Lucía Topolansky: El FA tiene un "acicate" para 2024 y es "cumplirle a Tabaré"

Convencida de que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”,  dice que el Frente Amplio (FA) tiene que insistir con un “ingreso ciudadano de emergencia” para algunos sectores de la sociedad y que para eso hay que “sacrificar” el déficit fiscal y endeudarse. 

Mientras la izquierda digiere la derrota electoral y busca a sus nuevos líderes, la ex vicepresidenta de la República habló de las posibles figuras de la renovación, contó como fue la desvinculación del MPP de la actual intendenta Carolina Cosse. Además afirmó que el reciente fallecimiento de Tabaré Vázquez (presidente honorario del FA) tiene que funcionar como un empuje para la militancia y para conseguir la victoria en 2024.

A continuación, un resumen de la entrevista con El Observador. 

¿Qué balance hace del primer año de gobierno y del primero del FA como oposición?

Es muy difícil hacer un balance de un año que no se puede comparar con nada. Habían anunciado en la campaña electoral que iban a mandar una ley de urgente consideración. Reclamamos conocer el contenido de esa ley, pero lo que nunca imaginamos es que tuviera 500 artículos. No tiene antecedentes. Ahí el balance es negativo. Y la mayoría de la gente, sigo convencida, que no sabe qué contiene esa ley, que se está usando para distintas cosas, algo embromado desde el punto de vista del papel del Parlamento y de la democracia. Enseguida de eso se aprobó el Presupuesto. Hubo algunos pequeños cambios en el Presupuesto y en la Ley de Urgencia pero nada sustancial. Lo más grave de la aprobación del Presupuesto es que quedó consagrada una rebaja salarial en públicos y privados. Hay una desregulación del tema salarios. ¿Habrá recuperación para 2024? Tengo mis enormes dudas porque he visto declaraciones incluso contradictorias y eso va a pegar en las jubilaciones. La comisión que se creó para la reforma jubilatoria es una de las cosas más importantes que se empezó a hacer este año. Comparto que era necesario estudiar y meterle el diente pero tienen nada más que 180 días para diseñar un diagnóstico y líneas de acción de un tema muy complejo y en un momento en que el PIB cae y el país se empobrece. Lo que no se puede hacer es todo exprés. Ley de urgente consideración, presupuesto exprés... Todo es exprés. Entonces, ¿cuál es el papel del Parlamento? 

"A veces las malas noticias pueden traer algo positivo, ahora tenemos un compromiso que nos tiene que empujar, ético, que es darle la próxima victoria a Tabaré... Ahora tenemos un acicate y es cumplirle a Tabaré. Así como en su momento le cumplimos a Seregni". 

El FA pide un “ingreso ciudadano de emergencia”, pero el gobierno ya descartó esa posibilidad por su impacto en el déficit fiscal. ¿Hay recursos para implementarlo? 

Mencioname un país del mundo que en este momento haya estado todo el tiempo preocupado por el déficit fiscal. El único país latinoamericano que no puso apoyo económico es Uruguay. ¡No, no! ¡Hay que sacrificar el déficit fiscal y el endeudamiento! ¿Qué querés? Hacer los US$ 900 millones de ahorro más todas esas otras cosas que querían hacer en un año extraordinario.  La gente está en la lona... ¿Eso hace a la pública felicidad? ¡No, eso hace a la miseria pública más bien! Hasta el Fondo Monetario Internacional le dice a los estados que gasten. La Cepal, el Banco Mundial, todos están diciendo lo mismo. Y acá activaron los fondos contingentes que les dejamos nosotros, no se pueden quejar. La lucha no la doy por terminada. 

“¡Hay que sacrificar el déficit fiscal y el endeudamiento! ¿Qué querés? Hacer los US$ 900 millones de ahorro más todas esas cosas que querían en un año extraordinario”. 

¿Cómo vio el perfil que adoptó Carolina Cosse en sus primeras semanas de gestión?

Está bien lo que hizo Cosse porque el epicentro de los contagios está en Montevideo. Ella es responsable de este territorio. A mí lo único que me chocó es que la conferencia de prensa (8 de diciembre) tendría que haber sido Lacalle con ella, porque son el uno y el dos. Delgado es un subalterno.

¿Volvió a hablar con ella después de las desavenencias por la integración del gabinete? 
Fui a la asunción. Saludé con todas las distancias. Pero no he tenido tiempo porque ella está al arranque de un gobierno y no hay tiempo para las conversaciones. Yo tengo mis ediles ahí. Tengo cuatro ediles, tres alcaldes y un director municipal. Son ellos los interlocutores. 

