Twitter de Jorge Gandini

Gobierno congela el vínculo con República Saharaui y da pasos para profundizar relaciones con Marruecos

El Ejecutivo avanza con pies de plomo debido a que Uruguay mantiene importantes relaciones comerciales con Argelia, que está a favor de la causa de Saharaui

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14 de diciembre de 2022 a las 05:00

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El gobierno está decidido a profundizar las relaciones diplomáticas y comerciales con Marruecos para lo cual necesariamente requiere cancelar o suspender las relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática, un territorio reconocido como independiente por el estado uruguayo en 2007, durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez.

Sin embargo, el abordaje de ese proceso –que ya cuenta con algunos hitos relevantes– se está haciendo con pies de plomo debido a que Uruguay mantiene importantes relaciones comerciales con terceros estados que están a favor de la causa de Saharaui, como es el caso de Argelia.

Uno de esos hitos tuvo lugar desde el inicio de la administración actual. Las autoridades de la República Saharaui no fueron invitadas a la asunción presidencial de Luis Lacalle Pou, al igual que los presidentes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, mientras que los marroquíes sí fueron convocados. Esa fue la primera señal de que este gobierno pretendía alejarse de la decisión de la primera administración de Vázquez, cuando Reinado Gargano era el jefe de la diplomacia uruguaya.

Al tiempo que el gobierno uruguayo no hizo ningún gesto o señal en apoyo a la causa de Saharaui en casi tres años, se empezaron a concretar “contactos políticos” con Marruecos, sobre todo a partir de la “diplomacia parlamentaria”.

Durante la Asamblea de la Unión Interparlamentaria que tuvo lugar en Madrid, en noviembre de 2021, los senadores Germán Coutinho y Jorge Gandini tomaron contacto con el presidente de la Cámara de los Consejeros (la cámara alta marroquí), Enaam Mayara, quien les manifestó su “preocupación” e “interés político” por el posicionamiento de Uruguay en este tema, contó Coutinho a El Observador. En particular, Mayara no podía entender la razón por la que Uruguay reconocía a Saharaui, a contracorriente de buena parte del mundo.

Hay 84 países que reconocieron la independencia de ese territorio formado por la antigua provincia española del Sahara español y anexada por Marruecos en 1979, pero solo alrededor de 30 mantienen sus relaciones diplomáticas en vigor y alrededor de 50 tienen el vínculo congelado, suspendido o cancelado.

En América del Sur, Brasil, Argentina y Chile nunca hicieron el reconocimiento y Paraguay tiene relaciones suspendidas. En el hemisferio norte tampoco reconocen Estados Unidos, Canadá ni ningún país europeo –España acaba de hacer un histórico cambio de posición–, Rusia y China.

La mayoría de los países a favor de la soberanía de Saharaui son africanos, unos pocos asiáticos y algunos latinoamericanos, entre ellos Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y Cuba.

Entre los africanos que apoyan a Saharaui hay uno demasiado importante para Uruguay: Argelia es el principal destino de productos lácteos.

Los senadores de la coalición respondieron a Mayara que la intención de este gobierno era “revertir ese contexto” y profundizar relaciones con Rabat, contó Coutinho. El senador colorado dijo que Lacalle los alentó a que “siguieran el proceso” y señaló que en la política exterior uruguaya “no hay antecedente” que sustente esta posición.

A partir de ese momento iniciaron un fluido intercambio que llevó a que Coutinho y Gandini visitaran Marruecos de forma “oficiosa” en mayo y a que Mayara visitara Uruguay a fines de junio.

En ese viaje fue recibido por Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva y el jerarca parlamentario supo de boca del mandatario sobre su voluntad específica de superar los obstáculos del pasado.

La consecuencia fundamental de esa visita fue la desintegración del grupo de amistad parlamentario con Saharaui y la conformación de un grupo de amistad con el Parlamento de Marruecos.

Mayara se comprometió a invitar a una delegación uruguaya al Foro Económico del Golfo y el Mediterráneo a la que asistieron en diciembre cinco parlamentarios –Gandini, Coutinho, Raúl Lozano (Cabildo Abierto), Daniel Peña (Partido de la Gente) y Mario Bergara (Frente Amplio)– y tres integrantes del Poder Ejecutivo: el subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ignacio Buffa, el subsecretario de Industria, Energía y Minería, Walter Verri y la directora de Industria, Susana Pecoy.

En el foro, al que Uruguay concurrió como único estado observador, quedaron en evidencia las posibilidades comerciales que ofrece Marruecos como puerta de entrada a África y también al mundo árabe. Las autoridades uruguayas presentaron al país como un proveedor de alimentos que puede contribuir a una mayor seguridad alimentaria en esas regiones del mundo.

Gandini dijo que se está trabajando en la habilitación de la miel, el arroz y del ganado en pie, pero enfatizó que Marruecos también tiene un enorme potencial para los lácteos.

Con la diplomacia parlamentaria en acción y los canales comerciales en proceso de apertura, el próximo paso corresponde al Poder Ejecutivo.

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