González y Guerra piden al PSOE rebelarse contra la "humillación" de la amnistía y acusan a Sánchez de "desleal"

Ambos se habían manifestado por separado sobre el tema que está en el centro de las negociaciones de Pedro Sánchez con los partidos independentistas para lograr su investidura, y que copó el debate político, pero este miércoles lo hicieron de forma conjunta durante la presentación del libro de Guerra La rosa y sus espinas en el Ateneo de Madrid. 

Los dos dirigentes socialistas apostaron además por un pacto entre el PSOE y el PP o, incluso, un cambio de sistema electoral para impedir que la gobernabilidad dependa de los "nacionalismos".

También hicieron hincapié en que ellos no son "desleales" porque defienden al partido, y sostuvieron: "En todo caso, desleal es el otro", sostuvo Guerra en referencia al presidente en funciones. 

"A mi parecer, la amnistía es la humillación deliberada a la generación de la transición", dijo Guerra, para quien una hipotética ley de amnistía es "la condena de la transición y la democracia".

"La amnistía no cabe dentro de la Constitución", añadió González, más incisivo en la petición de que tanto socialistas como populares pacten.

Guerra volvió a pedir "como socialista" que no se conceda la amnistía a los responsables del procés y consideró que eso "convertiría en represores a los demócratas y presentaría como demócratas a los felones". "Tras el indulto, llegó la desaparición de la sedición… Si el indulto es el perdón, la amnistía es el olvido y es decirles que no delinquieron, que fueron justos, una criminalización que un demócrata no puede aceptar", añadió. 

En el auditorio escuchaban exministros socialistas como José Luis Corcuera, José Barrionuevo y Virgilio Zapatero; el andaluz José Rodríguez de la Borbolla, el asturiano Javier Fernández, Juan Carlos Ródríguez Ibarra (Extremadura), Tomás Gómez y Nicolás Redondo Terreros, expulsado hace pocos días del PSOE. 

El exvicepresidente dijo que la pregunta no es si la amnistía cabe o no en la Constitución, sino si "se puede extinguir la responsabilidad penal a aquellos que el Tribunal Supremo dijo que fueron autores de una movilización encaminada a golpear el funcionamiento ordinario de las instituciones". González añadió que el juicio del procés se hizo con "las mayores garantías". "La amnistía no es el perdón al delincuente, sino el borrado. Lo que hizo queda como legítimamente hecho", valoró. 

En la presentación no faltaron críticas a Sánchez, quien hasta las elecciones del 23 de julio negaba a la amnistía, que ahora aparece como condición sine qua non de Esquerra Republicana y Juntos por Cataluña para investir a Sánchez.

"Uno defiende a su presidente durante un tiempo, pero, mientras, el otro ha cambiado", dijo Guerra, quien recordó que Sánchez llamó en campaña "cambios de opinión". "Primero, con Podemos ni hablar. Luego que esto (el 1-O) era rebelión. No he sido desleal, más bien ha sido desleal el otro, que ha ido cambiando", apuntó el exvicepresidente. 

"La gente cree que no estamos apoyando al partido, lo estamos apoyando", remarcó González, quien reivindicó que ni Guerra ni él son la disidencia en el PSOE respecta a la amnistía. 

El expresidente también llamó a que se entiendan el PP y el PSOE, un discurso que respaldó Guerra con datos: el 73% del Congreso lo ocupan "los dos partidos", mientras que "el resto se reparte entre 20".

"Y ahora todo depende de Junts, cómo es posible", se preguntó el autor del libro, que también llegó a pedir un cambio de sistema electoral para aumentar el umbral del porcentaje de votos para que un partido entre en la Cámara Baja o se prime al ganador de las elecciones.