Escribanos aportarán más desde el 1° de enero tras reforma de la Caja Notarial
El deterioro de los números en los últimos años encendieron luces de alerta en ese sistema de pensiones
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31 de diciembre de 2019 a las 05:03
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Por Facundo Gianero
A partir del 1° de enero entrará en vigencia la reforma previsional de la Caja Notarial de Seguridad Social, que entre otras modificaciones incluye el aumento de la tasa de aporte que los escribanos afiliados deben hacer en virtud de su profesión y para su seguridad social.
Las tasas de aportación sobre las actividades amparadas por la Caja Notarial aumentarán 3 puntos porcentuales, a 18,5% para los escribanos y a 18% para los funcionarios de los estudios. Las tasas podrán variar cada cuatro años desde la entrada en vigencia de la reforma, y siempre que se verifique un déficit patrimonial superior al 4% o un superávit en tres de los cuatro años.
El aumento o descenso que se podrá aplicar será de 0,5 punto porcentual, pero el aporte siempre deberá ubicarse entre 17,5% y 19,5% para el caso de los escribanos. En el caso de los empleados la franja siempre irá entre 17% y 19%.
Los negocios en los que actúan los escribanos se regulan por un arancel oficial que fija los costos -en unidades reajustables- que tiene cada operación. En algunos casos, el arancel propone un intervalo de montos, dejando a criterio de los escribanos cuánto cobrar.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Escribanos del Uruguay, Atalívar Cal cree que los escribanos no cobrarán más a sus clientes en función de este reajuste dado que el aporte “forma parte del honorario”. “Son tan altos los impuestos que se pagan que los escribanos no estamos en condiciones de agregar más costos al negocio”, aseguró. “El costo lo va a terminar absorbiendo el escribano”, concluyó.
Por su parte, el gerente general de la Caja Notarial, Héctor Bastón, dijo a El Observador que está “sumamente” conforme con la reforma desde el punto de vista del sistema previsional, pero lamentó no poder “convencer” a las autoridades del Poder Ejecutivo para que prestara “alguna financiación adicional” al aporte de los afiliados. “No fuimos lo suficientemente convincentes, pero nos quedó para una segunda fase de reformas que tenemos que comenzar en el período gubernamental que viene”, adelantó.
Para Cal la reforma previsional de la Caja Notarial es “necesaria e impostergable”. En ese sentido, advirtió que desde la gremial buscan promover “nuevas fuentes de trabajo” y retomar las conversaciones sobre la posibilidad de que puedan celebrarse matrimonios en sede notarial.
Cal dijo al semanario Búsqueda que las universidades deberían advertir a los estudiantes de la carrera de Notariado que hay “superpoblación” de escribanos y que muchos la pasan “espantosamente mal”.
Al respecto, aclaró que la gremial no pretende limitar derechos, pero sí “hacer conocer la realidad” y adelantó que cuentan con “planes para alertar a los jóvenes” y para “generar nuevas esperanzas a los que ya están”.
Situación comprometida
Bastón aseguró que la situación económica de la Caja Notarial es “comprometida” y necesita de la reforma para mejorar. “Se practicaron estudios internos que determinaron riesgos de desfinanciamiento en el mediano plazo”, dice un comunicado publicado en la web oficial de la Caja Notarial.
Un aumento constante de los egresos ha estado acompañado por una reducción de los ingresos. Las pasividades, el principal rubro de erogaciones, además del crecimiento real y sostenido del valor de las prestaciones durante más de una década, también estuvo condicionada por el incremento de la cantidad de beneficiarios, aspecto que está previsto que perdure durante unos 10 años, explica la última memoria publicada.
Como contrapartida, se ha reducido la recaudación de montepío notarial que refleja una inusual desproporción entre el volumen de los negocios notariales y el Producto Interno Bruto. A ello se le suma la merma de las rentas de los activos administrados por la caja debido a la reducción de la tasa de interés y del capital disponible para colocaciones, y menor rendimiento de alguna de las inversiones reales, se explica en una de las últimas memorias publicadas.
La Caja Notarial cubre a los escribanos públicos y a sus empleados. Al cierre de 2018 tenía 7.668 afiliados activos que financiaban algo más de 2.200 jubilaciones. La relación entre activos y pasivos era de 2,6 y se prevé un deterioro progresivo. La relación proyectada para 2050 es de 2,5 activos.
Para Bastón, la Caja Notarial sufre de “un estrés de demanda” previsional que en algún momento cesará. Apuesta a un crecimiento de la economía y de la inversión, y confía en que en algún momento llegará “un componente de financiamiento ajeno a los propios aportantes y a las inversiones, que resultan insuficientes para abordar la problemática".
Otras modificaciones
La reforma también prevé que los escribanos podrán ampararse en su jubilación cuando la suma entre sus años de vida y sus años de servicio dé 95, pero teniendo 60 años de edad como mínimo. Por ejemplo: 60 años de edad y 35 años de actividad o 65 años de edad y 30 años de actividad.
Por otro lado, Bastón destacó como positivo la posibilidad de que con la reforma las escribanas y empleadas que son madres puedan acceder a subsidios por maternidad. Las escribanas se beneficiarán con el 50% del promedio actualizado de los honorarios del último año civil y las empleadas del promedio del sueldo de los últimos seis meses incrementado con la parte que corresponda a salario vacacional, aguinaldo y licencia generados durante ese período.
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