Carlos Lebrato/Frente Amplio

El Frente Amplio, barranca abajo

Dependerá de cómo encare la oposición la recta final de la campaña electoral, quién gobernará el próximo período

Tiempo de lectura: -'

10 de julio de 2019 a las 05:02

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Un día habrá que reconstruir la historia de a partir de cuándo y por qué los politólogos fueron percibidos por la opinión pública uruguaya casi como oráculos. Ciertamente, las empresas que han liderado en el campo de los estudios de opinión pública desde la restauración de la democracia en adelante tienen mucho que ver con este curioso fenómeno social, en parte por lo que hacen antes de cada elección (escrutando con acierto tendencias emergentes) y en parte gracias a que la noche misma de cada elección nos anticipan, y desde hace años, proyecciones de escrutinio mediante, los principales resultados de la carrera. 

Digo esto porque se suele esperar de todos nosotros (de encuestadores y analistas) mayor capacidad de predicción del futuro de lo razonable. Suele reclamarse que podamos decir, a partir de la información disponible, qué es lo que terminará ocurriendo más adelante, en el corto y mediano plazo. Será arriesgado. Pero no es aburrido. Pensar sobre el futuro, arriesgar hipótesis de tendencias y resultados, es un ejercicio intelectualmente estimulante. Además, en el acierto o en el error, nuestras conjeturas pueden ser útiles cuando estimulan debates relevantes sobre futuros posibles. 

Siempre me gustó honrar esa tradición. Sin embargo, me había negado, hasta hoy, a arriesgar un “pronóstico” para la próxima elección. Los que se toman el trabajo de leer esta columna habrán notado que durante los últimos años he escrito que “todo puede pasar”, que “desde 1994 no tenemos una elección tan abierta y competitiva” como la de este año. Sin embargo, tomando nota de todo lo que ha ocurrido en el último semestre, no puedo dejar de pensar que ya no es cierto que no pueda decirse quién es el favorito para ganar la elección nacional de este año. Por muchas razones el escenario más probable es la derrota del Frente Amplio. 

Dejo de lado en este análisis los factores de largo y mediano plazo brillantemente explicados por Ignacio Zuasnabar en la contratapa de Búsqueda el jueves pasado (entre otros, desgaste de la “marca” Frente Amplio y mala evaluación del gobierno). Quiero enfocarme, acá, en aspectos directamente ligados a la campaña electoral. Lo primero que hay que decir es que el FA ingresará a la recta final de la campaña electoral con una fórmula presidencial experimental. Daniel Martínez logró buenos niveles de aprobación de su gestión en la IMM. Pero desde que está en campaña por el cargo presidencial su imagen no cesa de debilitarse. Los resultados de la primaria son una señal de alerta. Existe una flagrante desproporción entre la enorme coalición de grupos que lo apoyó y los resultados que obtuvo. La decisión de prescindir de Carolina Cosse (que terminó en el segundo lugar) y de Óscar Andrade (tercero, pero brillando), y de optar por completar la fórmula con Graciela Villar (tan comprometida como desconocida) resultó sorprendente y polémica. 

El FA ingresa a la recta final habiéndose dado el lujo de consumar el “parricidio”. Sin embargo, no hay forma de explicar la Era Progresista sin el liderazgo de Tabaré Vázquez, Danilo Astori y José Mujica. La “renovación” en marcha no ha hecho otra cosa que dejarlos de lado. No puedo dejar de pensar que el FA cometió un gran error al dejar morir de frío, solo, en la indigencia política, en la calle y sin frazadas, a Danilo Astori. Los dirigentes frenteamplistas tienen clarísimo, ahora, que corren el riesgo de perder los tan valiosos votos “centristas” que Astori, siempre remando contra la corriente, lograba arrimar. No deja de ser interesante en términos teóricos: los partidos y sus líderes son menos racionales y calculadores de lo que sugieren nuestros manuales. 

La fragilidad de la fórmula presidencial del FA es, apenas, una parte del problema. A esto hay que sumarle la debilidad de su propuesta programática. La densidad de sus programas ha sido, tradicionalmente, una fortaleza de la izquierda. El FA nació en 1971 haciendo hincapié en esta dimensión. Logró ganar en 2004 habiendo acumulado propuestas y argumentos. Quince años después la propuesta frenteamplista genera más dudas que certezas. Los candidatos del FA no tienen mayores dificultades a la hora de defender lo hecho en estos años de gobierno o de criticar la gestión de los colorados y blancos entre 1985 y 2004. Pero pierden potencia, se vuelven mucho menos persuasivos, cuando tienen que explicar cómo harían para encarar los desafíos pendientes: recuperación del equilibrio fiscal, de la tasa de inversión y del crecimiento económico, reforma educativa, política de seguridad ciudadana, entre otros. 

De todos modos, el favoritismo de la oposición no deriva solamente de los problemas del partido de gobierno. Tiene que ver también con méritos propios. Blancos y colorados han venido acumulando aciertos. La enigmática peregrinación de Martínez para definir la candidatura a la vicepresidencia contrasta claramente con la velocidad y aplomo de Lacalle Pou. Pasando de las candidaturas a las ideas, es muy visible la densidad y calidad del trabajo programático realizado por los partidos de oposición. A diferencia de los dirigentes frenteamplistas, logran ofrecer respuestas precisas a las principales preguntas. También es muy visible que se encaminan con decisión a ofrecer un gobierno de coalición. Acá también logran hablar más claro que el FA. Al fin de cuentas, no hemos escuchado decir cómo haría la izquierda para gobernar sin mayoría parlamentaria. 

Es cierto: Uruguay empieza a mirar hacia los partidos de oposición. Pueden confirmar su favoritismo o perder la oportunidad. Dependerá de cómo encaren la recta final, en especial, de cómo Luis Lacalle Pou y Ernesto Talvi se las ingenien para equilibrar competencia y cooperación. 

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.