La semana pasada, el equipo económico regresó a sus oficinas con la decidida intención de poner fin a todos los acuerdos de precios establecidos durante los últimos cuatro años del kirchnerismo. Esta medida se implementó con la cancelación de Precios Justos, lo que provocó un notable aumento en los precios de productos de consumo masivo que presentaban cierto grado de retraso.
Anteriormente, ya se había concluido con el programa Precios Justos de la Carne, que ofrecía siete cortes a precios más accesibles. El plan es descontinuar progresivamente otros programas similares a medida que venzan.
Sin embargo, la aceleración de la inflación, especialmente después de la asunción de Javier Milei y la reciente devaluación del 50%, llevó al Gobierno a considerar la posibilidad de establecer acuerdos voluntarios con el sector privado en algunos productos clave, como la carne, que ha experimentado un aumento del 50% en lo que va de diciembre en algunos mercados.
El consorcio de exportadores de carne ABC presentó una propuesta que incluye la venta de cinco cortes a precios más bajos en supermercados, un 40% más económicos que los que se encuentran en las carnicerías. Estos cortes, que estarán disponibles a partir de la próxima semana en algunas cadenas de supermercados, incluyen asado, matambre, vacío, tapa de asado y falda, con precios que oscilan entre $2.900 y $5.900 por kilo, más un 6% en la Patagonia.
Aunque algunos supermercados, como Carrefour, Changomás y Cencosud, aceptaron la propuesta, otros, como La Anónima y Coto, la rechazaron, dado que son productores de carne. Los supermercados que participen se beneficiarán de un volumen y calidad garantizados a precios controlados, lo que, según los informes, podría ser casi el doble de la cantidad de carne recibida durante acuerdos anteriores.
La Secretaría de Comercio, liderada por Pablo Lavigne, adoptará ahora una dinámica que implica respaldar propuestas voluntarias presentadas por el sector privado, distanciándose de planes gubernamentales directos. Se espera que estas medidas ayuden a contener mayores aumentos en un contexto económico y social preocupante. La inflación proyectada para este mes se sitúa en el 23%, elevando la subida de precios en 2023 a casi el 200%.
En el último Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre, la subida de alimentos y bebidas fue del 15,7%, y los cortes de carne en el Gran Buenos Aires experimentaron aumentos entre el 12% del kilo de cuadril y el 16,8% del kilo de asado. Estos incrementos ya han quedado obsoletos debido a los significativos aumentos registrados en diciembre, que aún no se han detenido.
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