El mal gesto de declarar reservado un dictamen cuando se investiga personas vinculadas al poder

Como aclaró el fiscal de Corte este jueves y pese a toda la confusión que se generó en las semanas previas, lo que se investiga (o al menos lo que se ha llegado a comprobar hasta ahora), no es una red de explotación sexual. Ninguno de los imputados hasta el momento se les tipificó ese delito, que implicaría que los acusados hayan contribuido a que las menores tuvieran sexo a cambio de dinero con otras personas. En estos casos lo que hicieron fue pagarle a menores a cambio de sexo. Se trata de otro delito, denominado “Retribución o promesa de retribución a personas menores de edad”. Si bien no es lo mismo, para la ley es igual de grave cualquiera de los dos casos. Tal es así que ambos delitos tienen la misma pena: de dos a 12 años de penitenciaría.

→ En momentos en los que se investiga a personas vinculadas al poder político y empresarial no es buena cosa que se declaren reservadas las investigaciones para no publicar nada sobre los imputados.

No es nada habitual que luego que se determina la imputación de un acusado para dar inicio al juicio, la Fiscalía no publique la acusación. Es más, va contra el espíritu del nuevo código, que transparenta los procesos. Sí es común que se borren los nombres de los indagados y de las víctimas (además, en las investigaciones que involucran a menores está expresamente habilitado que se declare esa reserva), pero siempre se publican las acusaciones de la Fiscalía.

En este caso ya van dos tandas de imputados. Cuando finalizó la primera, se publicó la acusación fiscal. Pero para la segunda tanda el juez declaró reservado todo el expediente y no se publicó más nada. Cuando a la fiscal le consultaron por qué no se publicó, fue muy vaga y confusa. Díaz esta semana dijo que fue decisión del juez. Según la fiscal, fue algo que pidieron la defensa y ella misma. Por más que no sea lo que se busca, no es nada bueno que el sistema judicial dé la sensación de opacidad en la información cuando se trata de gente vinculada al poder. Menos aún cuando la investigación continúa y puede haber otros involucrados.

El avance de la LUC

→El Parlamento avanza a toda velocidad con el tratamiento de la ley de urgencia (LUC). La comisión del Senado que analiza la iniciativa tiene aprobada la mayoría de los artículos y esta semana las bancadas de la coalición multicolor lograron un acuerdo muy significativo. En el camino quedaron algunos artículos y también algunas discrepancias con uno de los socios minoritarios, pero en líneas generales la negociación consiguió niveles de acuerdo altos. En medio del ruido por las diferencias que hay en el bloque oficialista (inclusos internas en algunos partidos) en varios asuntos, este acuerdo básico de aprobar una ley amplia y que aborda asuntos que van mucho más allá del compromiso programático de noviembre, es un primer avance muy significativo y auspicioso para la marcha del gobierno. Esto, de todas maneras, recién empieza.

→ La LUC también tiene la otra cara, la de las protestas. El PIT-CNT aprobó un paro nacional parcial, de 9 a 13 horas el próximo jueves 4 de junio contra la iniciativa del gobierno. El Frente Amplio votará en contra del texto, aunque algunos legisladores están contribuyendo con propuestas para realizar algunos cambios en algunos artículos, algo que es muy positivo.

→ Las protestas estas semanas se han incrementado. En Torre Ejecutiva, en el Parlamento. Algunas por la LUC, otras por la crisis derivada de la pandemia y otras por cambios en el Ministerio de Desarrollo Social. La protesta es válida, está protegida por la Constitución y habla bien de nuestra salud democrática. Lo complicado es que en varias de esas protestas se dan aglomeraciones peligrosas. Los expertos recomiendan que ni siquiera celebren cumpleaños para evitar aglomeraciones, pero los uruguayos ya se sienten tan bien con la pandemia que no tienen problema en empezar a juntarse. Cuidado si todos nos relajamos porque la situación de tranquilidad que hoy sentimos se puede esfumar rápidamente si hay que dar marcha atrás.

El abrazo del oso de Lacalle

→ En la relación entre oficialismo y oposición esta semana hubo otro gesto extremadamente significativo: la reunión entre el presidente Luis Lacalle Pou y su antecesor Tabaré Vázquez. ¿Qué pasó en esa reunión? Es muy poco lo que se sabe. Pero lo más importante no es lo que se habló, sino el encuentro en sí mismo. El hecho de ir a su casa para responderle a un documento con ideas sobre la pandemia y sobre todo las declaraciones posteriores de Lacalle Pou, demuestran que fue una jugada política muy inteligente del presidente. ¿Por qué? Porque se muestra coherente con todo lo que más le criticó a Vázquez durante su Presidencia: que no escuchaba a su oposición, que no recibía las propuestas y que estaba aislado entre los suyos. Solo con ir, avisarle a los medios y sacarse la foto, por más que luego no tome ninguna de sus sugerencias, Lacalle ya sumó puntos. Fue un abrazo, pero un abrazo de oso.

En camino a dar un paso atrás en salud

→ Uno de los varios temas donde hay diferencias en la coalición es en el etiquetado de alimentos. El anterior gobierno emitió un decreto que obliga a la industrias a poner advertencias en las etiquetas de los productos que tengan exceso de grasas, sodio o azúcar. Apenas comenzó esta administración, el Poder Ejecutivo postergó esa obligatoriedad, pese a que muchas empresas ya habían cambiado todas sus etiquetas para cumplir con la reglamentación. Como consumidor puedo decir que el efecto que me generaron esas etiquetas fue muy efectivo. Me cuestiono cada vez cuando retiro de la góndola un producto que tiene la advertencia y eso, sin dudas, es bueno para la salud. Las personas siguen teniendo su derecho a elegir qué comen, con libertad. Pero con más información. Esta semana, la comisión del gobierno que analiza el asunto terminó un documento con dos recomendaciones diferentes: el MSP pretende comenzar a aplicar el decreto y el resto de los ministerios proponen volver a postergarlo. La excusa es que debe haber una reglamentación para toda la región, algo que se discute en el Mercosur. Si el presidente escucha a la mayoría de los ministros y no al MSP, seguiremos postergando un aspecto importante en el cuidado de la alimentación de los uruguayos, algo que sí tiene efectos concretos y muy constatables en la salud.