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Fortalezas y debilidades de Uruguay de cara al hexagonal final

La sub 20 tiene una línea final muy firme pero necesita rodear mejor a Schiappacasse, generar más en ofensiva y sobre todo ser mucho más efectivo

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28 de enero de 2019 a las 05:04

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Uruguay se clasificó el sábado al hexagonal final del Sudamericano sub 20 en el último partido, cuando estaba con la soga al cuello y el único resultado que le servía frente a Paraguay era el triunfo. Lo consiguió con un gol de Nicolás Schiappacasse en el primer tiempo y pudo aumentar en el segundo (incluso Facundo Batista falló un penal) como para no terminar sufriendo hasta el pitazo del juez. Si bien el conjunto guaraní estaba controlado, hubo un tiro de esquina en el final que pudo terminar con las ilusiones celestes. Es que la falta de gol, el error en el toque final, es uno de los puntos débiles de la selección, reconocido por el propio entrenador Fabián Coito.

Pero también el funcionamiento del equipo en general tuvo altibajos en la fase de grupos y el técnico fue tratando de encontrar el mejor funcionamiento con los cambios. Del primer partido frente a Perú al último contra Ecuador la alineación titular sufrió seis cambios, uno de ellos por suspensión. Incluso en aquel primer encuentro no fue titular Schiappacasse, quien sí lo fue en los siguientes tres partidos y es una de las piezas claves en ofensiva. 

Uruguay tiene una columna vertebral que integran, además del golero Renzo Rodríguez, los centrales Bruno Méndez y Sebastián Cáceres, los volantes Nicolás Acevedo y Juan Manuel Sanabria (tampoco empezó el torneo entre los 11) y Schiappacasse arriba. Ellos, más el delantero Agustín Dávila, estuvieron en los cuatro partidos. 

Uruguay debutó con una derrota frente a Perú y para el encuentro siguiente contra Ecuador sufrió tres variantes de la mitad del campo hacia adelante. Salieron Martín Barrios, Rodrigo Zalazar y Maximiliano Gómez y entraron Sanabria, Schiappacasse y Dávila. El rendimiento fue óptimo, sellado con el triunfo por 3-1, por lo que Coito solo hizo una variante para enfrentar a Argentina: salió Batista y volvió Gómez al equipo.  

Argentina ganó ese partido, revivió porque estaba prácticamente afuera, y Uruguay volvió a llenarse de dudas y quedó con un pie afuera. Tantas incertidumbres, que para afrontar el último juego contra Paraguay, donde solo había un resultado posible, el DT metió cuatro cambios, uno de ellos obligado: salieron Ezequiel Busquets (suspendido), Maximiliano Araújo, Gómez y Darwin Núñez, el delantero de Peñarol criticado por la cantidad de goles que malogró en el torneo. Entraron de laterales Emiliano Ancheta y Edgar Elizalde y los volantes Pablo García y Zalazar.

Jugó bien Uruguay, especialmente en el segundo tiempo, con dos figuras que sobresalieron nítidamente. García, que debutó en el torneo, y Schiappacasse. El primero fue importante para generar llegadas, por la dinámica que le dio al equipo, y el segundo por su capacidad de desborde y la categoría que tiene para definir. Una asistencia de García y un remate de Schiappacasse (tras un fallo defensivo) terminaron en el gol de la clasificación. 

Sobre la actuación de García, uno de los jugadores contratados por Nacional para la actual temporada, dijo Coito: “Pablo juega muy bien, es un gran atacante y la intención fue que recibiera a espaldas de los volantes y fuera en busca de los defensores. Tiene intensidad, maniobra. Apareció un jugador para el hexagonal que le da riqueza al plantel y nos permite tener opciones de cara a lo que viene adelante”.

Como se ve, Uruguay fue mutando a lo largo de los partidos. Además del rendimiento futbolístico que no convencía, también incidió el calor y la seguidilla de partidos, algo que también sucederá en el hexagonal final, con el agravante de que la celeste jugará los últimos tres partidos en horas de la tarde, cuando el sol más calienta.

De a poco el técnico fue buscando la mejor formación. Acevedo es un titán en la recuperación, la zurda de Sanabria le brindó salida clara desde la mitad del campo, pero arriba no encuentra los socios ideales para Schiappacasse. El despliegue de Núñez y Batista no convencen, Dávila jugó bárbaro contra Ecuador, pero no repitió ante Argentina y Paraguay, Juan Manuel Boselli no ha tenido minutos como para destacarse y Gómez se mueve más por la banda en el plan de Coito. Es lo que tiene que mejorar el equipo para repetir el título de 2017 o clasificarse entre los cuatro que irán al Mundial de Polonia en el próximo mes de mayo: la puntería frente al arco rival.

