Estado Islámico vuelve a perder terreno en las afueras de Mosul

Las fuerzas iraquíes y kurdas preparan su ingreso a la ciudad

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21 de octubre de 2016 a las 05:00

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El grupo terrorista Estado Islámico (EI) volvió ayer a perder terreno en las afueras de Mosul tras nuevos ataques de las fuerzas kurdas y del ejército iraquí, en el cuarto día de la ofensiva para retomar la segunda ciudad del país y último bastión iraquí de los yihadistas.

Durante un encuentro internacional en Francia sobre el futuro de Mosul, el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, dijo que la ofensiva "estaba avanzando más rápido de lo previsto".

El área que rodea Mosul es una de las más diversas étnica y religiosamente del país, y a las potencias de Occidente le preocupa que ocurran venganzas o ataques sectarios a medida que avanzan las fuerzas del gobierno y los combatientes son expulsados.

El objetivo principal de la última avanzada kurda es la ciudad de Bashiqa, al noreste de Mosul. Al mismo tiempo las fuerzas iraquíes también están atacando la ciudad desde el este y el sur.

Mientras fuerzas locales y kurdas apuntalan una nueva operación militar para ocupar localidades en los alrededores de Mosul, el grupo terrorista tomó en los últimos días 70 viviendas de civiles en la provincia siria de Deir al Zur, en el noroeste, para alojar a las familias de sus combatientes que llegan desde Mosul, según activistas.

El presidente francés, François Hollande, dijo ayer que había pruebas de que combatientes del EI ya están huyendo a su bastión sirio de Raqa, y que se necesitaba hacer todo lo posible para evitar que se reagrupen allí.

Una coalición liderada por Estados Unidos, que incluye a Francia, Italia, Gran Bretaña, Canadá y otros países occidentales brinda apoyo aéreo y terrestre a las fuerzas que están cercando Mosul en una operación que comenzó el lunes.

Mosul es el último bastión importante de Estado Islámico en Irak. La ofensiva para recapturar la ciudad sería la batalla más grande en el país desde la invasión de Estados Unidos en 2003.

Ataques

Los ataques con morteros alcanzaron ayer a un grupo de pueblos bajo control del EI a unos 10 a 20 kilómetros de Mosul, y helicópteros sobrevolaron las localidades. Además, decenas de vehículos del Servicio de Contraterrorismo provistos con ametralladoras se dirigieron hacia Bartella, un poblado cristiano abandonado al este de Mosul.

Los yihadistas utilizaron coches bombas, explosivos terrestres y francotiradores para resistir el ataque y bombardearon áreas cercanas con morteros, dijo un comandante del CTS.

Horas después, el teniente general Talib Shaghati, que dirige las Fuerzas Especiales de Irak, dijo a reporteros en un centro de comando cerca del frente que las tropas habían rodeado Bartella e ingresaron al centro del pueblo. Dos soldados resultaron heridos y habían muerto al menos 15 militantes, explicó. "Después de Bartella viene Mosul, si Dios quiere", dijo.

Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó ayer la llegada de decenas de familias de militantes del Estado Islámico y de 45 "esclavas" de los extremistas desde Mosul a la ciudad de Raqa.

La ONG apuntó que las prisioneras de los radicales fueron alojadas en centros especiales de los yihadistas.

El EI considera a las mujeres que captura como "botín de guerra contra los herejes".

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos agregó que, en paralelo, 30 familias de seguidores de yihadistas se trasladaron desde Mosul a Al Mayadín, en el noreste de Siria.

El activista Mohamed al Jalif, miembro de la Red Siria para los Derechos Humanos, explicó ayer a EFE que decenas de familias originarias de Mosul habían llegado a la localidad fronteriza siria de Al Bukamal.

Según Al Jalif, la mayoría de esas personas eran civiles que nada tenían que ver con los extremistas, aunque en el grupo también había parientes de milicianos del EI.

Ya piensan en lo que vendrá

La comunidad internacional pidió ayer en Francia un acuerdo político entre las autoridades iraquíes y las facciones locales para vencer al Estado Islámico (EI) en Mosul. La preocupación ocurre por las tensiones que puedan aflorar entre las facciones de kurdos, chiítas y suníes una vez expulsados los yihadistas del EI de la ciudad.

"Para ganar a largo plazo al EI, instamos a que se alcance un acuerdo político detallado entre las autoridades nacionales iraquíes y los actores locales, para que haya un sólido gobierno en Mosul (...) en el que se respete la diversidad de la población y se garantice una coexistencia pacífica", advierten las conclusiones divulgadas ayer tras un encuentro de jerarcas. La reunión juntó a representantes diplomáticos de 20 países y organizaciones internacionales como la ONU, la Unión Europea y la Liga de Estados Árabes.

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