Romina Manguel
Periodista de El Observador ArgentinaZoom > Guerra en Israel
Fuerte respuesta al Canciller argentino Santiago Cafiero
El comunicado de la Cancillería Argentina fue lamentable, tibio, no estuvo a la altura de las circunstancias. Fue Triste, tribunero, con la mirada puesta en los Boric (presidente de Chile) y en los Petro (presidente de Colombia). Fue para Bolivia, que cortó relaciones con Israel. El texto condena la respuesta sin entender, tal vez, de qué se trata o qué fue lo que la ocasionó.
No sé si este comunicado es del cuerpo de la Cancillería o es del canciller Cafiero- que es quien lo firma-, pero me cuesta creer, conociendo tanto a los profesionales del cuerpo diplomático, que suscriban el texto. Sin embargo, lo firma el Canciller.
El comunicado dice que la Argentina ha condenado en términos inequívocos el ataque sufrido por Israel. Le quiero decir a Cafiero que cuando los términos son inequívocos, significa que se condenan los ataques de Hamás del 7 de octubre y punto. El comunicado dice también que reconoce el derecho de Israel a su legítima defensa. Le agradecemos muchísimo al canciller que reconozca el derecho a la legítima defensa de Israel.
Después aparece el error. El comunicado dice “sin embargo”. ¿Sin embargo? ¿No era en términos inequívocos? Si es en términos inequívocos, se condena y punto. No hay “sin embargo”, no hay “pero”. Todo lo que venga después de esa palabra invalida absolutamente todo lo dicho antes y le quita la pretendida fuerza que el Canciller le quería dar al comunicado. Ahí habla Cafiero de “la violación del derecho internacional humanitario” y señala “hay que proteger a la población civil sin distinción alguna”.
Es ahí donde se equivoca el Canciller ¿Cómo sin distinción alguna? Un ataque artero a la madrugada por parte de una organización terrorista que mata a 200 pibes que están en una fiesta por la paz, que son masacrados, que los buscan los baños químicos, que entra a las casas, donde están los refugios y tiran humo para que la gente salga y puedan pegarles un tiro, que mata y decapita a bebés. ¿A qué asimila eso el Canciller?
¿Le parece, cómo puso en el comunicado, sin distinción alguna? ¿Le parece qué es lo mismo que hizo Israel después de haber declarado la guerra? Acá no había guerra alguna, había tratado con Arabia Saudita que se estaba llevando adelante justamente en ese momento. Israel, después de declarar la guerra, avisa a los civiles que están en Gaza a través de volantes y de volanteadas y que, por favor, dejen el lugar.
En un momento las organizaciones internacionales tendrían que ver qué es lo que pasa con los crímenes de guerra, cuando las organizaciones terroristas esconden a sus líderes detrás de la población civil, en plantas de potabilizadoras de agua, en hospitales, en colegios.
Lo dijo mucho mejor que yo el presidente de la Corte Suprema de Justicia, cuando fue convocado a la DAIA. La noche que Milei pegó el faltado – mirén lo que es la miseria política- para evitar a toda costa una foto con Sergio Massa. ¿Una foto con Sergio Massa? Era el momento que todos esperaban. La idea era poder tener la foto tanto de Massa como de Javier Milei levantando el cartel con la foto de alguno de los rehenes.
Le recordamos a Cafiero que el 10% de los rehenes son argentinos, somos el tercer país que tiene más rehenes. Esto tampoco parece importar.
Y Milei, tan chiquito en esto, que dice abrazar al pueblo de Israel, que dice querer abrazar la Torá y jurar por la Toré si es que llega a ganar las elecciones. Era un momento para dejar un momento todas las diferencias. De hecho, Lorenzetti y Rosenkrantz, que no se dirigen la palabra ni están juntos en los acuerdos, estuvieron en el mismo lugar porque entendían que era una causa para condenar al terrorismo que puso dos bombas en este país, en el 92 y en el 94, en la Embajada de Israel y en la Amia. Sin embargo, a Javier Milei le pareció más importante evitar la foto con Massa y no ir.