¿Cómo se dio el distanciamiento de Cosse con el MPP? 

La conocimos en nuestro centro de estudios, el Cadesyc. Ella hizo algunos trabajos interesantes sobre cuestiones informáticas y otros temas. Cuando el intendente (Ricardo) Ehrlich precisó un reordenamiento de toda la parte informática de la intendencia, la llevó. Ahí la conocimos más. Y cuando Pepe ganó la Presidencia precisábamos a alguien que pudiera hacerse cargo de Antel, que venía de direcciones tumultuosas. Fui a hablar con otro ingeniero, Rafael Canetti, y le pregunté si se animaba a asumir. Él estaba volcado a la investigación, pero me recomendó a Carolina. Y fuimos a hablar con ella, aceptó e hizo una excelente gestión en Antel. En el tercer gobierno, Tabaré decidió ponerla de ministra de Industria y creo que hizo una muy buena gestión. Cuando llega el momento electoral el FA no tenía a ninguna de sus figuras tradicionales en carrera, no había. No sabíamos a quién apoyar. Hicimos un documento, nos reunimos con los cuatro y al final la mayor proximidad en cuanto al planteo fue con Carolina. Acordamos con ella acompañarla en la interna y nada más. Porque no sabíamos cómo seguía el futuro. Hasta ahí era nuestro compromiso y el de ella con nosotros. Pasó la interna, le sugerimos que formara una lista porque es muy bueno tener un grupo más pequeño donde apoyarse. Le fue bien con la lista (La Amplia) en la interna. En la semana siguiente al 30 de junio ella vino a hablar conmigo a ver qué acuerdo podíamos hacer para las elecciones nacionales y nosotros le contestamos lo mismo que a todos los grupos: vamos a armar una propuesta y vamos a hacer una ronda. Pero no era de un día para el otro y ella estaba apurada. Me dijo: “Bueno, entonces voy a hablar con otros compañeros y capaz que cierro con otros”. Estaba en libertad de hacer lo que quisiera. Ella cerró con el Partido Comunista, me llamó y me lo comunicó. Así de sencillo fue. Después cuando vino la elección municipal a nosotros nos sorprendió un poco que se presentara, lo mismo que nos sorprendió lo de Daniel Martínez. En ese momento no teníamos una resolución y vinieron a hablar algunos compañeros, que nos plantearon la posibilidad de Álvaro Villar y nos gustó por un montón de razones. Hablamos con él y decidimos cerrar. Después nosotros votamos muy bien, seguimos siendo desde hace cuatro períodos la lista más votada a nivel nacional de todos los partidos, aunque a algunos les dé urticaria. Es así la vida. Y en las departamentales fuimos la lista más votada también, propusimos una serie de nombres y tenemos una representación que creemos que es poca, porque los votos valen.

“Es un largo proceso el que hizo Orsi, por eso es un hombre consolidado en su departamento. Pero me pregunto cuánta gente de Javier de Viana (Artigas) lo conoce”

¿Tuvo un ánimo revanchista? 

No, no. Ella dio una explicación, que no me convence, que es que tuvo que darle cargos a 15 sectores. Pero no es lo mismo el que saca 200 votos que el que saca 2 mil o que el que saca 20 mil. Hay una diferencia abismal. En eso no nos pusimos de acuerdo. Igual vamos a militar a través de nuestros ediles, alcaldes, concejales y el director de Movilidad (Pablo Inthamoussu). 

Villar fue electo director del Hospital de Clínicas, ¿cómo entra eso en los planes que quería el MPP para él, más allá de que sea una figura independiente?

De la mejor manera. 

¿Por qué?

Por un montón de razones. Primero, me parece fantástico que a la cabeza de un hospital emblemático vaya un hombre como él, que dio vuelta el Maciel  y lo dejó muy bien. Es un neurocirujano brillante. Después hay un tema de símbolos. Villar padre fue director del Clínicas e integró la primera fórmula del FA (en 1971). Es una oportunidad para que otro público  lo conozca. Y no le impide la actividad política de ninguna manera. Para nada. Es una figura potente que surgió en el Frente y que hay que trabajarla.

¿Le gustaría que en las próximas departamentales se volviera a presentar? 

