Adorni señaló que esta posibilidad está siendo analizada como una opción concreta, aunque no proporcionó detalles adicionales. La CGT respaldó de manera unánime la estrategia de la cúpula sindical, respaldando la protesta y expresando preocupación por aspectos de la Ley Ómnibus que consideran perjudiciales para la soberanía del país y los derechos laborales.
Ante la convocatoria de la CGT, con la participación de 250 líderes provenientes de más de 70 delegaciones regionales en todo el país, se expresó una profunda preocupación y rechazo hacia los aspectos de la Ley Ómnibus: "va contra la soberanía del país, los derechos laborales, el derecho de libre expresión y protesta, el modelo sindical argentino y las prestaciones de salud y previsionales”.
Adicionalmente, se emitió un enérgico repudio a la criminalización de la protesta social, considerándola un método represivo vinculado a un plan de ajuste económico por parte del actual gobierno. Se lanzó una advertencia a aquellos involucrados en las negociaciones del DNU y las leyes con la Casa Rosada desde las gobernaciones y las bancas legislativas, "El diálogo y el consenso es una herramienta de la política, pero cualquiera de esas instancias no puede hacerse a espaldas del pueblo trabajador. Y con más razón aquellos representantes que provienen del campo nacional y popular".
En declaraciones previas al encuentro realizadas en medios radiales, Pablo Moyano, quien ostenta la copresidencia de la CGT como representante de Camioneros, afirmó que la unidad dentro de la central sindical está sólidamente ratificada, a pesar de ciertas discrepancias. Además, enfatizó que “el objetivo es uno: voltear el DNU, voltear la Ley Ómnibus y movilizar el 24 y estar presente en cada conflicto que se va a ir generando”.
Ante la convocatoria de la CGT, el comité de Pymes, Emprendedores y Productores (PEP) convocó a un cacerolazo en rechazo al paro general. Rodolfo Llanos, presidente de la Unión de Emprendedores de la República Argentina, anticipó el respaldo de unas 4.000 pymes y empresarios a la reforma laboral propuesta por el gobierno. Llanos subrayó que “es el momento de poner en marcha el país, no sé si por nosotros sino porque nuestro país tiene la mitad de su población debajo de la pobreza y el 60 por ciento de la gente que tiene un salario registrado cobra por debajo de la línea de la pobreza, entonces a nosotros no nos interesa la representación de absolutamente nadie sino simplemente ser un grupo de gente que quiere que el país se ponga de pie y se ponga a producir”.
De esta forma, expresó que el PEP está organizando “el primer cacerolazo en la historia de la República Argentina contra la CGT”. Puntualizó: “Es un cacerolazo para que todo el pueblo argentino le haga entender a la CGT que se terminaron los negocios de la mafia, no puede ser que los hijos de los sindicalistas anden en autos alemanes y los hijos de los trabajadores anden en pata en las villas. Esto se terminó en Argentina. Entonces sino si no lo entienden, porque hasta ahora sus propios trabajadores son prisioneros y obligados a estar afiliados, nosotros el pueblo argentino se lo va a hacer saber y ojalá que lo entiendan”, avisó Llanos.
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