El juez leyó su sentencia y gritos de exclamación invadieron la sala. Oscar Pistorius, cabizbajo desde el incio del juicio, se retiró sin dar muestras de alegría. Ahora se encuentra en libertad bajo fianza.
Desmond Nair, juez de la causa, aceptó la petición de la defensa al entender que la fiscalía no sustanció con “pruebas adecuadas” el riesgo de fuga del velocista, en caso de quedar en libertad, y el supuesto carácter violento del atleta.
Pistorius es investigado por el asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, a quien ultimó de cuatro balazos el 14 de este mes, el día de San Valentín.
La defensa del atleta de piernas amputadas se basa en que Pistorius pensó que disparaba contra intrusos que habían invadido su propiedad en Pretoria.
El caso es causa nacional en Sudáfrica y repercute en todo el mundo por la popularidad del velocista.
Esta se basa en su capacidad de superación –con 11 meses de vida le tuvieron que amputar ambas piernas por debajo de las rodillas– y en su lucha de pasar del ámbito deportivo paralímpico al olímpico, algo que consiguió en Londres 2012 alcanzando las semifinales de los 400 metros llanos.
Su imagen está en caída. Tras el crimen –según él accidente– se supo de su condición paranoica, que justificó diciendo haber recibido amenazas de muerte, y de su afición por las armas.
Pero además, las formas en las que se está sustanciando el juicio no parecen ser las más adecuadas como para llegar a la verdad del asunto.
Además de las debilidades del informe fiscal, el detective que tomó inicialmente el caso, Hilton Botha, fue relevado.
Botha admitió haber dejado una bala en el baño, haberle perdido la pista a otras balas halladas en la casa, y haber caminado por la escena del crimen sin protección en los zapatos, lo que podría haber contaminado el área.
La trama se oscurece. Nike y Oakley, una marca de lentes, sus principales auspiciantes, suspendieron los contratos con el atleta.
El caso, que recién empieza, va tomando la forma de lo que ocurrió en Estados Unidos en la década de 1990 con el exjugador de fútbol americano y actor OJ Simpson.
Este fue acusado de matar en 1992 a su exesposa Nicole Brown de 18 puñaladas y a su pareja Ronald Goldman de 17. Sabedor de que enfrentaba una pena de muerte se fugó de la policía.
Por burdos defectos de la fiscalía y falta de pruebas, Simpson fue declarado inocente en 1995.
Por como viene la mano, Pistorius tiene esperanzas.
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