Tras la intervención de FIFA, el paso siguiente será –siempre y cuando la el organismo no acceda al petitorio de suspensión de la
AUF- ver cómo se organiza el comité de regularización, que es quien llevará el día a día del gobierno de la Asociación.
En ese sentido un buen punto de referencia fue la intervención que la FIFA y Conmebol realizaron de la AFA en 2016, tras las irregularidades en las elecciones del organismo, que motivaron incluso que la justicia argentina anulara esos comicios. De hecho, el comunicado de la FIFA en aquel momento es prácticamente igual que el dirigido ahora a la AUF, donde también expresaba que las tareas del comité serían administrar la actividad diaria de la AFA, revisar sus estatutos para adaptarlos a la última versión de los de la FIFA y organizar elecciones.
De esa manera, FIFA y Conmebol designarán una comisión integrada por miembros locales, que dirigirán la AUF hasta febrero pero que no podrán presentarse en las elecciones que se realicen después, lo que elimina la posibilidad que el actual Ejecutivo pretendiera seguir en su cargo como lo iba a hacer antes de que llegara la intervención.
En Argentina el presidente de la comisión normalizadora fue Armando Pérez, presidente de Belgrano de Córdoba y hombre con buena llegada al gobierno. Los otros miembros de la comisión fueron personas vinculadas al fútbol pero de segundo nivel dirigencial: Javier Medín (secretario de Asuntos Legales e Internos de Boca), Carolina Cristinziano (abogada y asesora legal de agentes de jugadores y clubes de fútbol) y Pablo Toviggino (dirigente del fútbol de Santiago del Estero).
Esa comisión normalizadora, por ejemplo, contrató durante su mandado a Edgardo Bauza como DT de la selección mayor.