo en 2018, con el 26% de las exportaciones y con montos de exportaciones de US$ 2.328 millones, según el informe de 2018 de Comercio Exterior de Uruguay. 

En tanto, las denuncias a China por no respetar derechos de minorías ante organismos internacionales y por parte de organizaciones civiles ha sido continua. 

Hace exactamente un año, la organización defensora de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció detenciones masivas y sin motivo alguno de musulmanes por parte del gobierno chino. Las presuntas víctimas de detenciones ilícitas residían en la región de Xinjiang y según la organización fueron torturados y protagonistas de una campaña de abusos. En julio de este año, más de una veintena de países presentaron una queja formal ante las Naciones Unidas en la que exhortaban a China a que dejara de violentar los derechos humanos de los musulmanes.

En setiembre de 2017, un grupo de expertos en derechos humanos de las Naciones Unidad pidió al gobierno chino que excarcelara inmediatamente al abogado Jiang Tianyong, defensor de los derechos humanos y que había sido acusado de “incitar a la subversión de los poderes del Estado”, según un artículo publicado en la página de la ONU. Jiang estuvo desaparecido durante más de nueve meses, detenido y sujeto a vigilancia, sin poder tener contacto con su familia ni con abogados que pudieran defenderlo.

El "no" de Lacalle Pou

A pesar de estos debates esporádicos, en Uruguay el consenso siempre ha sido que se debe mantener relaciones comerciales con todo el mundo.

Eso volvió a quedar claro cuando Búsqueda le preguntó a los candidatos a la presidencia -en el marco de un cuestionario de 30 preguntas-  si "mantendría vínculos comerciales con países que violen los derechos humanos o sean considerados dictaduras". Todos dijeron que sí, excepto uno: Luis Lacalle Pou. "No", fue la escueta respuesta que envió al semanario.

Ante ese posicionamiento que contradecía lo que expresaba su programa de gobierno, los conceptos vertidos en una entrevista con El Observador durante la campaña para las internas y el hecho que, de aplicarse esa política, su gobierno tendría que alejarse de su principal socio comercial, El Observador consultó al candidato si rompería relaciones con China. 

Lacalle Pou respondió que mantendría relaciones comerciales con el gigante asiático y que la respuesta a Búsqueda estaba focalizada en la relación con Venezuela y el gobierno de Nicolás Maduro. "El caso de Venezuela tiene sus particularidades pues nuestro relacionamiento  no se limita a un mantenimiento o no de relaciones comerciales. Responde a motivos que van mucho más allá ya que en virtud de su suspensión del Mercosur y la violación de la cláusula democrática, se deben asumir posiciones más contundentes, sumado además el no pago de  sus deudas. Eso hace que entendamos que no se puede seguir manteniendo relaciones comerciales con el régimen de Maduro", dijo.

Sobre China puntualizó que su "irrupción  en la economía global abre un sin número de oportunidades que Uruguay debe aprovechar". "Es más, como le manifesté el año pasado al visitar al embajador (de China en Uruguay) Wang Gang las relaciones entre ambos países en un gobierno del Partido Nacional serán valoradas altamente en el marco de los acuerdos vigentes y profundizando aquellos que nos permitan acceder a ese mercado en mejores condiciones, acordando trabajar mancomunadamente por impulsar el desarrollo de la cooperación y los intercambios entre ambos países y en todos los ámbitos", sostuvo. Lacalle Pou dijo también que tenía interés en visitar China este año pero por cuestiones de agenda no lo pudo concretar. "Nuestra posición en materia de inserción comercial tal cual señala el programa es pragmática y no podemos conducir la misma en virtud de afinidades ideológicas", destacó.  

Su programa de gobierno, que indica que Uruguay debe aprovechar al máximo las oportunidades que abren “la irrupción de China y otros actores emergentes en la economía global”, destaca que en materia de telecomunicaciones y plataformas digitales el país debería construir “vínculos sólidos a nivel internacional, especialmente con polos de vanguardia” entre los que menciona a China y apostar a que el Mercosur no sea una traba a la hora de concretar acuerdos bilaterales con ese país asiático, por ejemplo. En febrero, entrevistado por El Observador, Lacalle Pou dijo “hay que sacarse las cuestiones ideológicas de la cabeza” y dijo a modo de ejemplo que “hay que hacer un Tratado de Libre Comercio con Cuba”.

Pragmatismo

“¿Su gobierno mantendría vínculos comerciales con países que violen los derechos humanos o sean considerados dictaduras?”, fue la  pregunta del semanario y todos los candidatos recorrieron la senda del pragmatismo. 

“Los países rara vez limitan sus intercambios por razones ideológicas”, respondió el candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez. Ernesto Talvi (Partido Colorado) dijo que en las relaciones bilaterales mantendrán “relaciones diplomáticas y mantener y expandir todo vínculo comercial que sea beneficioso para los trabajadores y las empresas del Uruguay”, aunque haciendo gala del equilibrio con el principismo mencionó la defensa de la democracia y los derechos humanos en los organismos internacionales. De forma similar, Pablo Mieres (Partido Independiente) dijo que "los vínculos comerciales van más allá de la naturaleza del régimen político de cada país" y que hay que actuar con "pragmatismo", sin perjuicio de "trabajar por la defensa y protección de los derechos humanos". Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) se limitó a responder: “Mi gobierno mantendrá los vínculos comerciales con China”. 

Gustavo Salle (Partido Verde Animalista) dijo que sí "porque en la mayoría de los países hay violación de derechos humanos" y de adoptar una postura así Uruguay quedaría aislado. César Vega (Partido Ecologista Radical Intransigente) dijo que sí porque "si no, no le venderíamos ni a Estados Unidos ni a China" y Gonzalo Abella (Asamblea Popular) señaló que negociaría "hasta con los gobiernos fascistas de Brasil y Colombia".

Los programas de Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido Colorado ponderan y llaman a profundizar el vínculo con China, mientras que el del Frente Amplio afirma que “es necesario profundizar el análisis de las implicancias de la estrategia china en materia comercial, financiera y económica”.