El emprendimiento para conocer los rincones inexplorados de Uruguay

Todo comenzó de forma muy intuitiva. La idea básica de Uruwild es ofrecer una experiencia innovadora y diferente en ecoturismo y en pesca deportiva. “Estoy constantemente explorando y buscando nuevos lugares. Para tener una experiencia altamente dinámica e interactiva con el entorno natural”, explica el impulsor de esta propuesta.

Para Donagaray el territorio de Uruguay es muy amplio para pensar propuestas de ecoturismo y pesca deportiva. El joven emprendedor, que es licenciado en Ciencias de la Comunicación y tiene formación universitaria en geografía, opina que Uruguay es del tamaño de muchos países de Europa, pero que tiene una ventaja, y es que en algunas zonas del país hay kilómetros y kilómetros de naturaleza “virgen”. Donde hay cañadas, arroyos y cientos de rincones inexplorados.

“Son infinitos los puntos que hay. Siempre buscamos que sean lugares que tengan su belleza paisajística, su biodiversidad, no solamente pensamos en la pesca, porque sabemos que una buena pesca nunca está 100% garantizada”. El propio emprendedor se encarga de recorrer y conocer los lugares, para poder comprobar el valor que tiene el punto. Simplemente no es irse de pesca a acampar o quedarse en una estancia, este emprendimiento busca generar experiencias auténticas en contacto con la naturaleza.

Pequeños grupos para recorrer arroyos y conocer historias

Las propuestas de Uruwild son cuidadas desde muchos aspectos: la locación, el transporte, la estadía, el territorio y la logística general. Las expediciones son por lo general de 10 días, con cuatro personas. Los puntos de pesca cambian todos los días para poder brindar una experiencia distinta y también para reducir los riesgos sobre los peces.

La pesca que realizan es deportiva, y por eso se hace con los elementos profesionales que permiten no lastimar al animal de forma mortal. No usan carnadas, sino que utilizan moscas, realizadas de forma artesanal con plumas o pelos de animales autóctonos, que simulan con el movimiento del agua el alimento que el pez que se busca come.  

Donagaray explica el mundo de la pesca deportiva se caracteriza por tener un enorme cuidado por el medio ambiente y que siempre se trabaja respetando a los animales. Por eso es que las fotos se toman de forma rápida, para que el pez no este mucho tiempo fuera del agua, además se lo mantiene hidratado en todo momento. También se tiene en cuenta que no se esté a una distancia muy alta y estar cerca del agua, por si el animal se escapa, y así la caída no podrá lastimarlo.

La pesca que se realiza generalmente es de dorado y tararira. El desarrollador de Donagaray cuenta que estos son peces resistentes: “Una vez nos pasó de pescar una tararira dos veces, lo notamos por las escamas del animal”. Pero claro que otras veces, las muy minoritarias, “honramos la vida de ese pez, y lo comemos”.

Las propuestas contemplan muchas veces recorridos por los arroyos que puedan hacer a pie, y que la utilización de lanchas sea solo en casos específicos. Esto es siempre buscando estar en total contacto con la naturalez. Los circuitos cambian, tanto pueden ir a arroyos afluentes del Río Negro como del Río Arapey, esto siempre se adapta a lo que el grupo conformado para la expedición quiera.

El punto elegido para pasar esos días es investigado de forma previa, pensando hasta en la historia que tiene ese territorio. “Me ha pasado de encontrarme con boleadoras, y una vez encontré una amatista”, relata Donagaray.

De la pesca deportiva al ecoturismo rural

Actualmente el proyecto se está consolidando. Por ahora los clientes aparecen solos, por el boca a boca. Si bien hay uruguayos que han elegido esta experiencia, también lo han hecho brasileños y argentinos, por eso la idea en la que se está trabajando es en expandir la propuesta, y que no se limite simplemente a pesca deportiva.

El servicio principal que se ofrece tiene un costo de US$ 250 por persona por día. Esto incluye todos los gastos de los 10 días de la experiencia: hospedaje, traslados, comidas y fotografías profesionales. Además, se está trabajando en una propuesta que sea más económica, y que implique pesca deportiva, pero con otro tipo de hospedaje y también en otro territorio. 

En este momento el proyecto está ejecutando un capital semilla de la Agencia Nacional De Desarrollo, y el proceso lo están realizando con Ithaka de la Universidad Católica del Uruguay. Y por esto es que el emprendedor está trabajando en consolidar los circuitos y agregar nuevos puntos.

La idea ahora es centrarse en ofrecer experiencias holísticas, que conviene la pesca deportiva con avistamiento de aves, o cabalgatas.  “Las personas se fascinan con los colores del cielo. No solo de la noche, sino del celeste que se ve el cielo en un día de sol”, cuenta Donagaray.

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