El mosquito Aedes es el vector de la enfermedad.

Nacional > Suba de contagios

En Uruguay existe cautela ante récord de dengue en la frontera con Brasil

En Río Grande del Sur hubo más de 66.000 infectados en el último año y el Ministerio de Salud brasileño emitió alerta
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04 de enero de 2023 a las 05:04

En el sur de Brasil, cerca de la frontera con Uruguay y a donde miles de compatriotas aprovechan las vacaciones, hubo récord de contagios de dengue. La enfermedad febril que en la región suele transmitir el mosquito Aedes aegypti, tiene su auge cuando hace calor y lluvia. La suba de la temperatura antes de la temporada estival, así como cierta desatención tras la pandemia del covid-19, hicieron que en Río Grande del Sur (Estado limítrofe) se reportasen 66.741 infectados.

Puede que la pandemia del covid-19 dejó a parte de la población con cierto hastío sobre la información epidemiológica, pero el Aedes aegypti no se tomó licencia. Eso llevó a que el Ministerio de Salud brasileño advirtiese en este cierre de año sobre el incremento de la transmisión y el récord de fallecidos: 987 en el último año, 66 de los cuales eran en el Estado fronterizo con Uruguay.

Diego Pintado, director departamental de Salud de Rocha, dijo a El Observador que “en Uruguay por ahora no ha habido un salto de casos”. Según el jerarca, “los más de 200 kilómetros que separan a la ciudad de Santa Victoria de la capital de Río Grande ofician de una barrera natural” que previene la rápida propagación del virus. Es decir: “en Uruguay se encuentra el mosquito, pero a priori no infectado… los pocos casos que cada tanto se hallan suelen ser sobre todo importados (personas que viajaron y regresaron).

Hasta fines de octubre, y previo al aumento de las temperaturas, la Organización Panamericana de la Salud había informado que Uruguay detectó 60 casos de dengue en lo que iba del año, 19 de los cuales habían sido confirmados por laboratorio (la cifra más alta desde 2015), según reza la plataforma online Plisa.

La menor movilidad fronteriza había hecho que Uruguay casi no reportase dengue importado en los dos años de emergencia sanitaria. Durante ese período, hubo epidemias en Paraguay y el norte de Argentina, pero Uruguay estuvo casi sin reportes de nuevos infectados.

Ante el aumento de casos en la frontera, ¿el Ministerio de Salud Pública de Uruguay está tomando alguna medida? No se sabe. Hasta el momento no se han visto campañas públicas como en años pre-pandemia. Y la Dirección General de Salud se negó a responder a la consulta de manera directa y pidió un trámite formal (el que puede demorar hasta 40 días hábiles en responderse).

El infectólogo Alexandre Naime Barbosa, vicepresidente de la Sociedad Brasilera de Infectología, dijo al periódico Zero Hora, del sur de Brasil, que los números indican que hubo un descuido con la prevención de la enfermedad. “Todavía no acabó del todo el recuento porque faltan 100 muertos más que están en investigación y ya se batió el récord. Es el peor año de dengue” desde que se detectó la infección.

El incremento del dengue se dio de la mano de otras infecciones que usan el mismo vector: chikungunya y zika.

En América Latina y el Caribe, el dengue se conoció a fines del siglo XVIII, produjo epidemias extensas en el Caribe y en las ciudades costeras del sudeste de Estados Unidos en el siglo XIX, hasta convertirse en un problema mundial en el siglo XX. A partir de las décadas del 40 y 50 hubo una progresión de la enfermedad desde el Caribe al resto de los países. Los conflictos bélicos, a partir de la Segunda Guerra Mundial, además de la intensificación del transporte comercial, generaron las condiciones para que el dengue resurgiera.

En 1954 se describió el primer caso de dengue grave, conocido como dengue hemorrágico, durante una epidemia de la enfermedad en Filipinas y Tailandia. En América Latina y el Caribe, la enfermedad volvió a cobrar notoriedad por el brote epidémico de dengue hemorrágico en 1981 en Cuba, seguido del segundo gran brote ocurrido entre 1989 y 1990 en Venezuela; hitos que indicaron la diseminación progresiva de la enfermedad como un fenómeno emergente en la región.

La acumulación de agua que no circula es uno de los lugares preferidos para que los mosquitos infectados pongan sus larvas y llegue a un incremento de la circulación viral. Por eso, además de la prevención del contacto con mosquitos mediante uso responsable de repelente, la recomendación sigue siendo la misma: “agua que no has de beber, déjela correr”.

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