Escuchar música mientras trabajas reduce la capacidad para apreciarla

Las listas de canciones preseleccionadas eliminan el esfuerzo de escoger nuestra música, pero también nos vuelven perezosos

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03 de enero de 2019 a las 14:15

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Sentí un repentino momento de irritación mientras estaba tratando de terminar mis artículos antes de Navidad. Mi concentración fue interrumpida por los recuerdos de un viejo amigo. No había visto ni sabido nada de esta persona en mucho tiempo. Sin embargo, sólo podía pensar en una serie de pequeñas injusticias que yo había sufrido hace 30 años.

Culpo a Amazon y a mí misma. Pero sobre todo a Amazon. La memoria fue activada por una lista de reproducción creada por el servicio de música del grupo tecnológico. Las magdalenas evocaron el pasado para Proust. El sonido de Ian Brown de The Stone Roses cantando “Quiero ser adorado" provocó la misma sensación para mí, recordándome sobre esa amistad, esa época de jeans holgados y flequillo cortina.

En el último año, me he vuelto adicta a las listas de reproducción producidas por Amazon (hay otros servicios de transmisión de música disponibles). Son muy compatibles con mi profunda inclinación hacia la productividad porque eliminan el tiempo y el esfuerzo que se requieren para seleccionar mi propia música.

No sé cómo me convertí en esta persona. En el pasado visitaba tiendas de discos y creaba mis propias mezclas de música, con los dedos colocados en los botones de pausa. Eso fue antes de desarrollar una dependencia aprendida conforme fui subcontratando varios aspectos de mi vida, como leer mapas o ir a tiendas.

Me he convertido, en el lenguaje de Spotify, en un cliente "reclinado" (un término cortés para perezoso), que permite que el servicio de transmisión de música se encargue de conducir; a diferencia de un usuario "inclinado" que produce sus propias listas de reproducción.

Un problema que ocasiona mi actitud eficiente con respecto a las listas de reproducción es la tentación de convertirlas en otra fuente de procrastinación. Una vez que empiezas a buscar, puedes encontrar una lista de reproducción para cada tipo de actividad. La "taza del chocolate de la tarde", por ejemplo, "canciones para el baño" o "éxitos de pop para las tareas domésticas".

Hay listas de reproducción para ir al trabajo: el baile electrónico o los ritmos energizadores del rock clásico. Este último incluye inevitablemente el tema de la película Rocky III, "El ojo del tigre". Después de todo, debajo de nuestros trajes, todos somos boxeadores que sueñan con una victoria. También "Don’t Stop" (No pares) de Fleetwood Mac, una canción sobre cómo recuperarse del final de una relación es muy popular. La letra de la canción es perfecta para aquellos que van de camino al trabajo: "Si te despiertas y no quieres sonreír. . . Verás las cosas de una manera diferente / No dejes de pensar en mañana”. Los amantes con el corazón roto (o los contadores) simplemente siguen adelante a través del dolor (o las hojas de cálculo).

Pero la lista de reproducción para el trabajo se ha convertido en mi ‘obra musical’. Hay algo para todos: "Elimina el estrés", “Ritmos de fondo para el trabajo", "Hard Rock para el trabajo".

Según Spotify, sus listas de reproducción para el trabajo más populares son "piano pacífico" y "ritmo lo-fi”. James Foley, jefe de espectáculos y editorial de Spotify en el Reino Unido, dice que aquellos que crean las listas de reproducción buscan "contenido lírico que no sea demasiado perturbador o abrasivo" y un ritmo constante. Amazon dice que las bandas sonoras para películas y videojuegos también son populares, ya que retroceden a un segundo plano. El compositor alemán Hans Zimmer, que ha creado bandas sonoras para decenas de películas de Hollywood, como El Rey León y El hombre de la lluvia, es un éxito entre estudiantes y trabajadores en todo el mundo.

Sin embargo, ¿la música creada para el trabajo realmente nos ayuda a hacer nuestro trabajo? Nick Perham, un psicólogo cognitivo y metalero autodeclarado, dice que depende completamente de qué tipo de tarea estés realizando. La música con letra dificulta cualquier trabajo que requiere lectura o escritura. "Si estás haciendo algo que requiere memorizar información para recordar su orden o algunos detalles específicos, entonces cualquier sonido que tenga una variación acústica reducirá tu rendimiento".

Uno de sus estudios mostró que la música con menos variaciones acústicas (por ejemplo, Repulsion, una banda de rock metálico) era mejor para el trabajo que la música pop.

Nada de esto suena particularmente propicio para la productividad. Pero el principal atractivo para mí es que cancela el ruido de mi oficina de plan abierto. Los audífonos también indican que no estoy disponible para conversar; a veces los uso para evitar que las personas me hablen. Los que trabajan en su casa sienten que la música los acompaña mientras realizan sus labores.

Sin embargo, hay un problema con la música para el trabajo que no tiene nada que ver con la productividad: el daño que causa a la apreciación musical.

La primera vez que escuché a Ian Brown exigiendo ser adorado, me invadió la nostalgia y la irritación. Pero después de un tiempo ese sentimiento se desapareció. Una canción que una vez tuvo el poder para conmoverme, ya no evoca ningún sentimiento.

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