Hernán López es un exejecutivo de la antigua empresa estadounidense 21 Century Fox, que tuvo su punto máximo de éxito cuando las coimas en la venta de los derechos del fútbol sudamericano corrían libremente. Eso se acabó cuando estalló el FIFAGate en 2015, pero este jueves le llegó lo peor: junto a empresarios de la agencia argentina Full Play fueron declarados culpables de corrupción por un jurado federal de Brooklyn, en el marco del megaescándalo de sobornos en la FIFA que estalló en 2015.
Tras siete semanas de juicio López fue declarado culpable por su participación en esquemas para sobornar a ejecutivos de la FIFA y Conmebol, junto a los empresarios Hugo y Mariano Jinkis, de Full Play, que también replicaron el modelo en Concacaf, con el fin de conseguir los derechos de transmisión de los lucrativos torneos de fútbol.
El otro acusado, también exejecutivo de Fox, el mexicano Carlos Martínez, fue absuelto.
La jueza instructora Pamela Chen tiene que anunciar en una fecha por definir las condenas, que pueden elevarse hasta 40 años de cárcel para López y millonarias multas para él y Full Play.
Según la justicia, "los acusados utilizaron sus posiciones en el mundo del fútbol internacional para participar en esquemas que implicaban la solicitud, oferta, aceptación, pago y recepción de sobornos y comisiones ilegales, principalmente para obtener lucrativos derechos de retransmisión de varios torneos y eventos internacionales de fútbol".
Qué hacían los acusados del Fifagate
"El fallo de hoy es una contundente victoria para la justicia y para los fans del fútbol de todo el mundo", dijo el el fiscal de Brooklyn, Breon Peace, en un comunicado tras conocerse la decisión del jurado.
"Los acusados escondieron sus actos corruptos tras intermediarios, cuentas bancarias en paraísos fiscales y una fachada de respetabilidad, pero no pudieron esconderse de la justicia", señaló por su parte el agente del servicio de impuestos Tyler Hatcher.
Full Play, con sede en Uruguay, propiedad de Hugo Jinkis y su hijo Mariano Jinkis, participaron en numerosos esquemas para pagar sobornos a ejecutivos de la Conmebol y Concacaf a cambio de los derechos televisivos y de marketing para varios eventos futbolísticos, entre ellos, partidos de clasificación de la Copa del Mundo y amistosos, la Copa Libertadores y varias ediciones de la Copa América.
Hugo y Mariano Jinkis, imputados en la primera acusación del caso desvelada el 27 de mayo de 2015, están prófugos de la justicia estadounidense.
Por su parte, López, un alto ejecutivo de una filial de Fox responsable de desarrollar y llevar a cabo los negocios de transmisión deportiva de Fox en América Latina, se unió a Full Play y otros conspiradores en un esquema que involucraba el pago anual de millones de dólares en sobornos a funcionarios de la Conmebol para hacerse con los derechos de transmisión de la Copa Libertadores, el torneo de clubes más popular de la región, entre otros eventos.
Durante el juicio, el argentino Alejandro Burzaco, testigo clave de la fiscalía, aseguró que Fox Sports obtuvo los derechos de retransmisión de los Mundiales de Rusia (2018) y Catar (2022) para Estados Unidos gracias a la intervención del entonces presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, "para gran decepción" de la cadena ESPN, que había transmitido todos los mundiales desde 1982.
Los millonarios pagos se realizaban a través de contratos de servicios que no existían, explicó Burzaco, quien vive protegido en Estados Unidos a cambio de colaborar con la fiscalía, aunque también había partidas que se abonaban a través de la tesorería de Conmebol, explicó.
Esta condena es la última de una investigación de corrupción del fútbol mundial que destapó la justicia estadounidense en mayo de 2015.
La fiscalía estadounidense ha acusado a más de 50 personas y a varias empresas deportivas de más de 90 delitos y de pagar o aceptar más de 200 millones de dólares en sobornos.
Una decena de dirigentes de fútbol aún están en sus países, donde fueron procesados por la justicia local o están en libertad intentando evitar la extradición a Estados Unidos.
La confesión de Burzaco
Hasta que estalló el escándalo de los sobornos en 2015, la empresa T&T -creada por Burzaco y la brasileña Traffic-, en la que habrían participado los dos acusados, había pagado entre "30 y 32 millones de dólares" en sobornos para asegurarse el lucrativo mercado de los derechos televisivos de los campeonatos de fútbol, dijo el testigo en el tribunal.
"Teníamos una empresa conjunta llamada T&T Cayman" con López y Martínez, los dos inculpados que se sientan en el banquillo, junto a la empresa argentina Full Play, que desde el martes están siendo juzgados por corrupción, fraude bancario y lavado de dinero.
Los principales beneficiarios fueron el llamado "grupo de los seis", integrado por los miembros más importantes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol): el presidente Nicolás Leoz (paraguayo, fallecido en 2019), el vicepresidente Eugenio Figueredo (uruguayo), el secretario general Eduardo Deluca (argentino), el tesorero Romer Osuna (boliviano), y los presidentes de las dos federaciones más poderosas del fútbol sudamericano, el brasileño Ricardo Teixeira y el argentino Julio Grondona, fallecido en 2014.
"Sobornamos a todos estos señores y yo participé en este esquema", dijo Burzaco, que se declaró culpable y llegó a un acuerdo con la justicia estadounidense que incluyó el pago de una multa de al menos 21,6 millones de dólares.
"¿Por qué a estos individuos en particular?", preguntó la fiscal Kaitlin Farrell. "Eran miembros clave de Conmebol", explicó el testigo presentado por la acusación.
"Su nivel de influencia era absoluta" y en concreto el ya fallecido Grandona, al que se le veía como "un papa", era uno de los tres con mayor poder dentro de la FIFA, sostuvo.
(En base a AFP)