Estadounidenses súper ricos no deben temer el socialismo nórdico

Bernie Sanders, el ardiente candidato socialista a la nominación presidencial demócrata de EEUU, ha dicho que "los multimillonarios no deberían existir". También admira la socialdemocracia de los países nórdicos.

Entonces, ¿adivinen qué países del mundo generan más multimillonarios? La respuesta es que Suecia y Noruega tienen más multimillonarios per cápita que EEUU.

Ésta es una verdad incómoda no sólo para Sanders, sino también para aquellos estadounidenses –los súper ricos y quienes aspiran a integrar sus filas– a quienes les preocupa la posición del candidato en las elecciones primarias estadounidenses.

Es cierto que Joe Biden triunfó en las elecciones del Súper Martes. Pero esto simplemente preparó el terreno para una contienda entre dos visiones demócratas alternativas para EEUU: el radicalismo económico de izquierda de Sanders y el enfoque centrista cuyos defensores han apoyado al ex vicepresidente Biden.

La contienda aún marcha muy pareja. Por lo tanto, existe un fuerte apoyo para una agenda radical que a menudo se les dice a los estadounidenses que destruirá sus oportunidades de éxito financiero e involucra políticas como una regulación más estricta, mayores impuestos personales y corporativos y una mayor participación del gobierno en áreas como la atención sanitaria, la educación y las inversiones ecológicas.

Esos estadounidenses preocupados deberían reconsiderar su posición. Si semejantes políticas dificultan el enriquecimiento personal, ¿por qué EEUU sólo tiene 1.7 billonarios por cada millón de personas, cuando Noruega tiene 2.0 y Suecia 2.4, según el estudio de 2015 de Karl Moene sobre la clase social alta en la socialdemocracia?

En otras partes de Europa, los multimillonarios son más escasos. Sin embargo, otros dos países nórdicos, Finlandia y Dinamarca, tienen 0.9 multimillonarios por cada millón de personas, más que Francia, que tiene 0.7, o el Reino Unido, que tiene 0.8.

Se pueden encontrar patrones similares para los menos ricos. Noruega tiene el doble de personas que poseen más de US$100 millones per cápita que EEUU y casi cuatro veces más cuya riqueza es "apenas" de US$30 millones o más.

Así que los nórdicos tienen una mayor frecuencia de fortunas individuales que los estadounidenses. Pero también son más igualitarios, ya que hay menos personas muy pobres, mientras que los extremadamente ricos poseen una parte menor del total de la renta nacional.

¿Por qué los Estados nórdicos, que son más intervencionistas, siguen siendo buenos lugares para ganar dinero? Existen al menos tres razones.

Primera, los bienes públicos son una gran ventaja para el beneficio privado. Un buen sistema de transporte, la buena atención sanitaria y las poblaciones altamente calificadas costeadas por el gobierno son factores que reducen los costos que las empresas privadas tendrían, de lo contrario, que asumir.

Segunda, el igualitarismo salarial impulsado por los sindicatos de los nórdicos alienta a las empresas a adoptar tecnología que incrementa la productividad. Dado que la mano de obra poco calificada es relativamente costosa y la mano de obra altamente calificada es relativamente barata, se gana más invirtiendo en el capital más eficiente.

Tercera, una red de seguridad generosa mantiene la confianza, y la confianza es un recurso enormemente valioso. Ahorra en abogados y tribunales al reducir la necesidad de contratos y litigios cuando se puede confiar en las normas sociales. También ayuda a minimizar el antagonismo en el trabajo sobre la actualización tecnológica.

Los ricos y aspirantes a ricos en EEUU deberían, como mínimo, suspender su opinión reflexiva de que la nominación de un candidato de izquierda por parte de los demócratas sería un desastre; y que otro mandato de Donald Trump sería mejor para sus negocios y cuentas bancarias.

Pero Sanders también necesita reconocer otro aspecto del éxito de las economías nórdicas. Siempre han estado entre las más abiertas del mundo al comercio internacional, mucho más que la economía estadounidense. La población acepta esta apertura, posiblemente debido a las sólidas redes de seguridad de esos países.

En lugar de imitar la aversión de Trump al libre comercio, a Sanders podría irle mejor si prometiera que haría que el libre comercio fuera seguro para los estadounidenses más vulnerables.