Harán cambios para cumplir con necesidad de dos jueces por causa

Entre las infinitas discusiones previas a la puesta en funcionamiento del nuevo Código del Proceso Penal (CPP), la de un sistema de doble juez tuvo su papel protagónico. Juristas y catedráticos pidieron en diversas instancias parlamentarias que un juez participara de la primera parte de la causa y otro de la segunda, que implica llegar a juicio oral. Finalmente, la solicitud fue aceptada e incluso desde la semana pasada ese sistema también rige para los adolescentes, según una ley promulgada el 10 de enero. Sin embargo, ahora la Suprema Corte de Justicia (SCJ) tiene como desafío lograr que en el interior del país se cumpla con ese sistema de doble juez establecido por ley.

Con el CPP en vigencia desde el 1° de noviembre, en la teoría el sistema funciona de la siguiente manera: un juez, denominado "de garantía" participa de la primera audiencia (de formalización), en la que el fiscal comunica al imputado por qué está siendo investigado y se pueden pedir medidas cautelares, que son dispuestas por ese magistrado. En caso de que se llegue a juicio oral, quien lo preside es un juez diferente al de la formalización para que no esté contaminado con información que ya se ha manejado en la primera parte de la causa. Sin embargo, en la práctica la cosa no es tan así fuera de Montevideo.

Si bien en los pocos meses que el CPP lleva funcionando todavía no hubo ninguna instancia de juicio oral, en el proceso previo a llegar a esa etapa ya ha participado más de un juez en el interior, lo que genera problemas. Según explicó a El Observador la ministra de la SCJ Bernadette Minvielle, ha sucedido que un magistrado acepte una medida cautelar en una audiencia de formalización, el proceso siga y sea otro el que, por ejemplo, deba pedir una orden de allanamiento. Eso genera que con los escasos recursos humanos con los que se cuenta, ya haya dos jueces "contaminados" por un mismo caso y, por ende, inhabilitados para participar del juicio cuando se llegue a esa instancia, porque se entiende que al estar empapados en la causa pueden "prejuzgar".

La SCJ había dispuesto la creación de cinco cargos nuevos para poder cumplir con lo establecido con la ley, pero deberá elaborar un plan para que en el interior deje de ser un problema. La idea, indicó Minvielle, es poder recurrir a jueces que se encuentren en zonas cercanas a donde se está dando el caso en cuestión y que sean ellos quienes presidan los juicios orales si se llega a esa instancia. "No tenemos más jueces para seguir creando. Hay que tener recursos humanos, y tiene que haber una formación atrás, pero para poder ser juez penal se requiere un proceso de maduración. Es todo un proceso", sostuvo.

En agosto de 2017, cuando en el Parlamento se terminaban de ajustar aspectos del CPP que iba a ponerse en funcionamiento, el presidente de la SCJ, Jorge Chediak, hizo hincapié en la necesidad de tener dos jueces para dar mayores garantías a víctimas e imputados. "Creemos que esa figura previene sobre una de las críticas importantes que se le hacía a nuestra modalidad penal actual que era la contaminación. Se argumentaba que el juez está en todo y que ese mismo juez que entendió que había mérito para la privación de libertad es muy probable que luego sienta la tentación de ver con más favor la prueba de cargo y condenar", explicó en esa oportunidad ante los senadores integrantes de la Comisión de Constitución y Legislación. Fue en esa sesión que Chediak planteó que "lo único que se precisa para que el Parlamento pueda reinstalar al juez de garantía son cinco jueces".

Por su parte, el presidente de la Asociación de Magistrados del Uruguay (AMU), Alberto Reyes, explicó a El Observador que con la nueva norma, cuando un juez ya participó de una audiencia preliminar, debe "declinar competencia" en la siguiente etapa, según lo que establece la ley. "Ese juez desaparece del caso y le llega a otro magistrado con absoluto desconocimiento", sostuvo. En el interior, para juicios donde los imputados son menores pueden participar jueces penales y no necesariamente de adolescentes.

En Montevideo el sistema de doble juez parece estar más aceitado y se estima que los primeros juicios orales serán cuando se levante la feria judicial mayor, en febrero, o a más tardar en marzo. Cuando eso suceda, deberá ser un juez diferente al que participó de la formalización quien presida la audiencia.

En muchos países hay jueces especializados para cada una de las instancias, pero en Uruguay la falta de recursos lleva a tener un mecanismo diferente. La ley permite que cualquier juez pueda ser de garantía y de juicio. Si a un magistrado le toca participar de una audiencia de formalización no puede participar del juicio oral –si se llega a esa instancia– específicamente en ese caso, pero sí podrá participar en el de otro caso.