El último paso hacia la final

Dieciséis años después del vicecampeonato logrado en el Mundial sub 20 de Malasia 1997, Uruguay puede alcanzar hoy en Trebisonda la final del torneo juvenil por segunda vez en su historia, si supera a Irak, la revelación de esta edición en Turquía. El partido comenzará a la hora 15.00 de Uruguay.

El equipo celeste parte como favorito en este duelo sorprendente, entre dos equipos con los que pocos contaban al principio del campeonato, pero que han rendido a un alto nivel, y accedieron a la penúltima ronda por mérito propio y dando muestras de una sorprendente madurez.

Uruguay llega con el ánimo mejor que nunca tras eliminar en cuartos de final, el sábado en Bursa, al favorito España (1-0 en el alargue), en el que fue su cuarto partido ganado de manera consecutiva, todos desde que perdió en el debut ante los croatas (1-0).

Los iraquíes, por su parte, son el único equipo de las semifinales que se mantiene invicto en lo que va de Mundial y tras liderar el grupo E y derrotar en octavos a Paraguay (1-0), sufrió mucho en los cuartos en un duelo 100% asiático contra Corea del Sur, que se resolvió por penales (5-4 tras 3-3).

Sudamérica, que con Argentina (6) y Brasil (5) ganó 11 de las 18 ediciones anteriores de esta competencia, solo puede confiar en el equipo uruguayo, que en los últimos días multiplicó los llamados a la calma, para evitar que un exceso de euforia pueda pasar factura frente a Irak.

Nicolás “Diente” López, máximo anotador del último Sudamericano (6), volverá a ser la referencia absoluta de la celeste arriba, avalado por sus cuatro goles y con el objetivo personal de seguir sumando para optar a la Bota de Oro como máximo goleador o al Balón de Oro a mejor jugador. Tras no convertir ante España, llegará además con ánimo de revancha.

Pero donde está siendo realmente fuerte Uruguay es en defensa: su arquero Guillermo De Amores solo ha recibido dos tantos en cinco partidos y es el menos goleado en lo que va de torneo.

Irak, por su parte, ha destacado hasta ahora por su efectividad, ya que marcó goles en todos los partidos disputados.

En los últimos fue determinante Farhan Sakhor, que anotó el único gol de octavos frente a Paraguay, y que en cuartos ante Corea del Sur, consiguió un doblete en el empate 3-3 y luego, en la tanda decisiva de penales, firmó el quinto y último personal, que significó el pase a semifinales.

Será por tanto una de las amenazas para José María Giménez, Gastón Silva y el resto de los defensas uruguayos, que supieron controlar tan bien a la estrella española Jesé Rodríguez.

“La selección uruguaya es una de las mejores de Sudamérica, cuando no la mejor. Y acaba de ganarle a España. Va a ser difícil, pero esperamos hacer otro gran partido. Tengo la convicción de que estaremos en la final”, dijo el entrenador iraquí, Hakeem Al Azzawi.

Es la primera vez que Irak llega a una semifinal en una competencia 100% de FIFA, pues en el torneo olímpico de Atenas 2004 ya había alcanzado la penúltima ronda. Acceder a la final sería un éxito sin precedentes para su fútbol. El ganador de este partido estará en la gran final del sábado 13 en el Ali Sami Yen Arena de Estambul, ante el vencedor de la semifinal Francia-Ghana, que se jugará hoy a la hora 12 de Uruguay. El perdedor jugará el mismo día y en el mismo estadio, pero por el tercer puesto.

Antecedente sin goles
Uruguay e Irak ya se enfrentaron recientemente, en un amistoso previo al Mundial, que terminó con un empate sin goles. Fue el pasado 10 de junio, justo un mes antes de su duelo por un lugar en la final, y aquel encuentro se llevó a cabo en el Emirhan Sports Complex de Antalya.

Ambos equipos, en plena preparación, se mostraron especialmente sólidos en defensa e Irak planteó una enorme resistencia a la escuadra de Juan Verzeri, que se libró incluso de la derrota gracias a que su arquero Guillermo De Amores, actualmente el menos goleado en lo que va del Mundial, detuvo un penal. Ese día, la peor noticia del partido para los uruguayos fue la fractura del quinto metatarsiano del pie derecho de Fabricio Formiliano, que se quedó sin la Copa del Mundo.

Los jugadores uruguayos recuerdan muy bien la experiencia de aquel encuentro en Antalya y especialmente la velocidad de los atacantes iraquíes, que ya les pusieron en problemas en ese amistoso, por lo que llegan avisados a la semifinal.

“Tuvimos un encuentro preparatorio con Irak. Allí vimos que tienen muy buenos jugadores, que sobre todo son muy veloces. Es importante que podamos controlar el tema ese de su velocidad, y no permitamos que la aprovechen”, afirmó el defensa José María Giménez, una de las figuras del equipo.