Isidoro Hodara: “Para Uruguay no hay mercado pequeño”

El director de la Cámara Uruguayo Japonesa habló de las posibilidades de exportar a otros mercados y cómo el Mercosur "encorseta" a la política comercial

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14 de noviembre de 2019 a las 05:00

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Fue director de Comercio Exterior durante la primera Presidencia de Julio María Sanguinetti, luego se consolidó dentro de ese rubro y es en donde ha hecho sus armas laborales. En la actualidad es director de la Cámara Uruguayo-Japonesa y hace 22 años que ocupa la vicepresidencia de Zonamerica. 

Isidoro Hodara no duda a la hora de hablar de la flexibilización del Mercosur y la necesidad de que Uruguay tenga mayor apertura a los mercados internacionales.

Considera que una ventaja a nivel comercial es la libertad a la hora de moverse y ello sucede en parte gracias al empuje que han hecho las empresas privadas.  

Usted habla de flexibilizar el Mercosur, ¿en caso de que gane la coalición, lo impulsará desde el Partido Colorado?

Pienso que el entorno regional tiene aspectos positivos en ese sentido, y algunos no tan positivos. Da la impresión que Brasil quiere ir hacia una flexibilización del Mercosur, que le haga más apto para su inserción comercial externa. Al mismo tiempo, da la sensación, que la nueva administración en Argentina no está tan dispuesta a flexibilizar. Eso marca algo favorable y algo no tan favorable. 

¿Por qué dice que “tenemos una política comercial encorsetada”? 

Porque cuando Uruguay quiere manejar los instrumentos de una política comercial, está obligado a modificar algo que fue puesto en condominio con todos los demás del Mercosur. Ahora hay un arancel más o menos común, y cuando es más o menos común, no se puede cambiar fácilmente por la voluntad de un solo socio. 

Si la intención fuese, por ejemplo, suscribir el acuerdo de tecnología de la información de la OMC, se debe esperar a que los demás países se pronuncien y eso lleva tiempo. Y este es un acuerdo que reúne lo esencial del comercio mundial, pero nosotros no tenemos condominio. Aparentemente no estamos tan libres.

¿Y cómo se cambia esto?

Darle al Mercosur la dimensión que, en lo que Uruguay respecta, puede permitirle retomar la soberanía sobre su política comercial. Si Argentina y Brasil no quieren flexibililazarlo, Uruguay no se puede oponer. Pero sí debe retomar la soberanía comercial.  

¿En qué situación está la relación Uruguay- Japón?

Japón es un mercado muy apetitoso. En particular, para una de las exportaciones que se le otorgan más interés: la carne. Las importaciones de carne en Japón se reparten entre Estados Unidos y Australia. Japón representa una parcela muy importante del mercado total de carnes a nivel mundial, cerca del 10% de las exportaciones de todo el planeta se concretan en ese mercado. 

En el 2017 Japón importaba US$ 42 millones, pero las exportaciones de refrescos que estaban ocurriendo desde Uruguay pasaron a ser suplidas por otros proveedores de otros lugares. Esto se dio por condiciones, mayormente, de logística. Al desaparecer eso, cayó a US$ 20 millones y ahí apareció, y es la estrella, la carne. Y ya en cuatro meses, se exportaron US$ 5 millones de carne refrigerada, pero de congelada hay otros US$ 700 mil. 

La gran sorpresa es que más del 90% es carne enfriada, para que el consumo humano se dé rápidamente. Es un cambio muy positivo porque competimos directamente con carnes australianas y de Estados Unidos. Otra de las novedades para los japoneses es que ellos ya conocen la carne con grasa, pero Uruguay está entrando en un nicho donde se valora más las propiedades “rojas” de la carne. Si bien este tipo tiene grasa, no es tanta como la que ellos conocen.          

¿Hay alguna fórmula para abrir más mercados como pasó con el japones?

Pasa que los obstáculos son de orden diferente. Pero, por ejemplo, con el mercado de la marihuana que no conozco a fondo, sé que no en todos lugares se aceptan. En algunos estados de Estados Unidos está permitido pero en otro no y lo mismo pasa en Europa. Por lo tanto no creo que se pueda conseguir algo a nivel sanitario, que fue lo que Uruguay y Japón acordaron hace casi un año.

Japón representa una parcela muy importante del mercado total de carnes a nivel mundial, cerca del 10% de las exportaciones de todo el planeta se concretan en ese mercado. 

¿Pero es necesario abrirse a más mercados?

Sin ninguna duda. Para Uruguay no hay mercado pequeño. Hoy, por ejemplo, algunos temas sanitarios hacen que China se lleve una corriente mayor de carne pero cuando terminen las circunstancias sanitarias esto va a cambiar. Pero en ese caso nos sentiremos en libertad de cambiar los destinos. Eso lo podemos ver en los últimos 15 años, y hay que destacar a la actividad privada en la búsqueda de mercados. Se puede decir que Uruguay tuvo algo de suerte, pero un sector privado que fue persistente, valiente y resiliente.         

Luego de 22 años como vicepresidente de Zonamerica, ¿qué evaluación hace?

Vengo de Bogotá donde hubo un seminario dedicado a la exportación de servicios modernos desde América Latina. Allí expuse algunos casos que sirvieron para llamar la atención. Hay, por ejemplo, una firma que desde Uruguay gestiona la terminación de los créditos inmobiliarios en EEUU que han caído en situación de no pago. Ellos reparan desde acá, analizan los contratos y todo lo que tiene ver con el tema pero lo hacen, repito, desde acá. Son decenas de uruguayos trabajando para volver a colocar esa casa de nuevo en el mercado y, realmente, es un servicio no tradicional.    

¿Qué esperan de cara al mediano y corto plazo?

Seguir creciendo en este sentido y teniendo este tipo de empresas innovadoras. 

¿Cuál fue la mayor experiencia que le dejó ser director de Comercio Exterior? ¿Lo volvería a hacer? 

Fueron algunos de los años más ricos de mi vida profesional. Desde que me recibí tuve la fortuna de dedicarme a lo que me guste. Por eso, trabajo que uno hace con gusto no es trabajo. Y me pasó en los años anteriores, sobre todo cuando fui director de Comercio Exterior, de consolidarme en el rubro y poder permanecer en este tipo de actividad a la cual tengo mucha afinidad. Además, aprendí e hice base para hacer muchas de las cosas que hoy hago. 

 

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