Superada la pandemia y luego de un estancamiento económico que se arrastró desde 2016 hasta 2020, el país parece retomar el ritmo de crecimiento. La construcción, actividades agropecuarias y diferentes rubros de exportación, lideran el proceso traccionando de la economía.
Esa recuperación económica también está teniendo su correlato en muchas actividades comerciales y de servicio.
La respuesta es afirmativa. En Uruguay y en el mundo las tasas crecen, los rendimientos de algunos activos financieros de renta fija mejoran, pero, promedialmente, aún son bajos y no constituyen una protección efectiva contra una inflación creciente en Uruguay y en el mundo.
La construcción ha tomado cierto auge y son diferentes los factores que están dando impulso a la inversión inmobiliaria donde inversores de todo calibre, desde ahorristas que buscan generarse alguna renta con la compra de una unidad, hasta grandes desarrolladores orientados a un mercado ávido y cierta demanda local y del exterior.
También las inversiones en ganado han cobrado impulso aprovechando la coyuntura que ha llevado al país a obtener precios récord por su carne cabalgando sobre una demanda muy dinámica liderada por China y con el ganado gordo en los alrededores de U$S 5,50 - U$S 6 el kg.
Pero en Uruguay, existe también la posibilidad de invertir en empresas de buen funcionamiento y que están orientadas a ofrecer buenas rentabilidades a sus inversores, vía dividendos. Lo que en el mundo se llama “Private Equity”, capital privado en empresas fuera de la Bolsa, existe en Uruguay y es una alternativa de inversión atractiva en ciertas circunstancias
IBF Negocios es una compañía de inversiones que se dedica a la adquisición de empresas que tengan precisamente ese desempeño, un funcionamiento comercial y financiero apropiado de manera que las utilidades que se obtengan con esa actividad lleguen a manos de sus inversores vía dividendos en forma fluida y estable.
Se aporta un manejo claro, profesional y transparente de los negocios, que generalmente complementa al dueño o al equipo gerencial existente. Se da el máximo desarrollo en materia de estrategias, crecimiento y factores de expansión para el negocio
• Debe tratarse de una empresa de un determinado volumen de negocios, un rango indicativo es entre U$S 8 - 10 millones de ventas a U$S 20 millones y entre U$S 1 y 2 millones de utilidad neta.
• Una empresa que esté funcionando efectivamente en forma razonablemente buena, por sus ventas y sus resultados
• Debe tener un modelo de negocio y un modelo de económico viables y sostenibles
• Sobre esa estructura IBF Negocios aportará estrategia financiera, dirección estratégica y el equipo de conducción apropiada, que incluso puede ser el existente
• Debe ser una empresa perteneciente a los sectores que la compañía de inversiones ha definido como los estratégicamente relevantes: retail, tecnología, agronegocios, alimentación etc.
El inversor se convierte en accionista de la sociedad con todos los derechos que de ello se deriva en cuanto a las facultades de participar en la Asamblea de Accionistas y percibir los beneficios económicos inherentes a esas tenencias accionarias, fundamentalmente, los dividendos. Recibe periódicamente información sobre la marcha de los negocios estando siempre actualizados de los resultados de los mismos.
Son generalmente inversores medianos que a partir de un mínimo de U$S 100.000 suelen participar. Hay gente, los menos que invierten sumas sensiblemente superiores a esto.
Generalmente a través del tiempo van invirtiendo en diferentes empresas y eso los lleva a poseer un portafolio diversificado de inversión. Algunos de esos inversores están vinculados a la compañía por haber invertido en cinco, seis o diez negocios en los últimos 10 años, generándose una alianza orientada al largo plazo y basada en una dosis importante de confianza
La primera prioridad en cada inversión es el retorno vía dividendos del orden del 10% anual, neto para el inversor. Esto no es una tasa fija ni garantizada, es el cálculo estimado e histórico de una inversión de negocios que tiene todos los beneficios y riesgos de cualquier negocio. El factor favorable que acota el riesgo es que la inversión, la adquisición, se concreta exclusivamente en empresas probadamente exitosas a través de los años, que están funcionando bien, ganando dinero y sin complicaciones financieras
La segunda prioridad es, oportunamente, cuando las circunstancias sean propicias, se buscará una salida de la inversión pretendiendo obtener adicionalmente una ganancia de capital sobre lo invertido
En resumen, es posible en un marco profesional y confiable invertir en empresas uruguayas exitosas con la razonable expectativa de obtener de ello una renta interesante.
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