Encontraron resistencia al antiviral ganciclovir en 11 de 19 muestras.

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Hallazgo de científicos uruguayos permite un tratamiento más preciso de un conocido virus

El Laboratorio Clínico del Hospital de Clínicas logró el primer reporte de la resistencia a citomegalovirus en Uruguay
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12 de enero de 2023 a las 05:03

Más de dos tercios de los adultos del mundo, incluido Uruguay, se infectaron antes de los 40 años con un virus que sigue hospedado en su organismo. Un virus cuyo extenso nombre —de quince letras y en la que cada vocal es antecedida y sucedida por una consonante— dice poco para la mayoría de las personas, quienes en el peor de los casos habrán cursado un poco de fiebre un par de semanas y se les habrá hinchado apenas el bazo. Pero el citomegalovirus es sinónimo de preocupación entre los inmunodeprimidos y, en especial, los trasplantados: es la mayor causa de enfermedades por infección. Mucho más si se tiene en cuenta que, en algunos de estos pacientes comprometidos, los antivirales más conocidos no surten efecto y el pequeño patógeno se vuelve resistente.

Pero el Departamento de Laboratorio Clínico del Hospital de Clínicas acaba de decir “¡Eureka!” y dar un “paso gigantesco” en la mejora del tratamiento para los pacientes más comprometidos por este virus. Mediante la adquisición de nueva tecnología, los investigadores uruguayos lograron la secuenciación completa del virus de 19 muestras de pacientes que habían dado positivo a la infección de citomegalovirus, y comprobaron que una serie de mutaciones convertían al virus resistente a los antivirales más comunes.

En concreto: 11 de las 19 muestras analizadas —todas de pacientes enfermos y con el sistema inmune debilitado en los últimos dos años— eran resistentes al ganciclovir, uno de los antivirales de uso más común para el tratamiento de infecciones por citomegalovirus. Cuatro muestras, a su vez, eran resistentes a otra gama de medicamentos antivirales. Y, dentro de las muestras que eran resistentes, encontraron siete mutaciones que explicaban esa capacidad de evadir el tratamiento.

“Este avance, que es la primera vez que se consigue en Uruguay, permite optar por cuál es el mejor tratamiento para cada paciente”, explica la profesora Raquel Ballesté, directora del Laboratorio y una de los siete autores de la investigación. Sucede que ante un paciente que cursa una infección grave, se puede diagnosticar si el virus responsable es el citomegalovirus, y luego es viable secuenciar para conocer las mutaciones y sus resistencias a los antivirales… es decir, permite acertar con altísima precisión qué tratamiento seguir”.

El citomegalovirus suele estar latente en el cuerpo humano. Casi la mayoría lo contrae en la niñez o adolescencia.  Pero cuando un trasplantado recibe un órgano sólido, ese virus puede reactivarse (porque el paciente recibe inmunosupresores con tal de que no rechace el tejido implantado), o puede que se infecte por primera vez porque se lo transmitió el donante que casi seguramente alguna vez contrajo el virus. Entonces empiezan las complicaciones.

Entre el 30% y 80% de los trasplantados de órganos sólidos que infectan o reactivan la infección con citomegalovirus cursan algún tipo de enfermedad potencialmente grave. El catedrático de Enfermedades Infecciosas, Julio Medina, explica que “el citomegalovirus genera muchos efectos más allá del daño directo a los órganos (la encefalitis o hepatitis, entre otras infecciones), porque inmunosuprime todavía más al paciente y lo hace más susceptible a las infecciones con bacterias, con hongos, acrecienta las chances de enfermedades vasculares y el rechazo del órgano trasplantado”. Algunos de esos pacientes, aunque son los menos, mueren.

En este sentido, el estudio de la resistencia a los antivirales es de especial importancia en pacientes con “las defensas bajas”, en quienes ingresan a las unidades de cuidados intensivos, en quienes carecen del bazo (órgano que filtra sangre y produce linfocitos), y los de enfermedades inflamatorias intestinales. Pero también en los recién nacidos.

Como el virus está latente en la mayoría de las madres, hay casos de transmisión vertical que sitúa al citomegalovirus como la causa infecciosa más común de defectos de nacimiento en los países desarrollados.

Es por eso que, en el póster de difusión de la investigación del Hospital de Clínicas, se concluye: “La búsqueda de mutaciones asociadas a la resistencia a fármacos antivirales contra el citomegalovirus está cobrando cada vez más importancia en la selección de medicamentos, especialmente en países como el nuestro donde la oferta de fármacos es escasa”.

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