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Inflación de 65% en Argentina: cuatro gráficos que explican por qué preocupa salto de expectativas

En los últimos 12 meses, la expectativa de inflación para 2022 subió casi 30 puntos porcentuales; esperan que el tipo de cambio oficial llegue a 236 pesos argentinos para fines de 2023

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03 de mayo de 2022 a las 14:38

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Por Agustín Szafranko/El Cronista-RIPE

Entronizada hace ya más de 15 años como uno de los principales problemas económicos del país, la inflación argentina tuvo en los últimos meses una aceleración súbita que la llevó en marzo a 6,7%, la cifra mensual más alta para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en 20 años, y empieza a generar otro salto discreto en las expectativas de los analistas.

Es que para los próximos meses el panorama no es alentador, según los resultados de la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas de El Cronista (EMEC) completada por nueve consultoras y centros de estudios en el último tercio de abril, que manifestaron esperar un 65% para este año y un 50% para 2023

Se trata de una profundización de la caída del poder adquisitivo de la moneda debido al aluvión de pesos de los últimos meses y la ausencia de un plan fiscal y monetario que pueda torcer las expectativas, a pesar de que el gobierno firmó un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a pesar de la resistencia del ala más intransigente de la coalición.

El efecto más inmediato de este salto en las proyecciones de inflación se destaca en abril, mes para el cual la mediana de los pronósticos apuntó a una tasa de 5%. Así, continuaría por encima del elevado guarismo de febrero, cuando el mes anterior los especialistas coincidían que rondaría el 4%.

Después de abril 

Para los meses siguientes las previsiones también se robustecieron: para mayo se espera un 4,5% (vs. 3,8% de la edición anterior), mientras que para junio ven un 4,2% (vs. un 3,7%). Para el tercer trimestre, en tanto, prevén un 3,9% para julio y un 3,7% para agosto y para septiembre.

 

Esta alza de expectativas se refleja en las proyecciones para 2022, que llegan al 65%, cuando en marzo era de 57%. Se trata del mayor salto mensual de previsiones en cuatro años, cuando la cifra esperada para 2018 pasó en septiembre de 34% a 44% con el último coletazo de la fuerte depreciación del peso de ese año.

De todas maneras, este 65% es la cifra más alta que alcanzó alguna previsión anual de inflación en toda la serie de la EMEC desde su lanzamiento en 2016. Además, sería la mayor tasa anual desde 1991, año en que finalizó la última hiperinflación al comienzo de la era Menem.

 

Otro dato que muestra el dramatismo de la coyuntura es que en los últimos 12 meses la expectativa de inflación para 2022 subió casi 30 puntos porcentuales, dado que en abril de 2021 las previsiones de los analistas convergieron a una tasa de 36,5% para este año, según la mediana de respuestas.

Desde entonces subieron levemente mes a mes hasta septiembre de 2021, cuando comenzó a ubicarse en la zona entre 45% y 50%. Y este año las previsiones ya comenzaron por encima del 50% y siguieron en un sendero creciente y cada vez más empinado.

Respecto a 2023, el salto también es significativo ya que el consenso de los expertos es que ronde un inédito 50%. Se trata de 10 puntos porcentuales más respecto al 40% que se esperaba en diciembre, primer mes de la serie.

De cumplirse estas proyecciones, el mandato de Alberto Fernández acumularía una inflación de más de 400%, lo que ilustraría el golpe certero que habrán sufrido los ingresos de los hogares y de las empresas.

La expectativa para el dólar 

Más allá del pesimismo que se desprende de las previsiones de inflación, el resto de las variables que relevó la EMEC no tuvieron cambios significativos en las perspectivas para este año ni para el siguiente.

Por el lado del tipo de cambio oficial, los pronósticos mantienen para fin de este año una cotización de casi 160 pesos argentinos por dólar y para fin de 2023 una de 236.

 

Así, las expectativas cambiarias se mantienen aproximadamente en el mismo nivel desde el comienzo de la serie en julio de 2021 y diciembre de 2021, respectivamente.

PBI: mejora en el crecimiento 

Por el lado de la actividad económica, los participantes de la encuesta mejoraron levemente sus expectativas de crecimiento, aunque el alza de la inflación relativiza esta mejoría.

Ahora, para este año esperan un alza de 3,7%, cuando en los últimos dos meses este guarismo se ubicaba apenas encima del 3%, mientras que para 2023 aumentó levemente a 2,4% y se mantiene en la zona de entre 2% y 2,5% dentro de la que viene oscilando desde principios de año.

 

De cumplirse, la variación del PBI a lo largo del mandato de Fernández cerraría en verde, dado que en 2021 el rebote de la economía casi borró el desplome de 2020, con lo que el leve crecimiento de 2022-2023 alcanzaría para revertirlo por un par de puntos.

El rojo fiscal 

En cuanto al plano fiscal, la mediana de respuestas mantiene un déficit primario esperado para este año de 2,5% del PIB desde febrero, mes en el que los analistas se aseguraron de que el gobierno llegaría al acuerdo con el FMI. Previo a ese hito, el rojo previsto se ubicaba en la zona de entre 3% y 3,5% del PIB.

 

Para 2023, en cambio, las expectativas empeoraron levemente y la encuesta arrojó un déficit de 2,2% del PIB, cuando en los dos meses anteriores marcó un 1,9%.

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