Los analistas y las consultoras estiman que sólo por la incidencia directa que tienen los combustibles en el IPC, la reciente suba aportará entre 1 y 1,5 puntos adicionales al dato de enero. De esta manera, si bien se estimaba cierta desaceleración con respecto a diciembre, la inflación del primer mes del año rondaría el 20%.
“La ponderación que tienen los combustibles en el IPC a nivel nacional ronda el 4%. Esto es, por cada 10 puntos que aumenta la nafta, el IPC de ese mes tiende a aumentar 0,4%. Por lo tanto, lo que venimos viendo a lo largo de esta fase de incrementos en los combustibles, es que con el casi 75% de aumento que tuvo de promedio en diciembre, se sumaron 3 puntos adicionales a la inflación. Si le sumamos el 27% que tenemos por ahora en enero, eso ya suma 1,1 punto de inflación”, explicó Santiago Manoukian, Jefe de Research en Ecolatina en una nota publicada por Ámbito Financiero.
En ese esquema, el economista sostuvo que también hay que contemplar los “encadenamientos, asociados al mayor costo que ahora va a tener el combustible" y subrayó que “el impacto es transversal”.
Por su parte, Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí, señaló, también ante Ámbito Financiero, que los combustibles tienen una “importancia fundamental en el índice de precios”. “Es el segundo producto individual que más ponderación tiene, solamente detrás de la carne”, explicó el economista, quien estimó un impacto de 1 punto en el IPC de enero a partir de la suba del 27% en las naftas.
“Si bien no es poco, también es verdad que en relación al globo general de lo que vienen siendo los aumentos de precios, tampoco es algo que haga la diferencia a nivel anual. Pero es un número muy significativo y lamentablemente responde a esta intención del Ejecutivo de hacer de forma desordenada el proceso de recomposición de precios, sin tener mucha contemplación del timing, de cuál es la mejor secuencialidad para darle sostenibilidad, de preservar los consumos de las familias”, explicó Chouza.
En ese sentido, el analista remarcó que los incrementos en los combustibles no solamente afectan a “quienes tienen un auto y compran nafta de forma directa, sino también de toda la logística, de todos los productos de la economía”. “Principalmente los alimentos, que tienen en su interior algo de 'efecto naftas' en el traslado, en el transporte”, resaltó Chouza, quien concluyó que se “va a seguir retroalimentando el proceso inflacionario y la elevadísima inercia, sin resolver los problemas de fondo”.