Porque atrás está cubierto con la solidez de Rodríguez y una dupla central con clase internacional: Méndez (que ya debutó en la mayor) y Cáceres, uno de los mejores defensores del Campeonato Uruguayo pasado. 

El hexagonal final del Sudamericano arranca el martes. Todos los partidos se disputan en el estadio El Teniente, de Rancagua. Se juega en régimen de todos contra todos y la selección de Uruguay, que defiende el título que logró en 2017, debuta frente a Venezuela a la hora 22.10.

Es el único que tienen los celestes a última hora, ya que después enfrentan a Ecuador a las 19.50 y los siguientes partidos son a primera hora, es decir 17.30, cuando el calor está más fuerte. El promedio de la temperatura en esa zona por la tarde supera los 30°C.

Después de pasar raspando la primera parte, ahora empieza otro desafío más difícil para los celestes.

Coito: "Lo veo muy bien al equipo"

EFE

El técnico de la sub 20 dijo que está “tranquilo” porque la selección tiene mucho “para seguir creciendo” y que uno de los puntos altos que tiene Uruguay “es un plantel parejo” que puede ser clave en la fase final del campeonato. 

“Lo veo muy bien al equipo. Si uno se ajusta a los resultados, por algo terminamos en tercer lugar y clasificamos en el último partido. Pero también si uno ve los trámites de los juegos y los resultados cómo se dieron, a mí me deja conforme y tranquilo. Creo que tenemos muchas cosas para seguir creciendo, confiando en lo que tenemos y sabiendo que siempre vamos a llegar a los partidos con posibilidades de ganarlos, después los imponderables del juego dirán quién lo gana”, expresó el entrenador en la conferencia de prensa posterior al triunfo frente a Paraguay. 

Coito agregó que uno de los puntos fuertes de la Celeste es “lo parejo del plantel y es una gran virtud para un equipo de cara a la competencia que se viene, por el cansancio, por las suspensiones, por la intensidad de juego. Hoy (frente a Paraguay) lo demostramos y todos jugaron en buen rendimiento. El equipo colectivo es lo que nos puede llevar a cosas importantes. Siempre estuve muy tranquilo con respecto al futuro pero no podemos distraernos porque están los seis que se ganaron el derecho y los partidos serán tan o más duros que hasta ahora”.

Sobre los altibajos el rendimiento, indicó que “es una característica de esta edad. Muchos jugadores están jugando esta competencia por primera vez y genera nerviosismo, ansiedad, pero creo que hubiéramos merecido estar más tranquilos y no esperar hasta el último minuto”. Ante Paraguay “tuvimos situaciones muy claras para aumentar, es de las cosas que hay que apuntar porque si volvemos a tener partidos donde perdemos con el rendimiento que tuvimos en el juego es dar mucha ventaja”, entiende Coito.

Pese a las críticas recibidas el plantel está bien anímicamente: “Nunca decayó y el grupo siempre confió en el potencial que teníamos. Lo que viene es otra etapa muy importante, la más importante, primero había que ganarse el derecho de jugarla. Todos empezamos de cero, hay cambio de sede, nos va hacer bien renovar algunas cosas, la expectativa está muy alta, pero sabiendo que los otros rivales tienen muy buenos futbolistas y los mismos objetivos que nosotros”.

El técnico también se refirió al planteo táctico y la forma en que pensó el partido contra Paraguay: “A veces la idea o el plan salen y a veces aunque salga capaz que no es el ideal. En cada partido fuimos con una idea a veces nos permitió ganar y otras veces ser superior al rival y no ganarlo. Tenemos cosas para levantar lo que hicimos en la primera etapa. Contra Paraguay cambió la estrategia porque había tenido un rendimiento muy bueno y había descansado y habíamos planeado la idea de ganarles el mediocampo, una zona muy fuerte de ellos con tres jugadores y el cambio de centrodelantero (entró Dávila y salió Núñez) obedecía que necesitábamos un jugador más volante, más de mediocampo y lo hizo muy bien Agustín y en otros momentos no pudimos conectar con él”.

Sobre el primer rival en la fase final, Venezuela, Coito fue sincero: “Imagino que lo que viene será exigente por lo que está en juego. No puedo hablar del partido, he visto a Venezuela pero nunca lo he mirado con los ojos de analizarlo. No es casualidad este momento de Venezuela, hay trabajo y lo único que puedo imaginar es que será un gran partido”, finalizó el DT. 

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