El Gobierno y las disidencias de las FARC acordaron el protocolo del cese del fuego

Mediante un comunicado conjunto, el Ministerio de Defensa y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz precisaron que el protocolo “contiene las herramientas para la implementación” del cese del fuego con el grupo que comanda Néstor Gregorio Vera Fernández, conocido como Iván Mordisco.

Según consigna la prensa local, el texto final difiere del borrador del protocolo que se filtró días atrás, en el que se denominaba al grupo insurgente como “las FARC aún en armas” y que ahora, en cambio, aparece como “Estado Mayor Central de las FARC-EP”, la mayor disidencia de la antigua organización que pasó a la vida civil en 2016.

El documento firmado por el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, y Andrey Avendaño por las FARC-EP, define al cese del fuego bilateral como “la suspensión de acciones ofensivas entre las partes por un tiempo determinado”, al tiempo que señala que la fuerza pública “debe enfrentar a cualquier grupo armado diferente al EMC de las FARC-EP que incursione con intenciones hostiles en el área donde tiene presencia esa guerrilla”.

El acuerdo, que lo analistas estiman que alcanza a cerca de 3.200 insurgentes distribuidos en 23 frentes y cinco grandes estructuras o bloques, compromete al grupo armado a entregar al Mecanismo de Verificación a los miembros de otros grupos “enemigos” que infiltren sus tropas y sean “capturados”.

El acuerdo señala que ambas partes respetarán las misiones médicas, la atención de emergencias, la prestación de los servicios sanitarios y la vida e integridad de los pobladores que habiten las zonas donde estén las estructuras guerrilleras. Además, establece que la insurgencia no podrá atentar contra la población civil, impedir el transporte de víveres ni obstaculizar la labor del mecanismo, como así tampoco ingresar armada en los pueblos ni interferir en procesos electorales.

El entendimiento, además, activa otro protocolo por el cual se permite la movilización de 20 comandantes de la disidencia hacia un punto determinado del país para realizar una cumbre de la conducción de ese grupo armado entre el martes 14 y el viernes 24 de este mes. Cinco de esas personas saldrán en libertad provisional de las cárceles de Jamundí, Popayán, Villavicencio y La Picota, en Bogotá, entre otras, según consigna el diario local El Espectador.

La movilización de esas personas estará a cargo del Comité Internacional de la Cruz Roja y contará con el apoyo de la Misión de Verificación de la ONU, la Misión de Paz de la OEA y la embajada de Noruega en Colombia. Ese encuentro, acordado desde la primera reunión realizada a finales de agosto del año pasado, permitirá que el grupo armado designe sus voceros ante la mesa de negociación con el Gobierno.

Según lo acordado, el finalizar el encuentro, los jefes insurgentes volverán a los lugares desde donde fueron movilizados y los presos a sus sitios de reclusión, porque la suspensión de las órdenes de captura sólo estará vigente durante la realización de la reunión.

Según los analistas locales, la firma del protocolo se traduce en un primer paso concreto en el proceso de paz lanzado por el presidente Gustavo Petro, quien el 31 de diciembre anunció un cese del fuego con cinco organizaciones ilegales, entre ellas las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo, acuerdo que apenas dos días después fue negado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que retomará las conversaciones con el gobierno en la segunda ronda de negociaciones que se concretará en México en una fecha a definir.