El gobierno reiteró su "grave preocupación" frente a la ola de violencia creciente en la República de
Nicaragua y expresó "consternación" por los más de 250 fallecidos, víctimas de la violencia, según dice el comunicado difundido este miércoles por la Cancillería.
Nicaragua está inmersa en una profunda crisis social desde el 18 de abril, cuando revueltas populares se levantaron contra la gestión del presidente
Daniel Ortega y desde el gobierno respondieron con una fuerte represión que lleva más de 285 muertos. La Comisión Interamericana de
Derechos Humanos asegura que la Policía y grupos paramilitares desarrollan un patrón de violencia contra manifestantes.
"Uruguay, fiel a los principios que orientan su política exterior, alienta a todas las partes y en especial al Gobierno de Nicaragua a buscar soluciones negociadas que conduzcan al cese inmediato de la violencia, a través del proceso de "Diálogo Nacional" e insta a las autoridades a acelerar los procesos que permitan esclarecer los hechos de violencia y crímenes cometidos desde el pasado 18 de abril y castigar a los responsables", dice el comunicado de Cancillería.
El gobierno uruguayo también se pone a disposición para cooperar con todos los "esfuerzos nacionales e internacionales" que se realicen "en pos de la paz y la concordia entre nicaragüenses". El gobierno de Tabaré Vázquez "apoya firmemente la importante labor desarrollada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)-incluyendo la elaboración del informe definitivo producto de la visita de trabajo a Nicaragua- y la instalación del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua".
"El Estado de Nicaragua violó los derechos a la vida, integridad personal, salud, libertad personal, reunión, libertad de expresión y acceso a la justicia", dice el informe elaborado por la CIDH al que hace referencia el gobierno.
Uruguay espera que las partes alcance "a través del diálogo" acuerdos que garanticen el "pleno ejercicio de todos los derechos humanos".