Me gustaría, sí. Cuando una persona lucha con la vida de otros, que es lo que hace él como médico, tiene una serenidad que no tenemos otras personas que estamos en otras disciplinas. Es un hombre joven, con una perspectiva muy buena e hizo una campaña fantástica. Él trilló realmente Montevideo. No le quedó rincón. Lo que pasa es que le tocó una circunstancia adversa. Pero para mí es un valor en un momento en el que el FA está procesando caras nuevas. Vamos a ver de aquí al 2024 y 2025 que sale de esta transición. Pero le pasa a todos los partidos viejos porque los otros son nuevos y todavía tienen los liderazgos con los que surgieron.

¿Está de acuerdo con que las cuatro figuras de mayor proyección que tiene hoy el FA son Óscar Andrade, Mario Bergara, Cosse y Yamandú Orsi? 

No, yo no me pongo esas etiquetas. No sabemos. Cuando ponés un pan en el horno lo tenés que hornear a la temperatura justa para que no se arrebate.

¿Y el pan del MPP no tiene el nombre y la cara de Orsi? 

Tenemos la responsabilidad de conducir la Intendencia de Canelones. Es un largo proceso el que hizo Orsi, por eso es un hombre consolidado en su departamento. Pero me pregunto cuánta gente de Javier de Viana (Artigas) lo conoce. 

¿Le falta proyección a nivel nacional? 

Pero le falta lo mismo a todos los demás, también a los colorados y los blancos. Cada uno tendrá que trabajar en este tiempo para generar figuras de carácter nacional. Y no es sencillo, no ha sido sencillo. El único que rompió ese molde fue Tabaré Vázquez, que desde la intendencia pasó a la Presidencia. Pero, ¿cómo lo hizo? Fue intendente y después no fue a la reelección, se empezó a candidatear (a la Presidencia) y perdió. Pero tuvo la constancia de aguantar. Es lo que debería haber hecho Martínez. Los que lo aconsejaron se equivocaron. Debería haber tenido la constancia de aguantar como hizo Tabaré. Pero a los intendentes que han querido catapultarse les ha costado muchísimo y no ha habido otro caso, porque son conocidos en sus pagos. El caso más emblemático es el de Larrañaga. De esas lesiones de la historia hay que aprender. Él tiene cuatro años para darse a conocer en todo el país si quiere ser candidato. Lo mismo le pasa a Carolina si quiere ser candidata, a Andrade y a Bergara. Todavía les falta esa universalización. 

“La comisión que se creó para la reforma jubilatoria es una de las cosas más importantes que se empezó a hacer este año”

¿Qué espacio cree que tiene hoy el MPP dentro del FA? 

Siempre tenemos la concepción de abrir, de Espacio 609, de frente grande, de darle cabida en este espacio de izquierda progresista a la mayor cantidad de población posible. Estamos convencidos de que el FA no tiene que tener techo, que hay mucha gente que todavía está en la fila equivocada. Y peleamos por eso. No tanto por esa filigrana tan perfecta ideológicamente, porque eso es propio más bien de los partidos. A nosotros nos etiquetan por todos lados. Y el problema es que a veces dicen que desconcertamos, pero no, ¡es que nos ponen una etiqueta! Yo no puedo ir a tratar de convencer para mi causa a un poblador de tierra adentro con el mismo discurso con el que voy a Paso de la Arena, porque son pagos totalmente distintos. Puedo ir con la misma causa y el mismo contenido, pero no con el mismo discurso. Y uno de los problemas del FA es que no hay nadie que pueda hacer eso. La persona que dio más el pie con el discurso del interior fue Pepe pero después falta. Orsi se acerca mucho porque toma de su propio departamento pero tenemos compañeros del interior que los tenemos que proyectar para que sean los interlocutores del FA con la ciudadanía. Ese es el desafío mayor que tenemos. La ruralidad forma opinión en las ciudades del interior, es ahí donde perdimos. A veces las malas noticias pueden traer algo positivo, ahora tenemos un compromiso que nos tiene que empujar, ético, que es darle la próxima victoria a Tabaré. 

¿En qué sentido?

En el sentido del compromiso militante con el compañero que no está. Dedicarle la militancia y la fuerza para volver a ganar. Eso sería una causa. Porque nosotros en el MPP tenemos una consigna vieja que es con razón y corazón. Tenemos las razones, que es lo que plasmamos en los programas, pero se precisan las emociones en política. Las emociones, los símbolos y los abrazos que por ahora no pueden estar... Se precisa todo eso en política. Bueno, ahora tenemos un acicate y es cumplirle a Tabaré. Así como en su momento le cumplimos a Seregni.